Sierra Nevada

La presión humana y la escasez de agua, desafíos para Sierra Nevada tras 25 años como Parque Nacional

  • Uno de los mayores tesoros de Granada y de Andalucía cumple años tras su mítica declaración como Parque Nacional, el mayor de los reconocimientos para un lugar que recibe tanta atención internacional como amor y cuidado a nivel nacional

La presión humana y la escasez de agua, desafíos para Sierra Nevada tras 25 años como Parque Nacional

La presión humana y la escasez de agua, desafíos para Sierra Nevada tras 25 años como Parque Nacional / G. H.

En 1999, Sierra Nevada se sumó a esa lista de lugares emblemáticos que merecen un nombre en la historia de la humanidad. Fue el año en el que los granadinos vieron cómo su sierra se convertía en un hito ambiental al obtener el grado de Parque Nacional. Este aniversario se celebra cuando se cumple un cuarto de siglo de continuos esfuerzos y dedicación hacia la preservación de la riqueza natural y cultural de estas montañas.

El conjunto majestuoso de picos que compone Sierra Nevada ha sido testigo de numerosos cambios de toda índole a lo largo de los años. Aunque no fue hasta 1999 cuando obtuvo el estatus de Parque Nacional, un reconocimiento hacia su valor ecológico y su prodigiosa figura. Desde aquel momento, los esfuerzos por conservar de firma sostenible esta sierra granadina han sido constantes.

El Parque cuenta con más de 85.883 hectáreas de terreno, el cual está repleto de todo tipo de flora y fauna propia de la región. Las altitudes de sus montañas superan los 3.400 metros, con picos como el Mulhacén y el Veleta.

Diferentes lugares ubicados en estas cumbres han tenido una atención especial por parte de todas aquellas personas dedicadas a la conservación, como el imponente quebrantahuesos, el rebeco, y la lagartija de Sierra Nevada. A partir de la designación como Parque Nacional, se han puesto en funcionamiento programas de monitoreo y preservación, que han contribuido a la salud y diversidad de la vida en este territorio.

Sierra Nevada tiene todo el derecho de enorgullecerse al ser una especie de portal al pasado, pues cuenta con las pinturas rupestres de Peña de la Cruz, que pertenece a épocas prehistóricas y relatan historias milenarias. Este hecho aporta un valor cultural, que unido a su particular belleza natural, atrae a visitantes, investigadores y apasionados de la naturaleza de todos los rincones del mundo.

25 años de lucha por la Sostenibilidad

El título de Parque Nacional trae consigo innumerables factores positivos, pero también una ineludible responsabilidad. Durante estos 25 años, se han puesto en práctica iniciativas que buscaban equilibrar la conservación con el acceso público, como rutas bien planificadas, centros educativos y programas turísticos sostenibles que han permitido a millones de visitantes disfrutar de los encantos de Sierra Nevada sin poner en riesgo su integridad.

Los recursos hídricos y su gestión es otro de los aspectos cruciales, por lo que se han formalizado programas que llevan 25 años preservando la calidad y la cantidad idónea de este recurso vital tan preciado y fundamental en sectores como la agricultura. Las fuentes acuíferas que nacen en la sierra alimentan ríos y embalses en toda la región.

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pic-20191231021757S0009P1 / (Granada)

El Parque Nacional de Sierra Nevada ha conseguido logros de incalculable valor, sin embargo, los próximos 25 años están repletos de nuevos e incluso desconocidos desafíos. Viejos habituales como el cambio climático, la presión turística y la gestión de las especies invasoras son solo algunas de las importantes temáticas con las que Sierra Nevada tendrá que lidiar mediante un enfoque colaborativo entre todos los órganos, autoridades e instituciones posibles, además, por supuesto, de la colaboración ciudadana.

Sierra Nevada también ha estado fuertemente asociada a la educación, pues a lo largo de los años se han iniciado programas educativos destinados a concienciar sobre la importancia de la conservación y generar una sensibilidad especial hacia la naturaleza como clave para la perpetua existencia de la sierra en las mejores condiciones posibles.

Ignacio Henares Civantos, conservador del Parque Nacional y Natural de Sierra Nevada desde 2007 hasta 2020, recuerda el cambio que supuso la transformación de Sierra Nevada en Parque Nacional, destacando el cambio en la percepción de la sociedad hacia los espacios naturales protegidos. Este hito supuso la madurez de la sociedad, que reconoció a Sierra Nevada como esencial desde los años 80 hasta el presente.

Henares responde sobre el futuro destacando la "posición única de este lugar en el Mediterráneo", en el borde con el continente africano, explicando que "la adaptación a su ubicación geoestratégica es fundamental, dada su fragilidad ante fenómenos globales como el cambio climático y la pérdida de biodiversidad".

El conservador del Parque describe el panorama actual del mismo como "una encrucijada administrativa. Sierra Nevada debe demostrar nuevamente al mundo que está bien gestionada, buscando recuperar su posición en la Lista Verde de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza. Los retos incluyen la gobernanza efectiva y la gestión basada en la mejor información científica disponible".

Cuando se le pregunta sobre las amenazas del Parque, Ignacio Henares describe la "necesidad de equilibrar la conservación y la vida local con el desarrollo sostenible", además de expresar su preocupación hacia el avance del cambio climático y la presión turística creciente como desafíos pasados y presentes que, según Henares, "requerirán de una identificación de áreas específicas para el ocio y el turismo".

El presidente del Consejo de Participación del Parque Nacional y Parque Natural de Sierra Nevada, Manuel Titos, resalta que "en la actualidad hay un mayor control, especialmente en el interior del parque, gracias a las figuras de protección que se han implementado". Estas figuras están diseñadas para prevenir el deterioro del ecosistema y garantizar que el funcionamiento cumpla con las leyes de los Parques Nacionales. Aunque admite "la creciente presión económica sobre las altas cumbres", Titos destaca los instrumentos creados para evitar el deterioro futuro.

Acerca del futuro de Sierra Nevada, Manuel Titos apunta con preocupación a "la presión humana y los cambios geográficos, además del ya mencionado cambio climático". Explica que Sierra Nevada se enfrenta a una mayor escasez de agua, disputas por recursos y una degradación proporcional al mismo cambio climático. Sin embargo, confía en "los instrumentos jurídicos actuales y en la creciente conciencia social para controlar esta situación y mirar al futuro con optimismo".

Preocupación y Optimismo

En cuanto al estado actual del Parque Nacional, el presidente Manuel Titos reconoce las amenazas, pero destaca la protección legal y los equipos profesionales que trabajan para cumplir con las previsiones establecidas. Aunque el presente está sometido a desafíos, Manuel sugiere que "con conciencia y acción, es posible ralentizar o incluso revertir los efectos degenerativos".

A través de las perspectivas de dos de los profesionales con mayor pasión por este monumento natural, obtenemos un panorama completo de Sierra Nevada como Parque Nacional, su evolución y los desafíos actuales. Tanto Manuel Titos como Ignacio Henares destacan la importancia de la conservación, la adaptación al cambio climático y la necesidad de equilibrar la presión económica con la sostenibilidad a largo plazo para poder celebrar otros 25 años de uno de los tesoros más especiales y bellos de Granada y del mundo.

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