Granada

¿Valen los vinos lo que cuestan? Vinos para millonarios

  • Precio y calidad. Una pregunta que se habrán hecho muchos de ustedes, sobre todo viendo botellas cuyo precio supera las tres cifras… ¡¡Y no digamos más allá!!

En general, el precio lo da la calidad, la procedencia y la mayor o menor producción (la ley de la oferta y la demanda), aunque también, aunque esto en casos muy excepcionales, que exista un excéntrico millonario dispuesto a pagar lo que sea por una determinada botella.

La calidad dependerá de varios factores que encarecen la producción: que la vendimia se haga de forma manual, que el rendimiento por hectárea de viñedo sea muy bajo, que se seleccionen solo los mejores racimos antes de entrar en bodega, que solo se elabore en añadas de climatología excepcional (y por lo tanto, de materia prima excepcional), que la bodega dedique dinero a I+D+i en enología, que tenga una larga crianza y que sea en el mejor roble francés (que es el más caro) y que las barricas se renueven cada año o cada dos años, que luego se mantenga en bodega embotellado hasta su momento óptimo de consumo (lo que representa un inmovilizado muy costoso), que se utilice corcho flor de la mejor calidad para taponar la botella, el tipo de cristal de ésta y su diseño y un largo etcétera…

La procedencia es un factor relevante, ya que hay denominaciones vitivinícolas que se han ido ganando a pulso y a fuerza de ofrecer una calidad impoluta y homogénea en sus marcas y añadas, un prestigio que se refleja en el precio de la hectárea de viñedo: por ejemplo, en Pomerol (Burdeos, Francia) donde se produce uno de los vinos más caros del mundo, la hectárea cuesta, actualmente, unos dos millones de euros. Un origen conocido y prestigioso da confianza al consumidor, y eso significa mayor potencial de ventas.

Pero también hay vinos sólo aptos para millonarios. Normalmente reúnen varias características: son vinos excelentes, exclusivos, de muy escasa producción y de añadas excepcionales. Muchos de ellos son botellas para coleccionistas, cuyo contenido, en ocasiones, es imbebible. Algunos de ustedes se plantearán si vale la pena pagar estas cifras por una botella de vino que en algunos casos no podrá ser descorchada. En todo caso, de lo que no cabe duda, es de que sus propietarios saben que el vino es excepcional porque se lo han contado.

Aunque hay vinos costosísimos que si son aptos para beber. Veamos algunos de los vinos más caros del mundo. La mayoría son franceses, uno que otro español, pero en la lista aparecen vinos de países que les sorprenderán.

Chateau d'Yquem 1811: Se considera uno de los mejores vinos en la historia de la región francesa de Burdeos, concretamente Sauternes, y uno de las mejores añadas jamás producidas. Se estableció un récord Guinness con su venta: 87.000 euros. The Antique Wine Company vendió la botella a un coleccionista privado, propietario del restaurante SIP Sunset Grill en Bali, Indonesia, donde expone su botella. El Restaurante Atrio (2 estrellas Michelín) en Cáceres dispone en su carta de vinos de una botella de Château d'Yquem de 1806 adquirida en la prestigiosa casa de subastas londinense Christe's. Nada más llegar a Cáceres con su flamante adquisición, los propietarios del restaurante se dispusieron a proteger la botella en una caja de madera para su guarda en bodega, cuando esta se rompió por la zona del cuello. La suerte de que estuviera bien envuelta en papel de cocina transparente impidió que se derramara el vino en su totalidad, iniciándose de inmediato una gran operación de salvamento. Dos horas después y tras hablar con Madame Garbey, enóloga jefa de la bodega francesa, quedo claro que lo urgente era trasvasar el contenido a una nueva botella, bien lavada y seca, evitando por completo que el vino entrara en contacto con el nuevo tapón. Horas más tarde, marcharon a Burdeos en helicóptero donde la propia Madame Garbey y un equipo de ayudantes tras comprobar la autenticidad del vino y su buen estado, procedieron a trasvasarlo a una botella similar de su propia colección. La etiqueta firmada por la enóloga asegurando que la botella fue recuperada en la propia bodega el 25 de enero de 2001, la han convertido en un ejemplar único en el mundo, cuyo precio (en carta) supera los 100.000 euros.

Château Lafite Rothschild es uno de los referentes mundiales de los vinos de Burdeos, se produce en la región del Médoc. Ostenta además el mérito de que una botella de su producción alcanzó el récord en una subasta en la casa Christie's: más de 166.000 euros.

Château Margaux es otro gran vino de Burdeos, por el que se puede llegar a pagar 1.750 euros la botella. Una botella de Chateau Margaux de 1787 generó dinero sin ser vendida. Su precio era de 500.000 dólares pero al ser accidentalmente golpeada por un camarero en una cena en el Hotel Four Season, la aseguradora pagó por ella 225.000 dólares. Esta botella procedía de la colección de Thomas Jefferson, y su asegurado dueño era un coleccionista de Nueva York.

Penfolds Block 42: uno de los motivos de su elevado precio es que la bodega australiana solo produce doce botellas cada década. Sólo diez de ellas se han puesto a la venta: dos en Estados Unidos, dos en Europa, tres en Asia y tres en Australia y Nueva Zelanda. La cifra récord se consiguió con la venta de una botella de 6 litros por 130.486 euros. Otro motivo es que se comercializa en una ampolla de diseño.

Petrus es originario de la región de Pomerol (Burdeos, Francia) y para muchos es el mejor vino del mundo. Solo se producen 30.000 botellas al año y salen de bodega después de entre doce y quince años de crianza en barrica y botella. Las añadas más caras pueden costar unos 15.000 euros.

Romanée Conti es el vino más caro de la región francesa de Borgoña. Este vino blanco puede llegar a costar 9.500 euros. La botella más cara existente en el mercado supera los 49.000 euros.

Egon Müller-Scharzhof Scharzhofberger Riesling Trockenbeerenauslese es un vino blanco de Mosela (Alemania), procedente de uno de los viñedos más famosos del mundo. La bodega aparece ya citada en el año 1037 y es reconocida por la superlativa calidad de sus vinos ya en el siglo XIV. La botella cuesta alrededor de 5.200 euros.

Screaming Eagle es originario del Valle del Napa (EEUU), y puede llegar a costar hasta 4.500 euros.

Massandra es un vino de origen ucraniano. Proviene de viñedos centenarios de la región de Yalta, en Crimea. Se llegaron a pagar 43.500 euros por una de sus botellas en una subasta.

Penfolds Grange Hermitage es el vino australiano más caro, con una de sus botellas subastada por 30.000 euros.

Entre los españoles están dos vinos de la DO Ribera del Duero: Vega Sicilia Único, un clásico del que se han llegado a pagar 50.000 euros por una de sus botellas; y Pingus, el vino español más caro en la actualidad, que cuesta unos 1.000 euros cada botella.

¿Todo esto les parece una barbaridad? Bueno, hay señoras que tienen decenas o centenares de pares de zapatos, señores con muchos coches de lujo en el garaje y aficionados que se gastan centenares de euros en una entrada para ver, por ejemplo, un Real Madrid-Barça en el Bernabéu. Todo depende del punto de vista… Y de la cuenta corriente.

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