Granada

La UGR utiliza una web de la Universidad de Maryland para detectar el plagio

  • La Plataforma que coordina Doménech registra seis consultas de plagio en Granada, algunas entre compañeros de un mismo departamento · El autoplagio, un fenómeno creciente entre investigadores

La Plataforma contra el Plagio de la Universidad de Granada ha extendido el uso entre su comunidad docente de un software que ha creado la Universidad de Maryland, disponible en la web www.dustball.com/cs/plagiarism.checker, que sirve como herramienta informática para detectar la existencia de plagio en el mundo académico.

"Resulta francamente útil para comprobar, mediante la introducción de un párrafo o la totalidad del texto, si se han copiado fragmentos literales, indicando también los enlaces de procedencia", explica la coordinadora de la Plataforma contra el Plagio de la UGR, Rosa María Medina Doménech, que asegura haber recibido, sólo este curso, hasta seis consultas de plagio de docentes e investigadores de esta institución, "algunos incluso de un mismo departamento".

Con la implantación de internet en todos los hogares, el plagio es un fenómeno que se ha extendido en el mundo educativo. Cada vez son más los estudiantes, investigadores y profesores incluso, que "copian en lo sustancial obras ajenas dándolas como propias". Por ignorancia o falta de ética personal y profesional, eluden que el plagio es una infracción del derecho de autor sobre una obra artística o intelectual que está penalizado en todos los ámbitos.

Según Doménech, el autoplagio o "fraude del reciclaje" es un fenómeno cada vez más reciente en la comunidad académica, donde la presión por publicar gana terreno cada día. Cuando dos trabajos sólo cambian su apariencia, pero son presentados como dos estudios distintos, se produce el intento de engaño, ya que no se da ninguna indicación de que el trabajo está siendo reciclado. "Es una falta de ética absoluta", dice la profesora de la UGR al tiempo que reclama más contundencia en las sanciones.

La Plataforma contra el Plagio ha conseguido que en todos los programas docentes se advierta a los alumnos del peligro de plagiar. "La cultura del recorte y pega", como lo llama Doménech, se hace extensible entre muchos estudiantes. "Se sienten presionados para completar sus trabajos bien y rápidamente y, dada la accesibilidad de las nuevas tecnologías, pueden plagiar copiando la información de otras fuentes", destaca la enciclopedia libre Wikipedia sobre este fenómeno.

Por desgracia, es también cada vez más frecuente entre los investigadores. La catedrática de Derecho Internacional Público de la Universidad de Salamanca, Araceli Mangas, afirmaba hace un par de meses en un medio nacional que "en los ámbitos científico-jurídicos ya no se hace investigación", que "se publica sobre lo ya publicado mil veces".

Con la Plataforma contra el Plagio la UGR (creada en 2008 por un grupo de 40 profesores) trata de alertar a la comunidad docente de la mala praxis y lucha por un endurecimiento de las sanciones para estos casos, como puede ser desde la invalidación de la capacidad docente durante un tiempo hasta la rescisión de contrato de investigación.

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