Señorío de Nevada: entre brisas de mar y sierra
Propuesta. Seguimos nuestro periplo enoturístico y nos sumergimos en el lujo de un hotel abierto al viñedo
CORRÍA el año 98 o 99 y pasaba las vacaciones -por aquel entonces yo vivía en Francia y ya llevaba una década dedicada al mundo del vino- con mis padres en una casa que tenían entonces en el Valle de Lecrín, y un día oí hablar de una bodega entre Cónchar y Cozvíjar. Y allá que me fui: así conocí a José Arco y puse por primera vez los pies en Señorío de Nevada. Era el comienzo de una aventura personal: Arco volvía a su pueblo natal tras pasar casi toda su vida en Canarias dedicado a diferentes negocios y convertía el antiguo cortijo de sus padres en una pequeña bodega en la que dar rienda suelta a una de sus pasiones, el vino. Una bodega coqueta, casi de juguete, en la que aún no se había elaborado más que una añada de un Cabernet Sauvignon-Merlot de unas viñas jovencísimas que apuntaba buenas maneras pero que no era fácil de beber…
Al cabo de los años, Señorío de Nevada pasó a manos de un grupo de inversores granadinos. Unos se retiraron, otros prosiguieron con el proyecto y así llegamos hasta hoy, cuando Señorío de Nevada se ha convertido en una bodega conocida y reconocida y en un lugar en el que perderse y recrearse.
La bodega se renovó completamente y se instaló la última tecnología en procesos de elaboración. Después se procedió a la construcción, en el subsuelo, de la bodega de crianza.
En 2006 se empieza a construir el hotel (4 estrellas), obra del arquitecto Jesús del Valle, que se inauguraría en 2010. Sus 25 habitaciones (doble: 85 euros) están decoradas cada una de forma diferente, respetando un estilo común que aúna naturaleza, pureza de líneas y un lujo elegante y sofisticado. Grandes ventanales se abren al viñedo, salpicado de olivos plateados, con la Sierra de Nigüelas y el Pico del Caballo como telón de fondo. Una piscina en la que relajarse, ahora en verano, disfrutando de una buena botella de vino… Y un restaurante -abierto todo el año a mediodía y por la noche- donde seguir dando placer a los sentidos. El lugar ideal para una escapada de fin de semana, para relajarse y para descansar.
Los amantes del vino encontrarán aquí un paraíso, pues se ofrecen numerosas actividades: un recorrido guiado desde la vid hasta la botella (sábados y domingos, con degustación de uno o tres vinos; cursos de iniciación a la cata de 2 horas; o talleres para 'elaborar tu propio vino', en los que podrá realizar personalmente su coupage con diferentes variedades de uva). Las actividades requieren inscripción previa, bien por teléfono (958 777 092) o por correo electrónico (reservas@senoriodenevada.es)
Situada en el término municipal de Villamena, a un paso de Granada capital, su ubicación es privilegiada para el cultivo de la vid, por su microclima excepcional influenciado por las brisas del Mediterráneo y las de Sierra Nevada, dando lugar a oscilaciones de temperatura que van desde los 35 grados de día a los 12 de la noche, en los meses de maduración de la uva. Actualmente poseen 21 hectáreas de viñedo en suelos pizarrosos que transmiten mineralidad a sus vinos.
A las primeras plantaciones de Cabernet Sauvignon, Syrah, Merlot y Tempranillo hay que sumar las realizadas entre 2004 y 2010: un total de 15 hectáreas de Garnacha, Petit Verdot y Viognier. El 30% de la superficie se explota en cultivo ecológico y con rendimientos bajos de 5000-6000 kilogramos por hectárea. La selección se hace en la propia viña por sus grupos de vendimiadoras, todas mujeres de la zona, siguiendo las instrucciones del enólogo. La producción total de Señorío de Nevada está entre las 80.000 y las 90.000 botellas. Son bien conocidos sus Bronce, Plata y Oro, los tres bajo la Denominación de Origen Vinos de Calidad de Granada, de los que actualmente está en el mercado la añada 2009.
El Bronce es un coupage de Cabernet Sauvignon y Merlot, con 12 meses en barricas de roble francés y americano. Color rojo virando al caoba con ribete teja, nos ofrece un abanico de aromas terciarios, animales y de higos secos en primera olfacción, para dar paso a notas de coco, compota de fruta y ceras. Suave y aterciopelado en boca con recuerdos de ciruelas en licor y marrasquino en retronasal.
El Plata, un coupage de Syrah y Merlot con una crianza de 12 meses en barrica predominantemente francesa, se muestra menos evolucionado en color, en nariz la fruta está mucho más presente y envuelta en aromas de cueros finos. Ciruelas pasas, recuerdos de aceitunas negras y elegantes vainillas terminan de componer el paisaje organoléptico de este vino.
El Oro cambia el coupage cada año, ya que en esta referencia utilizan lo mejor de su cosecha. El 2009 es un Syrah, Merlot y Cabernet Sauvignon con una crianza de 12 meses en barrica francesa nueva. De color caoba con ribetes atejados y con mucha complejidad y elegancia en nariz. Boca sedosa, de taninos dulces, conforman un vino muy agradable de beber y con mucha longitud.
La gama se ve ampliada por un Petit Verdot ecológico, sin paso por madera, acogido a la D.O. El 2012 es de color picota con ribete rubí; nariz muy varietal, con notas animales al principio que dan paso a aromas de moras frescas, pimienta y monte bajo. En boca es un vino serio, con volumen, ataque dulce y ligero amargor final. Y con el Viña Dauro Roble (V.T. Laderas del Genil), un coupage de Merlot y Syrah con 3 meses de crianza en roble americano y francés.
Las últimas elaboraciones de la bodega son un Rosado acogido a la D.O., coupage de Tempranillo, Garnacha y Cabernet Sauvignon de un precioso color piel de cebolla, con 3 meses de crianza sobre lías. En la añada 2013 encontramos aromas de fresillas, lácteos y monte bajo; muy fresco en boca, persistente, amplio y con buena acidez. Y un blanco de Viognier -V.T. Laderas del Genil- con crianza sobre lías (para contrarrestar el posible verdor que pudiera dar una viña tan joven, pues solo tiene 3 años) y maceración prefermentativa en frío durante 3 horas para extraer el máximo carácter varietal. En este 2013, en nariz aparecen ligeras notas tropicales de piña, de fruta de hueso, tomillo, jara y flores blancas. Un vino que mejorará, sin duda en próximas añadas que ya apunta buenas maneras.
También te puede interesar
Lo último
Contenido ofrecido por el Colegio de Veterinarios de Granada
Contenido ofrecido por Aguasvira
Contenido ofrecido por CEU en Andalucía