La UGR orienta a sus alumnos noveles para evitar el absentismo

Han pasado dos semanas desde que unos 10.000 estudiantes se incorporaron por primera vez a las aulas de la Universidad de Granada (UGR) y la mayoría ya tiene una ligera idea de lo que les espera el próximo lustro. La UGR ha puesto en marcha una campaña de información al estudiante novato, capitaneada por el Gabinete Psicopedagógico, para evitar el absentismo desde su ingreso y aconsejarles sobre las nuevas necesidades del mercado laboral europeo.

"El alumno debe diseñar su currículum académico desde el principio", advertía ayer el director del Gabinete Psicopedagógico de la UGR, José Antonio Delgado, a más de medio centenar de estudiantes de primer curso de la Facultad de Ciencia Políticas.

Según un informe elaborado por el Ministerio de Educación, "un 40% de los universitarios abandona la carrera que ha iniciado -explica el psicopedagogo Antonio Nadal-, la mayoría en el primer año". De ahí que la UGR haya desarrollado un proyecto de información (en su primer año de implantación llegará al 95% del alumnado) que complementa las tradicionales Jornadas de Recepción que se celebran hoy y mañana, en los Paseíllos.

Los psicopedagogos de la UGR creen que el cambio entre el Bachillerato y la Universidad es tan grande que muchos alumnos dejan los estudios por falta de orientación. José Antonio Delgado ofreció algunos consejos para contrarrestarlo: "lo primero que tiene que hacer el alumno es conseguir el programa de todas sus asignaturas y ver qué contienen; debe tener claro la metodología de trabajo que va a seguir con cada uno de sus profesores; fomentar su expresión oral, cada vez más demandada en los nuevos planes de estudio; saber cómo le van a evaluar, pues no es lo mismo preparar un examen tipo test que uno con material; y, por último, tener en cuenta los créditos que deberá completar para acabar la carrera".

El sistema tradicional de estudio hay que dejarlo atrás. Ya no basta con cursar las asignaturas y enfrentarse al mercado de trabajo una vez concluida la formación reglada. "El listón está tan alto que los universitarios deben arañar todo lo que puedan desde el primer día y asistir al mayor número de congresos, jornadas o cursos, disfrutar de becas (Séneca, Erasmus...) o incluso colaborar con ONG, pues el espíritu voluntario también pesa en el currículum", apunta el psicopedagogo Delgado.

La presión a la que se ve sometida el estudiante es tan grande que se recomienda una buena planificación. "Hay que tener cuidado con los horarios, asistir y participar activamente en las clases y organizarse bien el tiempo de entrega de trabajos y preparación de exámenes", dice Antonio Nadal.

El nuevo modelo europeo exige a las universidades una mayor dedicación a la orientación y tutoría de sus estudiantes, así que la UGR va a crear en cada uno de sus centros una Unidad de Orientación al Alumno.

Desde el Vicerrectorado de Estudiantes se pide al alumnado que no dude en demandar buenos profesores. "Los docentes tienen que ponerse las pilas y adoptar nuevos modelos metodológicos para hacer sus clases más participativas", comenta Pablo Guirado. Ante la falta de espíritu crítico, los universitarios tienen derecho a que la UGR ponga a su disposición enseñantes que desarrollen su capacidad comunicativa. "Si un grupo de alumnos cree objetivamente que un profesor dificulta la enseñanza de una materia deberán dar parte al Vicerrectorado de Ordenación Académica", aconseja Guirado.