Talento granadino que da la nota en mandarín
Liamar Dulcinea López y Enrique David Cruz se llevan los dos primeros premios de la final española del concurso Puente a China
La semifinal del concurso Puente a China, que se celebró el pasado 5 de mayo en el Paraninfo de la Universidad de Barcelona, los concursantes provenientes del Instituto Confucio de la Universidad de Granada, Liamar Dulcinea López García y Enrique David Cruz Peña, ganaron los dos primeros premios del grupo universitarios, informa la UGR a través de una nota.
Puente a China es un concurso organizado por la Embajada de China, con la colaboración de los Institutos Confucio (IC), que tiene como objetivo ampliar la difusión del chino mandarín, despertar el interés por el aprendizaje del idioma y consolidar el conocimiento de la lengua y cultura chinas.
El contenido del concurso incluyó tres partes: un discurso, una ronda de cinco preguntas sobre el conocimiento de la lengua y la cultura chinas y una representación de artes culturales chinas para el que Liamar se presentó con un rap y Enrique interpretó una canción a la guitarra. Para la convocatoria del concurso de 2013, el Instituto Confucio de la UGR organizó el 16 de abril la preselección local nominando a tres concursantes que representaron al IC de la UGR.
En la semifinal de Barcelona, a la que se presentaron nueve concursantes, la estudiante del IC-UGR, Liamar Dulcinea López García, se alzó con el primer premio, con lo que podrá ir a China como finalista representando a España para el concurso mundial Puente a China. El segundo representante del IC-UGR, Enrique David Cruz Peña, ganó el segundo premio, lo que le permitirá asistir a la final como espectador del concurso.
Los dos granadinos siguen caminos similares. Ambos estudian chino desde 2008 en la Facultad de Traducción e Interpretación de la UGR y esperan encaminar su trayectoria profesional hacia la docencia del chino, en el caso de Enrique, que reconoce que para aprender este idioma hace falta "pasión" y 'organizador' de un cine club de temática asiática; y de la traducción en el caso de Liamar, que comenzó a interesarse por Asia a los 12 años de la mano de la lectura y que ya ha estado un año en Pekín estudiando chino. Ambos estudiarán en el gigante asiático el próximo año.
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