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Socios del Santa Clara Golf de Otura (Granada) denuncian el abandono de las instalaciones: sin césped y con madrigueras en los hoyos

  • El complejo se inauguró en 2006 a bombo y platillo como uno de los mejores, con 18 hoyos diseñados por Enrique Canales

Socios del Santa Clara Golf de Otura (Granada) denuncian el abandono de las instalaciones: sin césped y con madrigueras en los hoyos

Socios del Santa Clara Golf de Otura (Granada) denuncian el abandono de las instalaciones: sin césped y con madrigueras en los hoyos

Si se entra en la página web del Santa Clara Golf, en Otura, se dice que allí se puede disfrutar a los mejores 18 hoyos TPC de la zona, que es una importante apuesta de ocio, que posee unas instalaciones magníficas y que tiene unas bellas vistas a Sierra Nevada. También se ven fotografías con el césped muy verde y un impoluto restaurante donde se ofrecen platos muy variados. Pero todo eso es mentira, menos que desde allí se contemplan unas vistas preciosas a Sierra Nevada. Al menos eso es lo que opinan los socios del Club, que han denunciado el abandono que sufren estas instalaciones que en su día fueron modélicas. Por lo pronto no hay césped. Prácticamente todo el terreno carece de él y en vez de hoyos para practicar ese deporte “lo que hay son verdaderas madrigueras de conejos”.

El Santa Clara Golf de Granada fue inaugurado en Granada a bombo y platillo en 2006. Ofrecía 18 hoyos por 73 diseñados por Enrique Canales. Se caracterizaba por sus amplios greens y sus numerosos relieves, así como la gran diversidad de obstáculos estratégicamente ubicados. Aquello podía ser un sueño para muchos aficionados al golf. Y lo fue durante un tiempo ya que llegó a tener casi 300 socios. Hoy no queda ni la cuarta parte debido al goteo continuo de bajas que se dan por considerar que el campo apenas se puede jugar al golf. “Al no haber verde, solo tierra, pueden darse lesiones de golfistas al intentar dar a la bola”, señalan los socios. La piscina climatizada ya no existe y las pistas de pádel sufren el mal de la dejadez. Y la suciedad campa a sus anchas por todos sitios.

Estado en el que se encuentra el campo de golf Estado en el que se encuentra el campo de golf

Estado en el que se encuentra el campo de golf

Conforme ha ido pasando de manos de empresas explotadoras del negocio, las instalaciones se han ido deteriorando hasta alcanzar el abandono total. Debido a las deudas contraídas por los primeros propietarios se hizo cargo de las instalaciones un banco y después pasó a Global Golf, que firmó un contrato de explotación de diez años. Pero esa empresa se la ha pasado a otra “y ahora nadie sabe exactamente en manos de quién está ni lo que pretenden, que es lo peor”, dicen los socios. Lo que sí tienen claro es que aquello ya es “prácticamente irrecuperable” y que los trabajadores están cobrando irregularmente sus salarios. Las deudas a las administradoras se acumulan y el lugar ha dejado de ser aquel destino turístico ideal que prometía. Otro sueño más que se va por el desagüe de la desidia y la incompetencia.

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