La idea llevaba varios años rondando la cabeza del alcalde y el pasado día 20 de enero la subida de dos euros en la entrada a la Alhambra para sufragar las mejoras que requiere el barrio del Albaicín quedó plasmada en un convenio. El documento llegó hasta el despacho de Susana Díaz listo para firmar pero, a día de hoy, el Ayuntamiento todavía no ha obtenido respuesta. El contenido de este convenio se desveló ayer después de que en el pleno municipal los socialistas afearan al alcalde la utilización "populista" que está haciendo estos días de la Alhambra. "Le está haciendo usted daño a la economía de la ciudad invocando al populismo más rancio con la Alhambra. Señor alcalde no se preste a estas ocurrencias. Estoy de acuerdo en que la Alhambra colabore con la ciudad, pero firme un convenio y pongámonos a trabajar juntos", le sugirió la concejal socialista María Escudero al alcalde.

Y entonces fue cuando el alcalde tomó la palabra para lamentar la incomunicación con la directora del Patronato de la Alhambra y la Junta de Andalucía durante todos estos meses después de que el Ayuntamiento redactara, precisamente, un convenio en el que implicaba al consejero de Educación, Cultura y Deporte (Luciano Alonso) la directora del Patronato de la Alhambra (María del Mar Villafranca), y a el mismo como presidente de la Agencia Albaicín.

Pero vayamos al proyecto. Bajo el nombre de 'Espacio Unesco', el Ayuntamiento propone un plan que promueva las relaciones entre la Alhambra y el barrio del Albaicín, ambos declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. El proyecto se articularía a través de la modalidad de visita tutelada combinada a ambos recintos y entornos. Y aquí recuerda el alcalde la obligación de la Alhambra de promoción y custodia de los bienes culturales afines y la obligación de la Agencia Albaicín de revitalizar los barrios históricos de Granada, en concreto el Albaicín. De hecho, ambas instituciones ya pusieron en marcha la actividad Colinas que se miran con la intención de que el turista tuviera un nuevo atractivo en su visita a la Alhambra al poder relacionarla con su entorno natural y urbano.

A nadie se le escapa que un trabajo conjunto entre ambas administraciones permitiría potenciar la imagen de la marca Alhambra y del Albaicín como Patrimonio Mundial. Pero este proyecto necesita un marco de financiación estable y aquí es donde colisionan los intereses de las instituciones. Obviando este asunto, el Ayuntamiento se compromete en su convenio a destinar el total de la retribución que le corresponde por las entradas al monumento a la conservación y revitalización del Albaicín. A su vez el Patronato se tendría que comprometer a la cesión del 15% de sus ingresos por venta de entradas tras incrementar en el mismo porcentaje el precio de los tiquets. A través de la Agencia Albaicín este dinero tendría el mismo fin. Todo con la supervisión del interventor general del Ayuntamiento. En manos del Patronato también quedaría la recepción, organización e información al visitante en los monumentos del proyecto, la supervisión de los itinerarios conjuntos o el mantenimiento del itinerario de los bienes de interés cultural del Albaicín, la elaboración de los folletos divulgativos así como su difusión.

De firmarse este convenio (poco probable dada la negativa de la Alhambra, que siempre ha sostenido que el Albaicín es un barrio de Granada y como tal tiene que cuidarlo su Ayuntamiento) se crearía una comisión de seguimiento formada por dos representantes del Patronato de la Alhambra y dos representantes de la Agencia Albaicín.

"Yo no confronto, yo necesito recursos económicos para ayudar a un barrio que lo necesita. Es más, creo que he hablado muy poco durante este mandato", dijo el alcalde y cerró la última sesión antes de las elecciones municipales.