La UGR activa un plan para enviar a sus erasmus con más nivel de idiomas

La Universidad de Granada lleva años a la cabeza de Europa en número de estudiantes que envía al extranjero para completar sus estudios de grado, especialmente a través del programa erasmus. Pero el objetivo de la institución ahora es mejorar la calidad de esas estancias y para ello está trabajando en un plan que incluye, entre otras cosas, mejorar la capacitación lingüística de sus estudiantes antes de marcharse a otros países.

La UGR acaba de sacar la convocatoria de movilidad internacional para sus estudiantes de grado durante el curso 2016-17. La institución ofrece en esta ocasión 4.967 plazas en universidades de 58 países del mundo. Esto supone un aumento de más de 200 plazas respecto a la convocatoria anterior, aunque en la práctica al final no llega a cubrirse más que una parte de la oferta.

La UGR espera que ya este curso se recuperen las cifras normales (de antes de la crisis) de alumnos que salen con una ayuda de movilidad. Podrían estar cerca de los 1.900 al finalizar el segundo semestre. La de Granada sigue siendo una de las más activas en el envío y recepción de alumnos, sobre todo a Europa.

Ahora el objetivo es mejorar la calidad de esos programas, aunque para eso hace falta un trabajo minucioso. El primero de los aspectos a tratar es el del nivel de idiomas de los estudiantes que se marchan. A través del Centro de Lenguas Modernas se están potenciando los cursos específicos para estos alumnos que van a salir fuera. Pero la novedad este año podría darse más en las acreditaciones, pues la UGR tiene previsto sufragar las pruebas para la obtención de esos certificados. Según qué universidad, se les pide un nivel u otro, pero la UGR pretende que los estudiantes de Granada vayan con la mejor capacitación posible.

Hay otro aspecto importante en esa mejora de la calidad de las estancias en el extranjero, que es la revisión de los convenios con todas las universidades con el fin de que los alumnos puedan estudiar en el lugar de destino las materias previstas, acorde con sus estudios de grado en la UGR. Ésta, en teoría, es la gran virtualidad de estos programas de movilidad; que los alumnos continúan sus estudios de grado en el extranjero y luego pueden ser reconocidos aquí.

Pero no siempre las materias son las adecuadas ni las que figuraban en el convenio, de modo que el personal de la UGR trabaja en la re visión de todos esos acuerdos, que pueden ser más de 1.500 en total, porque con cada universidad hay varios convenios, en función de los estudios.

La vicerrectora de Internacionalización de la UGR, Dorothy Kelly, explicó ayer que se va a incidir en "mejorar la capacitación lingüística, a través del Centro de Lenguas Modernas, y la orientación que reciben los estudiantes durante su estancia y a la vuelta", con el fin de asegurar el reconocimiento académico.

La mayor parte de las plazas que se pueden solicitar hasta el 9 de diciembre corresponden al programa europeo erasmus + (4.465), que incluye a los países miembros de la Unión Europea, además de Islandia, Liechtenstein, Noruega, Turquía, Macedonia y Suiza.

Pero la gran apuesta de la Universidad de Granada es un año más, su Programa Propio de Movilidad, que financia con sus fondos estancias de sus alumnos en países de otros lugares del mundo ajenos a Europa. Es el fruto de la colaboración de la UGR con instituciones de enseñanza superior de todo el mundo, que son un centenar de 27 países distribuidos por América Latina, Asia, Australia y Oceanía, Norteamérica, países árabes, del Mediterráneo y del Este. Se trata de uno de los programas más amplios de Europa. Para el curso que viene se ofertan 502 plazas.

La rectora de la UGR, Pilar Aranda, animó ayer a los estudiantes a participar en estos programas de movilidad y recordó que la UGR fue de las pioneras en la puesta en marcha del programa erasmus. "Desde los noventa ha mejorado mucho la participación, si no la calidad, con el seguimiento y la evaluación que se hace desde aquí", agregó la rectora de Granada.