Aromas y sabores

Taittinger, un gran champagne de familia

  • Visitar la Champagne es siempre un lujo

  • Si además es de la mano de una de las casas más afamadas de la región y sus vinos, es un sueño

Entrada a la Marqueterie.

Entrada a la Marqueterie. / M.L.

A capital de región de Champagne, Reims, se encuentra al norte de la región Parisina, a unas dos horas en coche de la capital francesa. De una belleza excepcional, los ojos se pierden en un mar de viñedos donde se produce el que quizás sea el vino más famoso y uno de los más exclusivos del mundo: el champagne.

Un vino, además, cargado de historia que hacen la fama de las Maisons (así se llaman las bodegas de Champagne), sobre todo hoy en día, aquellas que siguen siendo familiares y no pertenecen a grandes grupos o consorcios de lujo.

Vitelie Taittinger. Vitelie Taittinger.

Vitelie Taittinger. / M. L.

Es el caso de la Maison Taittinger, que tuvimos la suerte de visitar durante dos días de la mano de los hermanos que llevan hoy las riendas de la propiedad y la marca: Clovis y Vitalie Taittinger. Desde la muerte de su padre, él es el gerente y director general y su hermana será, a partir de enero de 2020, presidenta de la Maison.

Pero empecemos por el principio… Rey, señor, administrador, poeta, cancionero, conquistador, explorador, Teobaldo IV fue todo esto al mismo tiempo. Seducido por el amor cortés de Blanca de Castilla, madre del futuro San Luis, tuvo que marcharse a las cruzadas en 1239. Volvió de Oriente con dos tesoros aún desconocidos del mundo cristiano: una rosa de Damasco y una planta de un nuevo cepaje, antecesor del Chardonnay. En ese momento comenzó a escribirse la leyenda de Taittinger, hasta hoy. El bisabuelo del actual propietario, de una familia de origen austríaco que emigra a Francia en el siglo XVII, compra la Maison de champagne y los viñedos, y fueron sus hijos y ahora sus nietos los que desarrollan la marca. El primer vino sale de las naves entre 1936 y 1939, conquistando el paladar del mismísimo Pierre I, Gran Zar de todas las Rusias.

Botellas. Botellas.

Botellas. / M. L.

Varias cosas distinguen a Taittinger de otras marcas de champagne. Empezando porque en la AOC Champagne normalmente existe la figura del viticultor, que posee el viñedo, cría la uva y la vende a las Maisons de Champagne, y éstas no suelen tener viñedo propio. Sin embargo, Taittinger posee entre 10.000 y 15.000 hectáreas en toda la AOC (el término AOC correspondería más o menos a una denominación de origen en España).

Otra característica es que todos sus champagnes tienen al menos un 45% de Chardonnay en su coupage y se vinifica parcela por parcela para darle a cada uva el punto óptimo.

Y por si fuera poco, la AOC exige 15 meses de crianza en las cavas para los millesimés y Taittinger los tiene al menos cinco años lo que confiere a sus vinos un carácter único.

Para el Millesimé Comptes de Champagne, la ‘joya de la corona’, siempre compuesto únicamente por uvas Gran Cru (la mayor calidad existente en la AOC) cada año piden a un artista que diseñe la etiqueta.

Durante la cena en la que nos recibió Clovis Taittinger conocimos toda la historia familiar además de degustar algunos maravillosos Millessimés, pudimos conocer la historia de la familia para, al día siguiente visitar La Marqueterie, una de sus bodegas de crianza, con cavas de tiza (las famosas crayeres) de más de 10 kilómetros de largo y que llegan a los 18 metros de profundidad que almacenan más de 2 millones de botellas.

Se necesitaron más de 2 siglos para perfeccionar el descubrimiento de este vino espumoso y obtener el champagne del que disfrutamos ahora.

Escudo de la Maison. Escudo de la Maison.

Escudo de la Maison. / M. L.

Tras elaborar un vino blanco, este se embotella y las botellas de colocan en (unas sobre otras en posición horizontal) para que el vino realice la segunda fermentación en botella. Luego las botellas pasan a los pupitres en rima, colocadas en punta, es decir, con el gollete hacia abajo, para concentrar ahí por gravedad todas las impurezas. Así permanecen años mientras los trabajadores, en las cavas, van girando botella por botella (un cuarto de vuelta cada vez) ¡¡¡Un trabajador puede girar unas 6.000 botellas por hora!!!. Luego se enfría el gollete hasta los 20º C bajo cero para abrir la botella y que salga congelado una especie de ‘tapón de hielo’ conteniendo dichas impurezas y se pondrá el corcho definitivo después de añadir el licor de expedición. A pesar de que poseen una bodega en Chile desde los años 80 del pasado siglo, Dominio de Carneros, su gran joya es Taittinger. Pregunto a Vitalie Taittinger por el éxito del champagne en el mundo y me contesta que en la región “todo el mundo lucha, cree y vive el champagne”.

Una bodega imprescindible de visitar si van a la zona, como lo hacen miles de peregrinos que hacen el Camino de Santiago de Berlín pasa por Reims y millones de amantes del champagne. De hecho, tienen unas 60.000 visitas al año.

Hablando de España, Clovis Taittinger lo ensalza como país y como cultura “en el que el champagne tiene un gran hueco”. Yo les recomiendo que no dejen pasar el placer de disfrutar de al menos una de sus botellas en las próximas navidades… O en cualquier momento.

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