El curso de iniciación a la microbiología de la Universidad se clausuró ayer de la mejor manera posible: con la asistencia de Margarita Salas Falgueras, una de las científicas con más renombre en España y en el extranjero, no sólo por sus logros personales sino por su formación privilegiada junto a Severo Ochoa, quien fue su director de tesis.

Poco después se crearon en España las primeras becas para los doctorandos, hasta llegar a las mejoras que se disfrutan en las Universidades. "En donde actualmente se recibe una formación espléndida y se pueden hacer unas tesis muy buenas e interesantes", afirma Salas. De hecho los doctores españoles que salen al extranjero son muy cotizados, porque están muy bien formados además de tener una gran capacidad de trabajo.

La falta de apoyo y de reconocimiento por ser mujer ha sido una constante en la carrera de Margarita Salas. A pesar de que en el laboratorio que coordinaba junto con su marido no se hacían distinciones, el trabajo de una mujer en el campo de la investigación era poco reconocido en la España de los años 60.

Asegura Salas que "siempre era 'la mujer de Eladio Viñuelas'. Por ello mi marido decidió cambiar su tema de investigación y dejar de trabajar conmigo, para que yo pudiera tener un reconocimiento social por mi trabajo". Asegura que nunca tuvo ningún problema en este aspecto con Severo Ochoa, ya que siempre la trató como una persona y que tampoco encontró en Estados Unidos la discriminación que sufrió en España.

Esta científica lleva luchando desde hace más de 40 años en la investigación del bacteriófago Phi 29 y por la igualdad de las mujeres, no sólo en el ámbito científico sino en todos los aspectos. "No soy una feminista furibunda. Sólo pretendo que no haya una discriminación negativa, es decir, que por ser mujer no se nos den menos o peores oportunidades que a los hombres", aseveró la investigadora.