La Sierra cierra su peor temporada desde el 95 con 213.000 visitantes menos

La sombra del 95 se cernió sobre Sierra Nevada desde el mismo momento en el que la estación abrió sus puertas con menos de 2 kilómetros y pocas perspectivas de mejorar la superficie esquiable. Nadie quería mencionar la posibilidad de que esta temporada, de la que se esperaban grandes cosas, fuera como aquella campaña de pesadilla en la que la falta de nieve obligó a suspender los Mundiales de Esquí, pero durante los cinco meses que han pasado desde que se pusieron en marcha los remontes, nadie ha podido dejar de pensar en que la historia, veinte años más tarde, se repite.

En efecto, según confirmó ayer la consejera delegada de Cetursa, María José López, esta ha sido la temporada "más difícil" de Sierra Nevada de su historia reciente, la peor desde aquel año 95 en el que la estación no estaba igual de preparada como lo está ahora para afrontar una meteorología adversa. La persistente falta de nieve, una situación que no se remedió hasta bien entrado el mes de febrero, y las altas temperaturas han marcado los resultados de la temporada: la estación ha perdido 213.303 visitantes respecto a la campaña 2014-2015, quedándose en 819.697 usuarios, un 20,7% menos.

Esa caída se debe exclusivamente al descenso del número de esquiadores, que se ha desplomado un 27,9%, pasando de 878.889 a 633.802. Por el contrario, los visitantes no practicantes de deportes de nieve, quienes acuden a la estación sin calzarse ni los esquíes ni la tabla de snow, han salvado la temporada con un crecimiento del 20,6%, pasando de los 154.356 de la campaña 2014-2015 a los 185.895 de 2015-2016.

Obviamente, este descenso de la afluencia ha tenido consecuencias económicas importantes. La facturación ha caído en 8,4 millones de euros (los 31,4 del año pasado se han convertido en 23 millones), principalmente por el varapalo que supuso para la estación de esquí 'perder' el tirón navideño, clave para mantener el ritmo el resto de la temporada. En todo caso, parte de la caída de la facturación ha sido absorbida por el ejercicio presupuestario de 2015, por lo que esperan que 2016 pueda remontar gracias a los buenos resultados de los dos últimos meses de esta campaña, el descenso de gastos, la venta anticipada y un buen inicio de la próxima temporada, consiguiendo así "un cierre equilibrado".

La falta de nieve también ha marcado los datos de ocupación, que ha sido del 53% de media durante la temporada, con picos y desniveles muy importantes debido a la meteorología. Mientras que en el Puente de la Inmaculada y en Navidad no superó el 45%, en Semana Santa, con nieve ya en las pistas, superó el 85%, dejando un mes de marzo histórico.

Los resultados que presentó ayer María José López no son buenos, pero también es cierto que podrían haber sido mucho peores. Si la caída de la facturación y de la afluencia no ha sido todavía más negativa se debe a la remontada de la campaña de primavera. De hecho, la consejera delegada de Cetursa indicó ayer que todo el mundo en la Sierra tiene la percepción de que este año ha habido dos temporadas: una primera en la que "Sierra Nevada no era Sierra Nevada", y otra segunda, a partir del 19 de febrero, en la que la estación ya sí era la estación. La apertura del telesquí Zayas, la puesta a disposición de todo el desnivel esquiable, la incorporación de la Laguna y el traslado del snowpark a la Loma de Dílar cambiaron la cara a la estación, que ha conseguido cerrar la temporada con "buen sabor de boca", con datos históricos en marzo y muy buenos resultados en abril.

"Si hubiéramos tenido una temporada normal, nos hubiéramos salido", aseguró ayer la responsable de Cetursa, que indicó que el 70% de la afluencia que ha recibido la estación de esquí se ha concentrado en esa segunda parte de la temporada, cuando habitualmente la proporción es de un 40 o 45%. Según los datos facilitados por la empresa que gestiona la estación, el mejor mes de la campaña de invierno fue marzo, con 291.041 visitantes. le siguen febrero, con 184.286; enero, con 131.285; abril, con 108.340; y diciembre, con 104.205.

Los resultados, según María José López, muestran las difíciles condiciones que ha atravesado la estación, pero también "la versatilidad, el compromiso y el esfuerzo" de los trabajadores y los empresarios de la estación para atraer a un importante número de esquiadores y no esquiadores "a pesar de las circunstancias". El mejor ejemplo, según la consejera delegada de Cetursa, se pudo ver durante los dos primeros meses de temporada en los que la nieve brilló por su ausencia. "En los momentos más difíciles ofrecimos a nuestros clientes el producto Sierra Nevada NonStop, gracias al trabajo del departamento comercial y del departamento de montaña, que hicieron un esfuerzo increíble para que durante esas doce horas nuestros clientes estuvieran satisfechos".

La consejera delegada de Cetursa apuntó que durante muchos de los 156 días que la estación ha permanecido abierta, especialmente en el mes de diciembre, Sierra Nevada "ha cumplido más con un compromiso social con la creación de empleo y generación de riqueza, que con su cuenta de resultados". La temporada, además de por la falta de nieve, ha estado marcada por las constantes protestas del comité de empresa, que ha acusado a Cetursa de "mala gestión laboral".

Ayer mismo en sede parlamentaria, el consejero de Turismo y Deporte, Francisco Javier Fernández, apuntó que la estación "ha cumplido con los compromisos en la contratación de personal fijo discontinuo en función de la carga de trabajo", pasando de los 275 empleados del mes de diciembre (entre remontes, hostelería, parking y agencia de viaje) a los 488 del mes de marzo, el de máxima afluencia. El consejero, que contabilizó en 328 el número medio de trabajadores en el año 2015, apuntó que estas cifras "ponen de manifiesto que la política de la empresa de mantenimiento y creación de empleo cuando hay nieve es real". Además, aseguró que en la estación conviven cuatro convenios colectivos, y que el de los trabajadores de remontes es "el mejor en el sector de la nieve en España". En su comparecencia, Fernández también hizo hincapié en que la contratación de trabajadores fijos-discontinuos en la empresa se rige "en función de la nieve que hay", lo que significa que "entran cuando hay nieve y se van cuando no la hay".