Los docentes de la UGR piden más control en la lucha contra el plagio

La Plataforma contra el Plagio en la Universidad asegura que es un práctica "extendida"

Alumnos en una de las aulas de la Facultad de Ciencias de la UGR. / Álex Cámara
A. Asensio

Granada Granada, 20 de diciembre 2016 - 18:24

En marzo de 2012, un profesor universitario puso en conocimiento del entonces rector de la Universidad de Granada, Francisco González Lodeiro, una denuncia de plagio. Su tesis doctoral, publicada en Uruguay en 2009 con el título La reparación como equivalente funcional de la pena había sido, a su entender, 'fusilado' parcialmente por un investigador de la UGR. Entre ambas obras la coincidencia de epígrafes y subepígrafes de uno de los capítulos era total. Y el contenido del mismo también era calcado. Tras la denuncia, desde la UGR se dieron los pasos necesarios para revisar el título de doctor que se había otorgado a su investigador. Aquello no prosperó. Un dictamen del Consejo Consultivo de Andalucía reconocía que la copia del capítulo "es superior al 99%", pero que no existía "voluntad de engaño" por parte del denunciado. No era plagio.

Hasta el Consejo Consultivo únicamente ha llegado otro caso similar al anterior, en el que sí se dio el visto bueno a la revocación del título de doctora a una investigadora que lo obtuvo en 2008. Sin embargo, a pesar de lo excepcional de este caso y del tiempo transcurrido, entre la comunidad universitaria la práctica del copiar sin citar está "extendida". Así lo asegura Rosa Medina, docentes y miembro de la Plataforma contra el Plagio de la Universidad de Granada, colectivo formado por 41 docentes que se ha movilizado tras salir a la luz el caso del rector de la Universidad Rey Juan Carlos, Fernando Suárez. Éste habría copiado en un artículo para la revista jurídica Anuario de Historia del Derecho Español parte de un libro del ex catedrático de la Universidad de Barcelona Miguel Ángel Aparicio, al que solo cita una vez en su texto, informa Efe.

Medina expone que a pesar de no tener datos sobre la magnitud de esta práctica reprobable, "por las experiencias individuales y colectivas" se estima que no son casos aislados. "No prestamos suficiente atención a este tema", reconoce la profesora de la UGR, que pide a la institución que se endurezca la normativa con "sanción intraacadémica" a quienes plagien. Actualmente, explica Medina, "de momento, si puede aplicarse alguna sanción al profesorado, depende del inspector de Servicios". "Se actúa con firmeza", asegura el inspector jefe, Luis Megías, que señala igualmente que el asunto de los plagios e suna cuestión que preocupa a "todas" las inspecciones de servicio de las universidades españolas.

En cuanto al castigo para los alumnos, "no existe más medida que la del suspenso". Para la Plataforma contra el Plagio esto es insuficiente, por lo que instan a la Universidad a crear "comisiones de investigación" además de llevar a cabo una labor informativa sobre qué es plagio la importancia de erradicarla. Medina considera además que, una vez conocido el caso del rector del campus madrileño "es un momento clave para luchar contra el plagio". "Solicitamos a la Conferencia de Rectores y las autoridades universitarias de cada centro que adopten medidas urgentes para evitar con decisión este fraude a la sociedad".

Durante estos años, la Universidad de Granada no ha estado de brazos cruzados, aunque los casos de plagio entre docentes apenas hayan trascendido. Sólo los dos mencionados llegaron al Consejo Consultivo por afectar a la validez de sendos títulos de doctor, y se dieron hace más de cuatro años. Desde la Biblioteca de la Universidad se puso en marcha una campaña informativa en 2012, bajo el convencimiento de que los estudiantes ni siquiera saben lo que es un plagio. Se trata de una práctica que muchos 'arrastran' desde Secundaria, y no son capaces de discernir la elaboración de contenidos propios -lo que es investigar- de la mera copia burda de párrafos, sin ningún tipo de trabajo intelectual. En 2011, la UGR puso a disposición del profesorado un programa informático, el Ephorus, capaz de detectar las coincidencias entre dos textos. Éste ha sido sustituido recientemente por el Turnitin. En el servicio de Biblioteca de la UGR se expresa la "satisfacción" con los resultados obtenidos hasta ahora con estas herramientas de control, al tiempo que se incide en la importancia de enseñar a los alumnos a aprender a citar correctamente.

Cambiar Sudán por Egipto y mantener párrafos enteros

El Consejo Asesor del Doctorado reconoció que era "altamente sospechoso" la coincidencia de párrafos entre dos trabajos de investigación sobre esclavitud en África. En Consejo -en un informe que reprodujo parcialmente el Consejo Consultivo en el dictamen que permitió a la UGR declarar nulo el título de doctora a una investigadora- señala que se traducen "literalmente frases y párrafos" de otros trabajo. Únicamente se modificó la referencia geográfica, con lo que Sudán y su realidad antropológica pasó a ser en Egipto y Abisinia. "¿Se pueden aplicar los mismos datos a Sudán y a Egipto o Abisinia?", se pregunta el Consejo Asesor en su informe, que ve clara la "intencionalidad de manipular y alterar el documento original". Las explicaciones de la investigadora 'pillada' fueron "comodidad, las prisas de última hora y mucho descuido".

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