Teranga Go, la vía por la que los migrantes vuelven a casa

El precio de cruzar los miles de kilómetros que separan el país de nacimiento y el de residencia de muchos migrantes complica su deseo de volver a casa, por lo que una red social andaluza utilizará una aplicación móvil para poner en contacto a compañeros de viaje y facilitar así trayectos por Europa. Agustín Ndour llegó hace más de una década a España y como muchos otros migrantes, encontró su destino en Granada, a más de 3.100 kilómetros de distancia de su Senegal natal.

Todas esas horas de viaje que separan ahora las dos casas de Ndour se convierten en una carrera de obstáculos para volver al país de origen por lo costoso del desplazamiento y, en muchas ocasiones, la imposibilidad de subirse a un avión que acorte distancias.

Para facilitar la travesía, este senegalés y el español Gustavo Gómez han diseñado Teranga GO!, una red social dedicada a poner en contacto a personas, fundamentalmente migrantes, para acercar un poco más Europa y África.

"Se llama así porque teranga, una palabra wolof, significa hospitalidad y Senegal es el país de la hospitalidad, y le hemos sumado el Go porque el movimiento nos condiciona", ha detallado Gómez. La nueva red social iniciará su viaje en febrero del próximo año, aunque ya avanza en la creación de una base de datos de las personas interesadas en compartir viaje entre los dos continentes para facilitar el pago de estos desplazamientos.

Su funcionamiento será similar al de otras plataformas para compartir vehículo, aunque Teranga Go! se sustenta en una empresa con fines sociales que dedicará sus beneficios a contratar migrantes en sus países de origen, financiar proyectos de desarrollo y crear iniciativas sociales que mejoren el día a día de los que se ven forzados a cambiar de país.

"Cuando conocí a Agustín me di cuenta de que muchas de las personas que se han tenido que ir de sus países no pueden coger un avión, porque es muy caro, y les cuesta mucho cruzar de continente en coche, así que decidimos ofrecer un poco de ayuda al colectivo", ha recordado Gustavo quien ha puesto el conocimiento tecnológico y Agustín el sentimiento y la experiencia personal, ya que este senegalés que empezó su viaje de supervivencia vendiendo cedés y ahora encuaderna libros, sufre lo complicado de superar las distancias.