La Silla del Moro abre sus puertas gratis hasta fin de año

La vista que se divisa de Granada desde la Silla del Moro es tan espectacular que hasta la propia ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, se animó a llevársela a Madrid inmortalizada en su iPhone. La oportunidad que tuvo ayer la ministra la podrán tener el resto de granadinos desde este fin de semana ya que el bello mirador ha quedado abierto al público después de tres años de rehabilitación en los que se han invertido 800.000 euros.

La responsable de la cartera de Cultura se desplazó hasta la construcción medieval del siglo XIV y ubicada en el parque periurbano de la Alhambra, para comprobar el resultado de los trabajos de composición y mejora que se han realizado en la torre y en todo su entorno.

González-Sinde destacó la importancia de haber recuperado este espacio no sólo porque incorpora un hito más en el recorrido del monumento sino porque se trata de un enclave "muy grabado en la memoria de todos los granadinos" que se había deteriorado por el paso del tiempo.

Hasta final de año las instalaciones se abrirán cada fin de semana de manera gratuita pero pasado este tiempo, el Patronato de la Alhambra se reserva la posibilidad de que se pague por ello, incluyendo a la Silla del Moro o Mirador de Santa Elena dentro de la oferta turístico-cultural del recinto nazarí.

En cualquier caso, para González-Sinde apostar por la Cultura es una línea de trabajo que para el Gobierno ofrece "muchas dimensiones de retorno" para la sociedad. "Invertir en patrimonio es invertir en futuro, en empleo, y permite seguir ofreciendo una oferta turística más atractiva para los visitantes", señaló y añadió la importancia de ofrecer, además de sol y playa, un turismo cultural, no estacional, dirigido al visitante con un alto poder adquisitivo que repercuta en la hostelería y otros servicios, actuando como una "locomotora" que "tira de muchos otros sectores".

La intervención en la Silla del Moro, realizada por el Instituto del Patrimonio Cultural de España (IPCE) y dirigida por el arquitecto Pedro Salmerón, ha incluido una prospección arqueológica que muestra la que fuera la estructura original del inmueble y las adiciones de finales del siglo XV.

En los trabajos, se ha realizado una recuperación de volúmenes muy cercana a la situación que presentaba la Silla del Moro en los años 60, antes del añadido realizado por Francisco Prieto Moreno pero ganando, además, en accesibilidad, detalles turísticos (como una serie de leyendas que explican la historia de la torre) y refuerzo de la estructura en sí.

La labor arqueológica que se ha efectuado consolida y pone en valor el edificio y ha permitido obtener nuevos datos, como las trazas que presentaba la antigua construcción, proporcionando importantes informaciones sobre la configuración y la estructura del inmueble que se darán a conocer como material turístico a los visitantes del recinto.