La Universidad encara los recortes con amenazas de paros y encierros

La Universidad está recuperando el espíritu reivindicativo que antes siempre la había caracterizado. Aunque las últimas movilizaciones sociales no habían tenido como escenario de los primeros actos las aulas sino las plazas, el aguijón de los recortes está despertando a alumnos, profesores y personal administrativo, que celebraron ayer la primera reunión conjunta en el vestíbulo de la Facultad de Ciencias.

Más de 300 personas se dieron cita en el vestíbulo a las doce de la mañana, aunque finalmente la reunión se trasladó media hora después al aula magna de la Facultad, donde se celebró una asamblea para acordar las medidas que se van a adoptar de cara al inicio del nuevo curso académico.

Aunque finalmente se optó por posponer esta decisión, los tres sectores de la UGR representados en esta asamblea se plantearon la posibilidad de no iniciar las clases la semana que viene, como está previsto.

Finalmente, esta medida, la más radical, ha quedado postergada hasta que se celebre la próxima asamblea, el viernes de la semana que viene.

Jorge Casillas, portavoz de la Plataforma UGR contra los recortes, explica que a pesar del éxito de asistencia de la asamblea que se celebró ayer, para realizar un paro académico es necesario llegar a más profesorado y estudiantes para que sea una decisión más generalizada. "Hemos decidido informar en las aulas tanto el profesorado a los estudiantes como estos a los profesores sobre las razones que nos llevan a proponer este paro académico".

Aunque finalmente en el Aula Magna de la Facultad de Ciencias se dieron cita casi 450 personas, según los sindicatos, hace falta lograr un mayor apoyo en una institución compuesta por más de 2.200 trabajadores del PAS (Personal de Administración y Servicios), 4.000 miembros del PDI (Personal Docente e Investigador, y 56.000 estudiantes.

Tras esta primera semana en la que se llevará a cabo una fase más "informativa", se celebrará la nueva asamblea que está convocada concretamente para el próximo viernes a las 10:00 en el Hospital Real.

Allí se valorarán también una veintena de propuestas de acciones que por falta de tiempo -la asamblea se prolongó hasta casi las tres de la tarde- no se pudieron aprobar ayer. "Hay que considerarlas adecuadamente, pero se plantearon medidas como dar las clases en la calle", explicó Casillas. El representante del colectivo de estudiantes, Javier Castillo, explicó que además de empezar "los 20 primeros veinte minutos de las clases haciendo asambleas sobre las consecuencias de los recortes", entre la veintena de actividades de protesta también se están planteando "saturar el sistema pidiendo todos beca, alteraciones de matrículas... apoyar la la marea verde o buscar la coordinación con otras plataformas".

Lo que sí está ya fijado es la realización de un encierro el próximo viernes por la tarde en el Hospital Real que está previsto que se prolongue hasta el acto oficial de inauguración del curso académico, el próximo lunes 1 de octubre, fecha para la que también está previsto realizar alguna medida de protesta, posiblemente una concentración según fuentes de la Plataforma.

El personal de administración servicios está celebrando desde hace días paros en las puertas de las facultades a las 10:00 de la mañana. Ayer la asamblea acordó que los estudiantes y el profesorado se sumen también a estas medidas de protesta.

También se celebrará un claustro extraordinario el próximo 8 de octubre tras la petición que esta plataforma realizó el pasado mes de junio. Fue un mes antes cuando se dieron los primeros movimientos contra las medidas de ahorro propuestas por el Gobierno para los centros Universitarios. El día 22 de mayo el profesorado organizó la primera asamblea contra los recortes, que contó con la asistencia de 180 profesores, a la que progresivamente se ha ido sumando el personal del PAS y los alumnos hasta formar un bloque unido en esta plataforma.