Tardes llenas de fiesta, sol y agua

Las fiestas vespertinas en las casetas de marcha de los recintos feriales se han convertido en citas obligadas este verano. Sol, música y agua por microclima son los puntos fuertes de una práctica importada directamente de otros lugares de España con gran influencia en verano como Barcelona, Ibiza o Marbella, y adaptada a unas características muy especiales durante unos pocos días.

Precisamente, este fin de semana se celebran en Atarfe sus fiestas populares, donde varias casetas apuestan por este tipo de acontecimientos. Lo cierto es que lo llevan haciendo desde hace muchos años, ya que esta localidad de la Vega granadina fue una de las pioneras en ofrecer otro tipo de diversión complementaria a la más tradicional: tapeo, cervezas, tintos y muchas risas.

José Galindo es uno de los propietarios de La Embrujá, caseta que estos días abre sus puertas en Atarfe. "La Embrujá fue una de las primeras en la provincia en ofrecer fiestas por la tarde. Desde hace siete años intentamos que la gente lo pase bien no sólo por la noche, sino también a lo largo del día", afirma Galindo.

El repertorio musical en estas fiestas es muy amplio, aunque el sonido house se ha convertido en el estilo con más éxito en los último años. Nacido en la década de los 70 en Estados Unidos, y potenciado más tarde en clubes europeos como los londinenses e ibicencos, el house aglutina en la actualidad influencias de otros estilos musicales como el electro, el minimal o los ritmos latinos. El house es, por tanto, un estilo perfecto para amenizar las tardes veraniegas. Así lo afirma Dadi, deejay de La Embrujá. "El sonido de las tardes es diferente al de las noches. Predomina el house fresco y alegre que hace bailar a la gente, aunque también hay lugar para escuchar algún tema de música latina", comenta Dadi poco antes de cambiar de canción.

La apariencia de las casetas cada vez es más parecida a la de las discotecas. Es el caso de Caramelo, que también ofrece fiestas vespertinas, y cuya fachada exterior destaca por su diseño. Caramelo, tal y como afirma Sergio Santamarina, uno de sus propietarios, lleva sólo dos años, aunque "ya se ha hecho un hueco" en algunas ferias de la provincia.

Albolote, Armilla o Santa Fe también disfrutaran de estas fiestas de sol, agua y espuma en las próximas semanas.