UGT anuncia un boicot a las empresas que incumplan los convenios colectivos

Los pensionistas no son los únicos que en 2012 verán congelado su sueldo y, con él, su poder adquisitivo. En la provincia de Granada hay al menos otras 53.000 personas cuya actualización salarial está en el aire. Y no por un decreto del Gobierno ni por los planes de contención del gasto, sino por la paralización de la negociación colectiva.

Según la información facilitada por UGT, en Granada hay aún -a un mes de que finalice el año- 63 convenios colectivos pendientes de negociar. Esos acuerdos laborales afectan a 53.523 trabajadores de 6.762 empresas granadinas. Además, en 2012 está previsto negociar otros 20 convenios (que implican a 36.621), que también se podrían ver paralizados si la patronal y los sindicatos no logran sentarse a negociar. En esta situación se encuentran convenios como el de la industria de panadería, el del transporte de mercancía por carretera o el de los establecimientos sanitarios y clínicas privadas.

Para 'animar' a los empresarios a poner de su parte, el secretario general de UGT de Andalucía, Manuel Pastrana, anunció ayer que el sindicato emprenderá en 2012 un boicot comercial contra las empresas que incumplan los convenios colectivos mediante campañas que expongan a los consumidores "los delitos laborales" que estas compañías están cometiendo a fin de bloquear sus ventas. Pastrana ha realizado este anuncio durante la presentación de las Jornadas Regionales de Negociación Colectiva 2012, donde se está definiendo la estrategia que seguirá el sindicato en próximo año para favorecer la negociación colectiva en las empresas y evitar un retroceso de derechos laborales con la "excusa de la crisis".

Esta estrategia, según explicó el secretario general de UGT-A, supondrá más diálogo y presión sindical en las empresas que de manera unilateral no apliquen los convenios o no quieran actualizarlos, las citadas campañas de boicot, que son habituales fuera de las fronteras españolas, y mayor intervención con la ayuda de las administraciones competentes en materia fiscal y laboral.

Pastrana también se refirió a los efectos negativos de las últimas reformas laborales y de las anunciadas, ya que supondrán una modificación del actual modelo de negociación colectiva, favoreciendo que se impongan acuerdos unilaterales entre las empresas y sus trabajadores sin "interferencias institucionales" y sin tener en cuenta los convenios sectoriales alcanzados en ámbitos superiores.

El máximo responsable de UGT-A apuesta por que sea compatible aplicar los acuerdos sectoriales o nacionales con adaptar las condiciones de trabajo a las necesidades específicas de una empresa.

Por su parte, el secretario de Acción Sindical de UGT, Toni Ferrer, apuntó que "la negociación colectiva es un instrumento que hay que preservar" y aseguró que ahora se está cuestionando "porque en esta crisis financiera, lo que se pretende es devaluar los salarios".