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La Universidad de Granada instalará cámaras en todas las facultades para el seguimiento de clases online

  • Para el próximo curso se prepara una nueva tanda de préstamos de equipos informáticos y tarjetas de conexión

  • En el caso de que haya un caso positivo, se cerrará la facultad

Estudiantes con mascarillas en la Selectividad de Filosofía y Letras.

Estudiantes con mascarillas en la Selectividad de Filosofía y Letras. / Antonio L. Juárez (Photographerssports)

La Universidad de Granada (UGR) prepara el inicio del próximo curso académico, que se prevé tan marcado por la pandemia del Covid-19 como el que está a punto de terminar. La institución dotará de medios técnicos a “todas” las escuelas y facultades universitarias con el fin de que sea posible seguir las clases desde casa. No será la única medida. Serán obligatorias las mascarillas, la limpieza frecuente de manos con gel hidroalcohólico y en el caso de que se dé un positivo, se cerrará el centro. También se intensificará la limpieza y desinfección. Cada uno de los centros universitarios trabaja en estas semanas en desarrollar su propio plan dentro del marco general señalado por el Rectorado.

Enrique Quero, decano de Traducción e Interpretación, señala que el edificio de Las Columnas habilitará una segunda salida con el fin de establecer circuitos dentro el centro y evitar aglomeraciones. Quienes accedan a la biblioteca saldrán por este segundo acceso, no por calle Puentezuelas. Contarán con 21 cámaras en las aulas y otros medios técnicos, pero en su centro uno de los retos es la movilidad dentro de la Facultad. Hasta que comiencen las clases, el 21 de septiembre, el profesorado trabajará en habituarse a las cámaras y a los nuevos recursos que permitirán la docencia multimodal, explica Quero.

Los estudiantes que recibieron un equipo para seguir las clases virtuales deberán devolverlo en este fin de curso o en septiembre si residen fuera de Granada

Hay asignaturas comunes a los siete grados –y que reúnen a hasta 90 alumnos– y otras que cuentan con grupos mucho más reducidos, de apenas una quincena. Se trabaja en garantizar que la rotación de los alumnos entre clase y clase sea ágil, para lo que se establecerán horarios escalonados. “Queremos evitar aglomeraciones” en los pasillos, apostilla el decano.

Además de la docencia en las aulas, los matriculados en este centro también deben trabajar en las cabinas. En los laboratorio de idiomas es donde más fácil se prevé la adaptación. Donde antes entraban dos, ahora entrará un estudiante. Todo (auriculares, mesa, asiento) se desinfectará tras su uso.

Otro reto es que el centro cuenta con tres edificios, el de Puentezuelas, el de Buensuceso y el Palacio de la Jarosa, además de profesorado que se desplaza a otros centros. “Hemos recomendado que las tutorías sean online”, destaca el decano, que adelanta que el plan para el próximo curso incluye que se cierre la facultad en el caso de que se dé un positivo.

El horario de las clases también cambiará. Empezarán antes para dar tiempo a las tareas de desinfección

También habrá cambios en Información y Documentación. El decano del centro, Benjamín Vargas, señala que previsiblemente se adelante el horario de inicio de las clases media hora y se retrase el fin de la jornada otra media hora. Esa hora que se gana se dedicará a desinfectar y limpiar.

Vargas destaca además que se partirán las clases con más alumnos en el caso del grado en Información, donde se contabilizan hasta 67 estudiantes por grupo.Avanza que en un principio no será necesaria esa medida en el caso de Documentación. “Estamos analizando la posibilidad de que asista el 100%”, adelanta sobre esta titulación.

Los grupos que se partan se organizarán posiblemente en turnos para recibir docencia presencial y online. “Habrá que partir y alternar las clases, hacer subgrupos”, desarrolla el decano.

Cada alumno tendrá su espacio “y será el mismo para todo el día”. Con la restricción en los movimientos se quiere tener lo más localizado posible el ámbito de contactos de posibles casos. Cada dos horas se desinfectará.

El centro solicitará a los estudiantes que lleven sus propios equipos informáticos, con el fin de garantizar que no se compartan teclados o ratones. Para quien tenga dificultades para llevar su portátil, “se le asignará uno para su uso en el centro”, indica Vargas.

En el caso de Información, en algunas clases se hace uso de equipos audiovisuales, como el plató o la cabina de radio. En el plató “entran doce personas”, el resto “lo verá online”. Se prevén rotaciones, por lo que todos los alumnos tendrán clases presenciales en el plató y clases a distancia.

El decano de Bellas Artes, Francisco José Sánchez Montalbán, indica por su parte que se trabaja en coordinar los horarios. Se trata de hacer “lo más humano posible” el día a día, ya que podría darse el caso de que un estudiante tuviera una clase presencial, luego otra online y una tercera sesión presencial. “Hemos hecho un proceso de coordinación” con el que se pretende que las idas y venidas de los matriculados sean las menos posibles.

El centro cuenta con varios tipos de aulas, desde talleres a laboratorios. “No podemos generalizar. Cada una es diferente”, recalca el decano, por lo que habrá clases en las que se pueda hacer el trabajo presencial sin mayor problema gracias a las dimensiones de las salas. “En Restauración, en un número alto de talleres caben todos”. En las aulas de docencia teórica sí se prevé la instalación de cámaras, siempre y cuando el profesor solicite esa herramienta. Los decanos consultados destacan que su uso no es obligatorio, y dependerá de la decisión del docente. Además, se trabaja en la adquisición de amplificadores de voz, ya que los profesores tendrán que dar clase con mascarilla.

Los profesores y estudiantes deberán llevar mascarillas durante las clases

La Facultad contará con tres cámaras móviles con capacidad para ser teledirigidas y sistemas de audio. También habrá otros equipos fijos. El decano concluye que éstos son “instrumentos”, ya que la “herramienta es la metodología docente”. “Hemos repensado cómo hacer que los alumnos tengan las competencias” que están implícitas en el título universitario, concluye Sánchez Montalbán.

En el caso en el que sea necesario también se planteará dividir los grupos al 50%. “La mitad irá un día, la otra mitad otro día”. El objetivo es impartir docencia “con la mayor seguridad”, insiste el decano.

El modelo con el que se estrenará el 2020/2021 se ha definido como “multimodal”, o lo que es lo mismo, combinará clases en el aula con docencia virtual. En los casos en los que no sea posible la presencialidad “segura” se recurrirá a las clases online, la misma que ha marcado las clases desde el pasado 16 de marzo, cuando se suspendió la actividad en las aulas de centros y facultades. Dentro de los plantes de la UGR también está la posibilidad de volver a una nueva situación de confinamiento, lo que llevaría al 100% de la docencia de nuevo a la virtualidad.

La UGR cuenta con 17 facultades en Granada, más cuatro escuelas. A estas infraestructuras hay que sumar la dotación de los centros universitarios en los campus de Ceuta y Melilla, con otras cinco facultades. En estos centros se imparten 76 grados más ocho dobles grados, con una oferta de plazas que ronda los 11.000 puestos de primer curso sólo para estudios de grado. En total, la UGR cuenta con unos 47.000 estudiantes de grado, más otros 9.500 de posgrado, según los datos recopilados en la última memoria académica y que recoge información del curso 2018/2019.

Préstamo de equipos a estudiantes

Además de mejorar la dotación de las facultades y escuelas con equipos que permitan grabar las clases, la UGR señala a través de la Oficina de Gestión de la Comunicación que “se mantendrá la política de dotación de conexiones a los estudiantes con problemas de conectividad y recursos”. También se prestará equipos informáticos a los estudiantes que carezcan de medios, tal y como se hizo el pasado semestre, apuntan desde la UGR.

A mediados del mes de abril, cuando ya era firme la decisión de mantener la docencia a distancia hasta final de curso, desde la UGR se indicó que se habían puesto a disposición del estudiantado hasta 1.000 líneas de conexión a internet 4G que, en caso de necesidad, podrán ampliarse. Se trataba de 777 líneas de 300 GB, con sus correspondientes smartphones, cedidas directamente por la Universidad de Granada, que se suman a las 233 tarjetas SIM de datos proporcionadas por la Junta de Andalucía. Finalmente, en aquella convocatoria de abril, se facilitaron 755 conexiones a otros tantos estudiantes de la UGR.

También se han facilitado portátiles en modalidad de préstamo, que ahora, con el fin de las clases, deben devolverse a la Universidad durante las vacaciones, ya que ni hay clases ni exámenes en el mes de septiembre. Excepcionalmente, si los estudiantes beneficiarios, son de fuera de Granada , podrán devolverlos hasta el 15 de septiembre, para evitar los gastos de envío.

Sobre los requisitos a cumplir este pasado semestre se exigía ser beneficiario de una beca de la convocatoria general del Ministerio de Educación para el curso 2019/2020, sin superar el umbral 1 de renta familiar o ser becario del Plan Propio de la Universidad de Granada.

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