La UGR estudia alquilar piscinas municipales para dar las prácticas

"Con mil frentes abiertos", tanto los que atañen a la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte como los que conlleva la Universiada, así es como define Aurelio Ureña el arranque, hoy, de su segundo mandato como decano. A pocas horas de tomar posesión del cargo, el profesor Ureña hace balance de los proyectos que lleva entre manos y comparte las fórmulas de una gestión en la que está inmersa desde hace tres años.

La prioridad ahora para él es aplicar los proyectos de mejora de competencias del alumnado para que tengan más facilidad a la hora de encontrar un puesto de trabajo. "Mejorar la empleabilidad es uno de nuestros objetivos a corto plazo", insiste. La Facultad, con 1.400 alumnos y una plantilla de 80 docentes (sólo 45 tienen dedicación exclusiva), está solventando muy bien los problemas de espacio que se presentan con la adaptación al Plan Bolonia. Sin embargo, tiene un frente abierto con las prácticas que deberá solventar cuanto antes para el inicio del curso 2012-2013.

La piscina del INEF, que debía haber sido inaugurada el pasado mes de mayo, se paralizó con las obras de reforma sin concluir. El pasado curso los estudiantes de Deportes han estado recibiendo las prácticas en la piscina de Fuentenueva, pero ahora se está abordando la mejora de su cubierta y permanecerá cerrada también, por lo menos, hasta noviembre. "Estamos tratando de que se aligeren las obras de Fuentenueva, pero también estudiamos el alquiler de instalaciones municipales, porque en caso contrario tendríamos que retrasar la docencia práctica al segundo cuatrimestre", dijo ayer Ureña.

No es el único reto que tiene que afrontar de manera interna. Los buenos resultados de este centro, que en los últimos años ha conseguido dar un gran impulso a la investigación y tiene grandes miras en el Instituto Mixto de Salud y Deporte, le permiten ser más optimista con los proyectos de innovación en el que está inmerso su equipo docente.

Respecto a la Universiada, Ureña reconoce que el esfuerzo que se le exige es muy grande. "Nos hemos metido en unos plazos de tiempo muy peligrosos", advierte. La Universiada debe tener todas sus infraestructuras concluidas para 2014 para poder hacer pruebas en las nuevas instalaciones e ir seguros al evento que tendrá lugar en 2015. Pero algunos proyectos, como el del Puerto de la Ragua, son muy complejos y "vamos encontrando soluciones con la presión de que no podemos perder el tiempo", dice.