Sebastián Pérez ha despejado  las dudas acumuladas los dos últimos años y ha lanzado una bomba en el Ayuntamiento. Lo hizo de forma vehemente, a ratos arrebatada, pero finalmente acabó con los ojos enrojecidos y visiblemente emocionado. Sebastián Pérez anunció que deja el PP después de 35 años tras comunicarlo por la mañana al presidente nacional, Pablo Casado.

Y con esta inopinada ruptura se abre la puerta a una posible moción de censura liderada por el socialista Paco Cuenca, una vez que Pérez siente que este no es su partido y tiene más que claro que Luis Salvador no puede seguir siendo alcalde de Granada. En su intervención aseguró que no entregará el acta y pasará ser concejal no adscrito, además de señalar que podría llegar a apoyar una moción de censura para hacer alcalde al socialista Paco Cuenca si su partido “no rectifica”. “El alcalde actual es una vergüenza para los granadinos, no tiene dignidad y no puede seguir mofándose de los granadinos, que busquen los 14 concejales porque yo los voy a encontrar, este hombre es un farsante político”, señaló visiblemente enfadado.

“Si la próxima convocatoria es en el registro del Ayuntamiento de Granada blanco y en botella”, afirmó Pérez, que pidió a su expartido que retire su apoyo a Luis Salvador y deje el equipo de Gobierno, para lo que puso de plazo “mes o mes y medio”. Si no se producen los movimientos que reclamó, Cuenca volverá la Alcaldía y de nuevo a mitad de mandato.

En este escenario, si Luis Salvador diera un paso atrás y se pudiera elegir otro alcalde con la suma de PP, Cs y Vox, abrió la puerta a votar a un candidato a la Alcaldía del PP siempre y cuando fuera “un hombre serio y riguroso”, un perfil que en el actual momento, en el que no tienen relación con sus compañeros, sólo cumple en su opinión Francisco Fuentes, aunque para llegar a ese escenario tendrían que renunciar Luis González y César Díaz. “Luis Salvador no va a seguir siendo alcalde de Granada”, subrayó.

“Yo obviamente no quiero poner de alcalde a Cuenca, aunque hay gente del PP y Vox que me pide que lo vote antes que seguir con este desastre”, recalcó Pérez, que en privado dice con sorna que el socialista es Churchill al lado de Salvador. “En lo personal Cuenca siempre ha sido serio y nunca me ha engañado, lo prefiero antes que a un mentiroso compulsivo”, dijo, aunque afirmó que entre ambos no existen grandes diferencias políticas y, de hecho, quiso resaltar en su intervención el pasado socialista de Salvador antes de embarcarse en el proyecto de Cs.

En el mismo sitio en el que Sebastián Pérez asegura que se dio un apretón de manos con Luis Salvador para sellar un pacto de 2 + 2 de alternancia en Alcaldía, comenzó su intervención con un recuerdo a la ‘Gran Granada’, el proyecto político con el que se presentó a las elecciones municipales en 2019 y que incluía proyectos como un túnel subterráneo de norte a sur de la ciudad para descongestionar el tráfico. Un guiño a lo que, según él, pudo ser y no fue. “Hace dos años los granadinos dijeron que querían este proyecto y un cambio de gobierno que liderara el PP, y los números no engañan, conseguimos 7 concejales después del caso Nazarí, del desplome del PP en las elecciones generales y de una candidatura alternativa auspiciada desde dentro”, señaló en referencia a Juan García Montero.

Sebastián Pérez, que se mostró especialmente duro con la dirección regional del partido, por encima incluso de la nacional, quiso hacer un repaso desde antes de que tuviera que investir Luis Salvador como alcalde.“El 4 de junio se puso al frente de la negociación en Granada el presidente del PP de Málaga y comencé a preocuparme, hay compañeros que comenzaron a traicionarme, y desde este momento estaba todo cerrado. Pero no supe nada hasta la mañana del sábado 15 de junio aunque todo estaba fraguado.

En ese momento planteé el 2 + 2 que ya había propuesto Cs y estuvimos haciendo él ridículamente en este hotel. Hasta el propio Fran hervías ha reconocido que hubo un 2 + 2, hasta el portavoz del alcalde lo reconoce, también la señora Olona, que asegura que no existe tal veto. También lo dijo la secretaria general del partido en Andalucía, Loles López, que dijo que habría cambio político en dos años”, dijo.

Posteriormente mantuvo una reunión en Madrid con el alcalde y el secretario general del PP, Teodoro García Egea, y en esa planta “me dijo que había pactado conmigo para que le votara, ante la estupefacción del secretario general. Tuvimos una reunión y le dije al secretario general que ese hombre era lesivo para la ciudad. Así que teníamos carta blanca para salir a defender el pacto de alternancia con el consentimiento de la dirección nacional”, señaló.

La situación era más compleja y le plantearon ir al Senado. “Pero yo no quiero estar a gusto, yo quiero trabajar y mi ciclo en el Senado había terminado. Sorprende que una plaza de primera categoría se venda y no se den explicaciones”, señaló, para destacar que la única capital que ganó el PP en las elecciones generales en el Sur de España fue Granada.  Y en aquella campaña “se intentó buscar fórmulas para apartarme de la dirección del partido”.  

A continuación, según su cronología de los hechos, la dirección regional, “me refiero a dos personas, se inventan el subterfugio de crear una comisión de grandes contratos donde en todo momento se pone en entredicho la honorabilidad y posible corrupción del presidente provincial, eso no ha pasado nunca en la vida”, lamentó.

Así que abandonó la presidencia, vino la pandemia y “vino el confinamiento personal y el confinamiento político”. “Se gestionan las áreas a mis espaldas, se gestiona a espaldas del teniente de alcalde, me habían cortocircuitado por la dirección provincial y regional del PP, los mejores aliados del alcalde, por eso estaba tan tranquilo”.

Pérez denunció que ha sufrido un trato “humillante, vejatorio e incluso en ocasiones inhumano”. “Se ha dado la orden de que no pueda ir a reuniones de estrategia en el primer año de mandato. Ha habido orden de que no apareciera en las visitas del presidente nacional, en el último congreso provincial hubo órdenes de no nombrarme después de ser presidente 16 años”.

En este tesitura, en septiembre habló con el alcalde y renunció a sus competencias para instalarse en un silencio que ha roto con estrépito.