Unidas Podemos e Independientes ha presentado hoy un informe medioambiental encargado a la empresa Garnata Drone en el que se desarrolla una propuesta de arborización de 19 calles de Granada que proyecta la plantación de 476 árboles a lo largo de 5.118 metros repartidos en vías en cinco distritos de la ciudad y con un coste total de 242.500 euros. La iniciativa será llevada al próximo Pleno y la formación espera que “el Ayuntamiento asuma este plan que es ambicioso, barato y completamente necesario”.

El proyecto plantea actuar sobre las calles Ovidio, la rotonda de Ovidio con Avenida García Lorca, en la avenida Federico García Lorca, Avenida Argentinita, calle Jimena, calle compositor Luis de Narváez y en la Avenida Juan Pablo II, en el distrito Beiro. En Norte se ha planificado la plantación de árboles en calle Puerto Lumbreras, calle Tarragona, calle Martín Pinzón y calle doctor Castroviejo.

En cuanto a la Chana las calle que quedarían arborizadas son la calle Sagrada Familia, la calle Virgen del Monte y Washinton Irving. Mientras que en el Distrito Centro la plantación sería tanto en la calle Ángel Ganivet como en la calle Cañaveral. Por último, en distrito Zaidín el proyecto plantea la plantación de ejemplares en calle Andrés Segovia, calle de la Sultana y calle poeta Manuel de Góngora.

Antonio Cambril, portavoz de la confluencia, ha señalado que el presupuesto es “un precio bajo para limpiar el aire de veneno y reverdecer gran parte de la ciudad”. El portavoz ha recalcado que con 1 millón de euros se podrían arborizar 80 calles y, en un solo mandato, un total de 160 calles, prácticamente toda la ciudad” y ha añadido que el coste por cada árbol plantado es de 500 euros si no existe alcorque y 150 euros si sí lo hay. “Teniendo en cuenta la gran cantidad de alcorques vacíos que tiene la ciudad, el coste sería muy bajo”, ha mencionado el concejal de UP.

Desde la formación han informado que en el proyecto aparecen estudiadas estas calles basadas en una serie de criterios, el más importante es la regla del 3, 30, 300. Se trata de una norma empírica para “el diseño y gestión del bosque urbano y la ecologización de la ciudad” que consta de tres conceptos. El primero de ellos es que todos los ciudadanos deberían poder ver al menos 3 árboles desde su hogar, el segundo dice que se debe proporcionar un 30% de cubierta vegetal o de copas de árboles en cada barrio y, el tercero, que debe existir 300 metros de distancia desde la vivienda espacios verdes de calidad.

Cambril ha añadido que, por otro lado, se han elegido áreas con una menor densidad de vegetación y, por lo tanto, “con una mayor necesidad de plantación de árboles y para mejorar la calidad del aire y reducir la temperatura”. También se apuesta por un aumento en la biodiversidad de las especies, evitando crear grandes conjuntos de especies de la misma especie. “Como objetivo se pretende conseguir que ninguna especie sea predominante en la ciudad, así como un fomento del uso de especies autóctonas frente a plantas exóticas”, ha explicado el edil.

En el estudio encargado por UP también se prioriza la combinación de especies perennes y caducas. En el caso de las especies de hoja perenne, con el objeto de proveer sus servicios durante todo el año (sombra, disminución de efecto de calor, captación de contaminantes, fijación de carbono). Y a la hora de elegir ejemplares se evitan especies con altos valores de alergenicidad, toxicidad, espinas, frutos y flores malolientes o que manchan el suelo.

Otros de los criterios a la hora de elegir tanto las calles como las especies o la colocación de los nuevos ejemplares son el sistema de raíces de la especie de árbol seleccionada, ya que algunas especies tienen raíces superficiales que pueden levantar aceras y dañar infraestructuras, mientras que otras tienen raíces profundas que pueden interferir con tuberías subterráneas y se considera el mantenimiento que requerirá el árbol, como la poda, el riego y la fertilización.