radiografía de la cooperación

Semillas de esperanza en la zona Norte

  • Madre Coraje lidera un programa de huertos sociales junto a Calor y Café para ayudar a personas sin hogar

  • La ONG también tiene dos mercadillos, programas educativos y de concienciación social

El asesinato de la luchadora social peruana María Elena Moyano inspiró a Antonio Gómez a la hora de dar nombre a la ONG Madre Coraje. Gómez, quien había visitado Perú, quedó muy tocado al comprobar cómo los llamados niños "piraña" subsistían a base de buscar entre la basura. Fue entonces cuando decidió fundar en Jerez la organización que muy pronto se extendió hacia otras provincias andaluzas como Granada, que trabaja con una visión global y local para ayudar tanto al pueblo peruano como a los propios vecinos de la capital mediante ayuda humanitaria, proyectos de desarrollo sostenible y educación para implantar una cultura de la solidaridad imprescindible en estos tiempos de individualismo y consumo.

En Granada, la organización la preside Miguel Martín. Según relata fue una vecina llamada Loli quien empezó a guardar enseres en su trastero para enviarlos a Perú. Fue así como poco a poco surgió la delegación que hoy divide su trabajo en tres áreas: mercadillo solidario, huerto social y educación y acción social. Mientras tanto, en la sede de Jerez se realizan programas en Perú y ahora también en Mozambique. ¿El objetivo? Brindar apoyo en especie a organizaciones peruanas que tienen como objetivo el desarrollo integral de los niños y jóvenes, a través de la salud, alimentación, educación y capacitación técnica, sin olvidar otros colectivos vulnerables. Se ofrece mediante el envío de productos en especies a organizaciones locales que canalizan las demandas de las personas beneficiarias para cubrir sus necesidades.

Aunque en Granada la labor que se realiza está más centrada en el entorno de la asociación. Según explica Martín, cuentan con dos locales situados en la zona Norte y en el Zaidín donde tienen productos a la venta a bajos precios para población con escasos recursos. "Tenemos un almacén en Jun donde almacenamos todo lo que recogemos", explica Rodríguez, que relata como en la ONG compra numerosa población inmigrante. Libros, juguetes, mantas, electrodomésticos, zapatos... son solo algunos de los productos que se pueden adquirir en la sede de esta asociación situada en un local cedido por la Junta de Andalucía. Este mercadillo está gestionado por medio centenar de voluntarios de la asociación en este afán por realizar una labor local.

Alexandra Cruz, técnica de educación, se encarga del ecohuerto solidario y de los programas educativos. El proyecto de huerto se gestiona junto a la ONG Calor y Café en unos terrenos cedidos por la Junta de Andalucía. "Aquí trabajamos con las personas que atiende Calor y Café que viven en la calle. El sentido del huerto es poder aportar nuestro esfuerzo y cariño y, de esa manera, aportarles nuestra ayuda", destaca Cruz.

El 50% de los alimentos tiene como destino los beneficiarios de Calor y Café. Pero además hay otro 30% para fomentar el autoconsumo entre los colaboradores. "Hace falta promover la soberanía alimentaria. Conocer de dónde viene la comida desde la agricultura ecológica", destacó. Asimismo, una pequeña parte se utiliza para venta. Esto permite afrontar el pago del agua o de las semillas y los gastos asociados al huerto. "De esta forma ayudamos a las personas sin hogar pero también creamos una conciencia crítica en torno a las causas de la pobreza en los países del sur", detalla. También ella se encarga de la labor educativa que se canaliza a través de cursos formativos y de concienciación como el que se va a desarrollar en la Universidad de Granada titulado Comunicación Solidaria. Aunque, si hay algo que tiene éxito, eso es Desafío Global. Se trata de un juego de mesa creado por la ONG que utilizan en las campañas de concienciación de niños y jóvenes en el colegio. Cuatro países compiten para alcanzar el máximo nivel de progreso y desarrollo que se mide a través de valores como igualdad, solidaridad, buen vivir o libertad.

Trinidad García se encarga de la coordinación del voluntariado. Aunque durante los años de la crisis hubo un repunte, actualmente, el número de personas que prestan ayuda se ha estabilizado. No obstante, Madre Coraje siempre mantiene las puertas abiertas para todos aquellos que deseen colaborar con la entidad ya sea económicamente o como voluntario. Porque, tal y como dice el lema de la ONG, "de tu compromiso nace la esperanza".

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