Conciso y duro. Así es el comunicado remitido por la Universidad de Granada y firmado por su rector, Pedro Mercado, junto con el resto de máximos responsables universitarios andaluces a cuenta de la apertura del curso académico en noviembre en el grado de Medicina de la Universidad Loyola. Esta institución imparte desde ya clases de estos estudios en su campus de Dos Hermanas, en Sevilla. En Granada la Universidad Loyola oferta los grados en Teología y Ciencias Religiosas además de los diplomas DECA, la Declaración Eclesiástica de Competencia Académica tanto en Infantil como en Primaria y Secundaria. 

Mercado firma el comunicado remitido por la Asociación de Rectores de las Universidades Públicas de Andalucía (AUPA) que señala con dureza que la apertura del curso en noviembre es una "medida inédita y excepcional". Mencionan los rectores además que esta medida "representa un comportamiento de privilegio". Palabras duras que coronan un largo trecho de desavenencias a cuenta de la apertura de nuevas universidades privadas en Andalucía. Desde el Rectorado, antes con Pilar Aranda y ahora con Pedro Mercado, se ha defendido en los últimos años que la exigencia para estos entes privados sea igual a la que soporta el sistema público. En Granada existen centros privados y también se pueden cursar estudios universitarios en La Inmaculada, centro adscrito a la UGR.

En 142 palabras los rectores hacen un traje a la aprobación de que comiencen las clases del grado de Medicina en la privada, título que cuenta con 60 plazas en este primer año. Recuerdan que "en la sesión de la Comisión Académica del Consejo Andaluz de Universidades celebrada el 20 de noviembre de 2023, nos posicionamos unánimemente en contra de esta medida inédita y excepcional".

Además de señalar que ya se opusieron alegan que "consideramos que jurídicamente no es viable el comienzo de las clases tres meses después de iniciado el curso académico y así lo trasladamos en el transcurso de la reunión" mantenida el día 20. 

"Esta decisión daña notablemente la imagen de la enseñanza universitaria y perjudica el normal desarrollo de la docencia y la calidad del servicio de educación superior prestado al alumnado", razonan los rectores, que añaden que  "consideramos que esta medida excepcional representa un comportamiento de privilegio que ninguna institución académica ha recibido hasta ahora". 

Granada oferta el grado de Medicina en su Facultad del PTS, donde el número de plazas en el primer curso subió hasta las 272 vacantes tras aprobarse esta ampliación de puestos. El nivel de exigencia para acceder es altísimo, con una nota de corte que este curso comenzó con un 13,420 sobre un máximo de 14 puntos.