A los trabajadores de la empresa Clece, concesionaria de la ayuda a domicilio que presta el Ayuntamiento de Granada, se les avisa de los servicios que tienen que cubrir con 20 minutos de antelación y a través de un mensaje de móvil, muchas veces sin saber la situación del usuario al que van a atender. Cobran entre 4 y 5 euros la hora mientras que la empresa se queda por cada trabajador con otros 4 o 5 euros con un margen de beneficios "absolutamente indecente". Ayer, los trabajadores, representados por su portavoz del comité de empresa, Sergio Santander denunciaron la situación que viven en una rueda de prensa con la concejal socialista Jemi Sánchez y la de IU Maite Molina. Los grupos municipales reprocharon al equipo de gobierno, del PP, "la falta de control" que mantiene sobre la empresa concesionaria del servicio de Ayuda a Domicilio, Clece, para garantizar una prestación de "calidad".

La empresa da servicio a más de tres mil usuarios granadinos, con un coste superior a los cuatro millones de euros al año. La edil del PSOE ha lamentado que los 600 trabajadores de la concesionaria "cada día tienen peores condiciones laborales" y ha censurado que el equipo de gobierno deje a una empresa privada gestionar un servicio público "sin ningún tipo de control, sin fiscalizar, sin mediar y sin exigir".

Por su parte, el concejal de Bienestar Social, Fernando Egea, aseguró que no tienen quejas de los usuarios y que es la empresa la que debe velar por las condiciones de sus trabajadores.