La UGR prevé que las bonificaciones de la Junta atraigan talento de fuera
Favorecería su objetivo de proyección exterior con las mismas infraestructuras y personal
De primero a segundo de grado pasan 'limpios' unos 5.500 estudiantes de grado cada año
Pese a que se desconocen los detalles de la medida, y a cuántos universitarios de la UGR puede beneficiar sí se barrunta que, aparte del impacto que puede tener en las arcas públicas, las bonificaciones pueden tener otras consecuencias. El más evidente es el de promover un 'efecto llamada' y servir de aliciente para que estudiantes de otras comunidades vengan a Andalucía, y más en concreto a Granada, para estudiar. Quien lo haga motivado por las ayudas autonómicas deberá aprobar un año en el sistema público andaluz para optar a la bonificación. Esto, de rebote, se debería notar en el rendimiento académico y en los índices de rendimiento y de éxito. Fuentes del Rectorado reconocen que ese efecto llamada es "plausible", y que su incidencia en la UGR sería positivo. "Podríamos recibir estudiantes de fuera con la infraestructura y personal actual", indican las mismas fuentes. Es decir, se avanzaría en uno de los objetivos marcados desde el Rectorado, que es ser un foco de atracción para los mejores estudiantes y se haría con un coste mínimo, ya que las bonificaciones dependen del Gobierno autonómico, según se ha asegurado desde Sevilla. Y, en esta cadena el siguiente eslabón beneficiado pueden ser los resultados, tanto en los estudios de grado como en posgrado y, ya a más largo plazo, también puede tener su impacto en otras áreas, como investigación o emprendimiento.
La Junta pretende poner en marcha esta medida, que es compatible con las becas del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte (MECD), a partir del próximo curso. Los alumnos abonarán las tasas universitarias (12,62 euros por crédito) del primer año y obtendrán una bonificación el siguiente curso en función del número de créditos aprobados. Este descuento se mantendrá los cursos posteriores hasta finalizar la carrera en función del número de créditos que el alumno apruebe a la primera (primera matrícula). Además, las calificaciones del último curso de grado determinarán la bonificación en los estudios de máster, tanto los habilitantes (los que hay que cursar de forma obligatoria para ejercer una profesión) como los no habilitantes.
En la actualidad, los matriculados en la UGR -unos 55.000 entre los estudios de grado y posgrado- cuentan con un sistema de becas que depende del Ministerio de Educación y de la propia Universidad. Por parte del MECD, el curso 2015/2016 fueron beneficiarios de una beca de matrícula 17.102 alumnos de la UGR, mientras que gracias a las becas propias de la Universidad de Granada se gestionaron otras 795 ayudas de precios públicos, según consta en la Memoria de la UGR del pasado curso.
Las becas del Ministerio tienen en cuenta no sólo el rendimiento, también la situación económica del solicitante. En este sentido, las bonificaciones de la Junta son lineales, ya que se prevé que beneficien a todo el alumnado que apruebe, sin considerar cuestiones relacionadas con la renta.
La comunidad universitaria teme que esta transferencia no tenga fecha de ejecución, es decir, que el pago de las matrículas se retrase más de lo debido. Esta preocupación se basa en las continuas prolongaciones desde 2011 del modelo de financiación de las universidades públicas. La Junta se comprometió a aprobar un nuevo modelo antes de 2017 y aún no hay ningún acuerdo cerrado a pesar de la insistencia de los rectores andaluces.
Andalucía es la comunidad autónoma con las tasas universitarias más baratas del país. Estudiar en una universidad pública andaluza un máster puede llegar a ser hasta 62 euros por cada crédito matriculado más económico que en la Comunidad de Madrid, o hasta 360 euros menos al año si se comparan los doctorados y el precio de la tutela académica durante el periodo de investigación en Andalucía con los de las universidades de Castilla y León.
Desde el ejercicio 2013/2014, el coste del crédito en primera matrícula está congelado en 12,62 euros para todos los grados, sin importar la rama del conocimiento a la que pertenezca. La decisión de la Consejería de Economía y Conocimiento, que tiene las competencias de enseñanza superior, sitúa en unos 760 euros el coste de una matrícula de un curso universitario. La tasa de rendimiento en la Universidad de Granada -el porcentaje de créditos superados en relación con los créditos matriculados- está en un 77,95% para los estudios de grado y asciende a un 91,79% para los de posgrado.
La Universidad de Granada (UGR) no ha estimado el coste anual que le supondrá a la Junta de Andalucía bonificar las matrículas a los universitarios en función de los créditos que aprueben a la primera, pero estima que cada año académico pasan 'limpios' de primero a segundo unos 5.500 estudiantes de grado, lo que supone la mitad de los alumnos matriculados en el primer año. La bonificación, del 99% de los créditos matriculados, implica que esos miles de estudiantes de grado sólo paguen un 1% de su matrícula el curso siguiente. El cálculo final debe tener en cuenta, sin embargo, que buena parte de esos estudiantes puede ser beneficiario de una beca del Ministerio de Educación, percibir algún tipo de ayuda para el pago de tasas del plan propio de ayudas al estudio de la UGR, o contar con alguna de las exenciones previstas en los precios públicos, como el título de familia numerosa. Así, por ahora sólo se conoce la estimación ofrecida por la propia Junta, que tasa en 30 millones de euros la puesta en marcha de la medida en toda Andalucía.
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