Granada

Triple presentación de un modelo de transporte "abierto" a cambios

  • La oposición, reacia a un nuevo sistema que se ha hecho "de espaldas a la ciudadanía"

La LAC ha perdido miles de viajeros desde la llegada del Metro.

La LAC ha perdido miles de viajeros desde la llegada del Metro. / c. g.

Tras la presentación de la reordenación del transporte urbano llega el examen más complicado: lograr el visto bueno de los grupos de la oposición y de los ciudadanos que son los verdaderos afectados por los cambios en el transporte. El equipo de Gobierno presentó ayer hasta en tres ocasiones el proyecto de reordenación: primero a los medios de comunicación, después en el Observatorio de la Movilidad al resto de grupos municipales y a los responsables del Consorcio Metropolitano y del Metro para finalizar con una reunión con los presidentes de las asociaciones de vecinos.

Ahora, con los planos sobre la mesa toca es reflexionar. La concejal de Movilidad, Raquel Ruz, ha dado un plazo de un mes para presentar sugerencias a la reordenación que, si todo sale según lo previsto, se pondrá en marcha en el mes de abril coincidiendo con los transbordos gratuitos. El portavoz de Izquierda Unida, Francisco Puentedura, ayer mismo ya aportó ya unas cuantas. "Desde IU vemos como positivo que se recuperen líneas transversales y circulares", dijo el edil quien aplaudió que se comuniquen los barrios con el Centro sin la necesidad de hacer transbordos". Sin embargo, Puentedura vio algunas "sombras" en el nuevo mapa donde el servicio es "escaso" por la escasez de frecuencias. "Las siete líneas transversales tienen una frecuencia muy larga", destacó el edil quien consideró que para ganar viajeros resulta imprescindible mejorar los tiempos para evitar que los usuarios pasen mucho tiempo en las paradas. En este sentido, criticó que la línea 4 (LAC-SN5) vaya a tener una frecuencia de 7 a 8 minutos en hora punta y hasta 12 en valle. Por otra parte, destacó que sigue habiendo zonas incomunicadas como ocurre en la conexión entre el distrito Genil y el PTS cuya frecuencia va ser de un autobús cada hora. Por último, y dado que se van a reducir los kilómetros en torno a 270.000, Puentedura pidió al equipo de Gobierno que cubra con ellos las áreas que quedan más desconectadas y recordó que falta por avanzar en las líneas coordinadas con el Cinturón.

La concejal de Vamos Granada, Marta Gutiérrez, señaló que este nuevo sistema supone una marcha atrás en el transporte y criticó la mezcla de "nombres y líneas antiguas y nuevas que no se van a entender fácilmente". A su juicio, la planificación más idónea pasa por sumar el transporte urbano y el metropolitano. "Necesitamos un enfoque global en este sentido", destacó Gutiérrez quien abogó por consensuar todas las medidas para no someter a los usuarios a los "ires y venires", además del coste que puede suponer estas modificaciones.

Por su parte, el portavoz de Ciudadanos, Manuel Olivares, remarcó que el alcalde ha roto la mayor herramienta de participación que tiene este Ayuntamiento por su interés partidista: El Observatorio de la Movilidad. Olivares defendió que se utilice para consensuar y no para presentar propuestas que ya están cerradas. "Nació para dar cabida a la opinión de los técnicos y a la experiencia de asociaciones y colectivos para diseñar una estrategia que permita dar respuestas a los importantes problemas de movilidad que tenemos, que contemple el área metropolitana como prolongación de la capital, que plantee alternativas de aparcamiento y que sea acorde a la demanda de la ciudadanía y al menor coste posible, de acuerdo a la capacidad de endeudamiento de los granadinos", remarcó.

El grupo municipal del PP que impulsó el modelo actual calificó de "vergonzoso y lamentable" que la remodelación del sistema se haya hecho "completamente de espaldas a la ciudad".

La portavoz del grupo municipal popular, Rocío Díaz, y la concejal María Francés, se preguntaron ayer "qué utilidad le dan los socialistas al Observatorio de la Movilidad, órgano de trabajo en el que se debería haber informado y abordado esta cuestión, en lugar de realizar modificaciones con falta absoluta de transparencia y sin consensuar con las restantes fuerzas políticas y colectivos vecinales".

Rocío Díaz reprochó al gobierno socialista que "se rían de este modo de los granadinos y las asociaciones de vecinos elegidas democráticamente", con una remodelación sobre la que "hay muchas dudas". Así, afirmó que en su partido estarán "vigilantes por si estos cambios cumplen con los parámetros europeos en tema de contaminación ambiental".

Por su parte la concejal popular María Francés también mostró dudas y "dado que avanzan una disminución de kilómetros, si ello se va a traducir en despidos de trabajadores".

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