No sólo playa
  • Las rutas realizan un recorrido por la historia del poeta que permite redescubrir su vida y obra sobre la tierra que lo vio brotar, de la vega hasta Víznar y Alfacar, pasando por Granada

Universo Lorca: Reencuentro con la historia

Federico y su familia en el río Cubillas que transcurre por Valderrubio Federico y su familia en el río Cubillas que transcurre por Valderrubio

Federico y su familia en el río Cubillas que transcurre por Valderrubio / Fundación FGL

Escrito por

Tomás Serrano

El recuerdo y la memoria, indispensables para conocer el pasado y construir el futuro, conforman el mito del mayor de los artistas brotado y arrancado de cuajo en la historia de Granada. Pronto se cumplen 85 años de la muerte del poeta y dramaturgo Federico García Lorca y su provincia no renuncia al recuerdo con una serie de rutas que permiten conocer y adentrarse en la leyenda del tiempo, la leyenda del poeta.

La vega de Granada lo vio nacer. Sus primeros pasos, sus primeros versos y anhelos afloraron en esta bella zona de la provincia, una llanura bañada en olivos y tabaco rubio, en sus días, que funcionó como germen de la mejor cosecha, la obra de Lorca.

La ruta lorquiana de la vega comprende los pueblos de Fuente Vaqueros y Valderrubio, donde vivió hasta los diez años y pasó los veranos de su juventud hasta los 28. La corta distancia entre los principales enclaves del recorrido hace que sea una ruta realizable en coche o moto, así como en transporte público o en bicicleta, une las casas museo donde nació y creció, y también la que inspiró una de sus obras cumbre, ‘La Casa de Bernarda Alba’.

En la calle Federico García Lorca de Fuente Vaqueros se encuentra la casa natal del poeta. Federico nació en esta casa en el 1898 y vivió en ella sus primeros años de vida, antes de trasladarse al pueblo vecino de Valderrubio. Pronto ingresó en la escuela del pueblo y descubrió su afición a la lectura, al teatro y la música. El Museo de la Casa Natal de García Lorca se inauguró el 29 de julio de 1986 en el 50 aniversario de su fusilamiento. La vivienda fue adquirida en 1982 por la Diputación de Granada y reconstruida bajo la supervisión de Isabel García Lorca. Este fue el primer museo dedicado en Granada al poeta, un buen punto para comenzar la ruta lorquiana por la vega.

Escultura de Federico García Lorca ubicada en el Paseo del Prado de Fuente Vaqueros Escultura de Federico García Lorca ubicada en el Paseo del Prado de Fuente Vaqueros

Escultura de Federico García Lorca ubicada en el Paseo del Prado de Fuente Vaqueros / Juan A. Martín Jaimez

Federico se mudó junto a su familia a Valderrubio, pueblo conocido por aquel entonces conocido como Asquerosa, en el 1906. En el pueblo del tabaco rubio el poeta vivió las experiencias fundamentales de su infancia y adolescencia en un ambiente propicio para la aparición de las musas, entre alamedas, chopos, fuentes y ríos. Además, en esta época de su vida se formó como músico, tanteó la literatura y escribió sus primeros poemas. En la casa de la familia Lorca se puede encontrar uno de sus primeros pianos, las estancias de sus padres y hermanas, o la suya, decorada a su gusto desde la distancia, puesto que se mudaría a Granada de forma intermitente para estudiar. También el granero familiar, los gallos que guardan el patio o un holograma del poeta que da la bienvenida a los visitantes. 

Valderrubio es clave en la vida de Federico, tanto que allí escribió su venerada obra de teatro ‘La casa de Bernarda Alba’ escuchando la tragedia a través del pozo compartido con la familia protagonista de la obra. La casa de Frasquita Alba es el siguiente punto de la visita lorquiana a la vega. El inmueble es museo reciente, desde 2018 y se encuentra adaptado a las últimas tecnologías audiovisuales haciendo de su visita un espectáculo único. Las estancias recogen varios capítulos de la obra con una proyección que ocupa toda la visión del espectador y un sonido envolvente que introduce a los visitantes en la laureada tragedia creada por Federico, una experiencia única para los más apasionados a su obra, también para los que buscan introducirse en esta, puesto que lo harán de lleno. Además, para las visitas en grupo se realizan representaciones en vivo de algunos pasajes de la obra.

Representación de la obra en la casa original de Frasquita Alba Representación de la obra en la casa original de Frasquita Alba

Representación de la obra en la casa original de Frasquita Alba / Universo Lorca

Valderrubio fue un lugar importantísimo en la obra lorquiana, así como en la actitud vital del poeta: “Mis más lejanos recuerdos de niño tienen sabor de tierra. La tierra, el campo, han hecho grandes cosas en mida vida. Los bichos de la tierra, los animales, las gentes campesinas, tienen sugestiones que llegan a muy pocos. Yo las capto ahora con el mismo espíritu de mis años infantiles”, confesó en una entrevista para una revista de Buenos Aires en el 1934.

La mudanza de la familia a Granada, en 1908, no interrumpió la relación de Federico y sus hermanos con el pequeño pueblo de la vega. Todos los años, al terminar en Granada las fiestas del Corpus, la familia emigraba a la casa de Valderrubio donde pasaba el verano coincidiendo con las labores agrícolas. Las permanencias estacionales se mantuvieron hasta que en 1926 adquirieron la Huerta de San Vicente en Granada.

En este último enclave comienza la ruta lorquiana de Granada. Esta fue la casa de campo de la familia, convertida hoy en museo, donde disfrutaron de los veranos a partir de 1926. De este icónico lugar brotaron obras como ‘Yerma, ‘Bodas de Sangre’, ‘Doña Rosita la soltera’ o el ‘Romancero gitano’, un lugar en el que vivió los momentos más enturbiados de su carrera, azuzado por rupturas amorosas y por críticas controvertidas que le hicieron madurar en el camino. El nombre original de la Huerta era de los Mudos y cuando don Federico, padre del autor, la compró en 1925 por 32.350 pesetas, le cambió el nombre en reconocimiento a su mujer.

Huerta de San Vicente Huerta de San Vicente

Huerta de San Vicente / Universo Lorca

Fue el punto del que Federico huyó ante los violentos registros de los grupos golpistas al inicio de la guerra civil, trasladándose a la casa de la familia Rosales Camacho, que actualmente es un hotel, el 9 de agosto, donde fue detenido y trasladado hacia su asesinato.

La plaza de los Aljibes, el acceso principal a la Alcazaba de la Alhambra, cobra un especial sentido en este recorrido, debido a que fue el escenario donde se realizó el Concurso de Cante Jondo de 1922, el histórico primer certamen nacional de flamenco organizado por el Centro Artístico de Granada y que tuvo a Lorca y al compositor Manuel de Falla como principales impulsores. Por ello, los apasionados de la historia lorquiana no puede dejar pasar la oportunidad de visitar el Carmen de la Antequeruela, la casa junto a la Alhambra en la que el compositor gaditano vivió y que fue visitada por Federico en contables ocasiones, puesto que una gran amistad unía a ambos artistas. Hoy día, la casa convertida en museo se conserva con una meticulosidad inaudita, respetando humedades y el desorden de los cajones con el objetivo de dar la impresión al visitante de que el maestro volvería en un rato, quién sabe, si después de pasear con su amigo Federico por las inmediaciones del palacio nazarí.

Qué mejor manera para poner fin a la ruta lorquiana por la ciudad que visitar el Centro Federico García Lorca, un edificio que alberga todo tipo de manifestaciones artísticas y una biblioteca con una cámara acorazada que guarda el legado del poeta, así como cenar en el restaurante Chikito, lugar donde los intelectuales y creadores más brillantes de la ciudad, como Lorca, Falla, Lanz y de la Serna establecieron la sede de la tertulia El Rinconcillo.

Estatua de Lorca en el restaurante Chikito Estatua de Lorca en el restaurante Chikito

Estatua de Lorca en el restaurante Chikito / Juan A. Martín Jaimez

La ruta lorquiana de Víznar a Alfacar es ideal para ir a pie, un paseo sin dificultad entre ambos pueblos que recorre los principales lugares asociados a los últimos momentos de la vida de Federico antes de su asesinato durante la Guerra Civil. El recorrido es de tres kilómetros y tiene una duración estimada de dos horas y media.

El recorrido transcurre desde su lugar de huida hasta su ejecución. La carretera entre Víznar y Alfacar, que ofrece una gran belleza por el paisaje que ofrece la altura del emplazamiento y por el que se pueden encontrar la Fuente de Aynadamar, también conocida como la fuente de las lágrimas puesto que el agua aflora en pequeñas burbujas que recuerdan las lágrimas por los asesinados, así como la forma lenticular, de gota o incluso de ojo que tiene la propia fuente.

Aún se pueden visitar los restos de La Colonia, el histórico edificio derribado en la década de 1970, que fue campamento infantil durante la Segunda República y que acabó transformado en una cárcel tras la sublevación y el golpe de Estado de 1936. Aquí pasaron sus últimas horas cientos de represaliados por las tropas nacionales, entre ellos García Lorca, antes de ser ejecutados en los barrancos cercanos.

Ruta en el Barranco de Víznar Ruta en el Barranco de Víznar

Ruta en el Barranco de Víznar / Universo Lorca

El recorrido finaliza en el Barranco de Víznar, donde miles de personas fueron ejecutadas y ocultadas en fosas bajo la repoblación de pinos. Federico fue asesinado por motivos ideológicos en este enclave el 18 de agosto de 1936 a la edad de 38 años.

“¿No me encontraron?, No. No me encontraron”, anticipó Federico en uno de sus poemas, pero también supo que la sexta luna huyó torrente arriba y que el mar, Granada y el mundo recordó, de pronto y para siempre, los nombres de todos sus ahogados.

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