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Siguiendo la estela que abrieron en junio de 2009 los Padres Escolapios de Granada, el colegio concertado Inmaculada Niña acaba de conseguir del alto tribunal andaluz una sentencia favorable sobre su derecho a ampliar unidades. La lucha que mantienen desde hace varios años seis centros concertados de la capital con la Administración autonómica, que se niega a financiar una ampliación de líneas mientras existan plazas sin cubrir en otros centros públicos de Granada, está desencadenando un movimiento sin precedentes en la enseñanza reglada.
Después de que el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía obligara a Educación a escolarizar a los 25 niños que estaban integrados en una tercera línea de infantil en los Escolapios, el colegio Inmaculada Niña se sumó junto al Cristo de la Yedra y al Sagrado Corazón a reclamar vía judicial una ampliación de sus plazas escolares. Todos los años, el número de solicitudes para entrar en estos centros supera con creces a la oferta que les "impone" la Consejería de Educación, pero no llegan a un acuerdo para atenderlos. Así que los cuatro están en plena batalla por conquistar este derecho.
Según informó ayer el despacho de abogados Muñoz de Priego y Pérez, el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía reconoció el 29 de julio "el derecho del Inmaculada Niña al concierto de las tres nuevas unidades (una por cada curso de Infantil), por un periodo de cuatro años, a partir del curso 2008-2009, condenando además a la Administración a hacer frente a las consecuencias económicas que se deriven de dicha denegación.
En abril de 2009 se manifestaron dos mil familias en demanda de más plazas para seis centros concertados de Granada, entre ellos los cuatro que finalmente han optado por la vía judicial y que pertenecen a la patronal Escuelas Católicas. De éstos, dos ya tienen el camino libre para ampliar una línea más.
En la sentencia ahora hecha pública, se destaca que "desde la perspectiva del derecho a la educación del artículo 27 CE, no puede mantenerse que su demanda por unos padres concretos se satisfaga indistintamente en cualquier centro público o privado, ya que no todos son iguales, y la oferta educativa de este centro en concreto tiene una demanda entre los padres superior a los centros públicos de la zona, lo que también demuestra una demanda social del centro".
Inmaculada Niña también ha interpuesto contenciosos contra las sucesivas órdenes de concierto de los cursos siguientes.
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