"Vargas Llosa dijo que éramos un pequeño paraíso dentro del paraíso"
Juan Carlos Sánchez Gálvez
El director del Parador de San Francisco anima a conocer mejor sus mágicos rincones.
-Michelle Obama quedó prendada del Parador este verano.
-Se mostró tan impresionada por el lugar y su historia -no creía que era un hotel- y tan cariñosa con todo el personal que tuvimos la suerte de atenderle, que quedamos encantados y ahora somos rendidos admiradores suyos.
-Primero palacete nazarí, después convento. Cuánta historia encierra nuestro bellísimo Parador de San Francisco.
-El edificio original es el llamado Palacio de los Infantes, de planta muy similar al Generalife. Tras la conquista de Granada se instalan en él los franciscanos y en 1495 finaliza la construcción de la iglesia. En 1504 llegan los restos de Isabel la Católica y en 1518 los de Fernando. En 1520 son trasladados a la Capilla Real. En el siglo XVIII se añade el Claustro y la Torre de la iglesia que podemos contemplar actualmente. Con la desamortización de Mendizábal en 1835, los franciscanos abandonan el edificio y comienza su deterioro. Sirve como cuartel de artillería e incluso como vivienda de familias pobres de solemnidad. Con la llegada a Granada de Leopoldo Torres Balbás, y a pesar de su estado de ruina, se pone fin a las pretensiones destructivas, se restaura y dedica a Residencia de Pintores Paisajistas hasta que en 1942 el alcalde Gallego y Burín consigue que la Dirección General de Turismo autorice la instalación de un Parador.
-¿De aquel idílico palacete nazarí quedan?
-Los restos arqueológicos del hamman, una zona que estaba muy tapada por los setos de vegetación y el deterioro de décadas a la intemperie. Paradores ha financiado su recuperación, bajo la mirada experta de los especialistas del Patronato de la Alhambra.
-Visitantes ilustres…
-Muchísimos. Los Reyes de España, presidentes como Miterrand, Chirac, Helmut Schmidt, Sandro Pertini, Romano Prodi … incluso Sadam Hussein cuando todavía era amigo de Occidente.
-El libro de firmas es un tesoro. ¿La dedicatoria más bonita?
-La que más me gusta es la de Mario Vargas Llosa -felicidades por el Nobel, maestro- que dice: "Gracias por recibirnos con tanto cariño en este pequeño paraíso dentro del Paraíso", ¿no le parece genial?
-Una descripción perfecta, a la altura de Vargas Llosa. ¿Su primera impresión al conocer el Parador?
-Fue hace mucho tiempo, casi treinta años ya. Yo trabajaba en el desaparecido Parador de Sierra Nevada y vine un día por aquí. Curiosamente me impresionó el olor de los jardines a la entrada, a arrayán y otras plantas. Todavía hoy lo recuerdo, quizá porque el olfato es el más evocador de los sentidos y la Alhambra tiene un olor especial.
-Tan idílico y distinguido que Gracia de Mónaco y Rainiero lo eligieron para su luna de miel.
-Así lo piensan muchos de nuestros clientes de todo el mundo, incluso cada día más granadinos, no solamente para noches de bodas y lunas de miel, sino también para aniversarios, regalos a sus padres o hijos, etc. Pasear por la Alhambra a la caída de la tarde, cuando ya se han marchado los cientos de visitantes y luego pasar una noche dentro del recinto de la Alhambra es un recuerdo para toda la vida.
-La capilla se la disputan los japoneses.
-Es un dato curioso pero casi todos los meses tenemos alguna boda de japoneses. Son muy íntimas y nunca suelen pasar de 8 o 10 invitados. En la última se produjo una anécdota: por problemas de vuelos, a los novios les falló la familia y el organizador me pidió que llevase yo mismo a la novia hasta el altar, cosa que hice encantado ya que no tengo hijas.
-Casarse aquí parece un cuento de hadas.
-Fueron, exactamente, las palabras de una reciente pareja. Aunque tenemos limitaciones en cuanto a capacidad, para bodas hasta 40 invitados no es fácil encontrar un lugar con tanto romanticismo, singularidad y encanto como el Parador. Organizamos desde la ceremonia hasta el banquete.
-Me parece emocionante que la Reina Isabel la Católica quisiera ser enterrada aquí, y sin ningún tipo de lujos. Ni siquiera quiso que las velas se quedaran encendidas tras la ceremonia, para ahorrar.
-Así es, en su testamento menciona expresamente que quiere ser enterrada en el Convento de San Francisco de su muy querida ciudad de Granada, bajo una losa sin escultura alguna. Luego da instrucciones muy precisas para que haya pocos lujos, y el dinero que se había de gastar en duelos y ceremonias se destine a parroquias pobres. Luego, su nieto Carlos V ordenó el traslado de su cuerpo y el del Rey Fernando a la Capilla Real, se supone que con la mejor intención, pero contraviniendo el deseo de la Reina Católica.
-Recuérdenos por qué se llama de San Francisco.
-La reina Isabel la Católica, muy devota de este santo, había prometido al Patriarca de la Orden Franciscana que si la conquista de Granada concluía con éxito, el primer convento que se abriese en la ciudad sería para ellos, y en los primeros días de la toma eligieron este edificio para ubicarlo. También puede ser homenaje a dos franciscanos que un siglo antes tuvieron el atrevimiento de predicar el cristianismo en el corazón de la Alhambra y el sultán los ejecutó con sus propias manos. Eso dice más o menos la cartela de piedra que hay sobre una columna delante de Santa María de la Alhambra.
-El lugar más desconocido.
-Probablemente el jardín inferior, por su rareza en cuanto a especies de árboles (los hay de varios continentes) y sus miradores con perspectivas muy desconocidas del Generalife, Torre de la Cautiva, Torre del Cadí, Torre de los Picos y unas vistas increíbles de las murallas nazaríes de Granada.
-Venimos al Parador después de ver la Alhambra, ¿qué menú nos recomienda?
-Para continuar el conocimiento de la cultura nazarí tenemos un menú basado en las recetas de aquella época, sumamente sugerente pero adaptado a los gustos y estómagos actuales. Cuesta 28 euros y garantizo que es una buena experiencia gastronómica. Conviene reservar mesa en el 958 221440 o por correo electrónico granada@parador.es. Nuestra carta también ofrece, básicamente, cocina regional española basada en la calidad del producto y en las recetas tradicionales, pero adaptadas a los gustos de hoy tanto en elaboración como en presentación de platos. Nuestro restaurante está muy bien valorado como puede comprobarse en cualquiera de los portales al uso accesibles en Internet. El entorno también ayuda mucho.
-¿Una lectura perfecta durante una estancia en el Parador?
-Me voy a tomar la libertad de recomendar más de uno. Me emociona León el africano, de Amin Malouf, especialmente la parte de la caída del reino nazarí; la Guía Oficial de la Alhambra, de lanzamiento reciente e imprescindible para el conocimiento de esta maravilla que tenemos en Granada y lo último que he leído: Isabel de Solís. Soraya, un cuento de amor en la Alhambra, sugerente y evocador hasta la nostalgia de aquel paraíso perdido.
-¿Y la música perfecta para soñar mientras se contempla el Generalife y la Torre de la Cautiva, donde estuvo encerrada Isabel de Solís, la cristiana que llegó a ser sultana de la Alhambra?
-El amor brujo de Falla, tiene mucha Granada dentro.
-Deseo traspasar el umbral pero me siento intimidada, ¿qué me recomienda?
-Respetando las zonas exclusivas de clientes alojados, te invito a que pases sin ningún inconveniente y visites el jardín de entrada, el patio de Isabel la Católica con su qubba de mocárabes y su capilla cristiana, los restos del hamman o los jardines.
-¿Viven los granadinos de espaldas al Parador?
-Cada día más granadinos redescubren el placer de venir a la Alhambra y disfrutar ahora mismo de los colores del otoño, de la interesantísima exposición sobre Matisse y de los servicios del Parador. Aunque debido a la ubicación del Parador dentro del recinto de la Alhambra, para venir al restaurante o simplemente a tomar un café, el acceso debe ser a pie o en taxi.
-Este cruce de convento envuelto en la esencia de la Alhambra es realmente sugerente…
-Estoy de acuerdo, una mezcla de elementos que también podemos encontrar en otros edificios granadinos es una síntesis de nuestra historia, con el añadido de una gran belleza. Me cautivó la distinción que se respiraba en todas las dependencias y la terraza, un auténtico remanso de paz.
-¿La reciente reforma ha sido para bien?
-La reforma finalizada hace algo más de un año era una necesidad perentoria habida cuenta del alto índice de ocupación de este Parador y lo representativo del mismo. Todas las instalaciones se han renovado y ganado en confort, lo que nos deja preparados para afrontar con garantías otros 15 o más años. Las zonas históricas se han revalorizado y se ha llevado a cabo una nueva decoración exclusivamente diseñada. En este aspecto tengo que reconocer que aun siendo las felicitaciones abrumadoramente mayoritarias, hay algunas opiniones que echan de menos la decoración tradicional de muebles castellanos, etc.
-¿Qué novedad presenta el parador?
-Hay varias pero citaré solamente dos: el acceso directo desde la Calle Real a la zona de cafetería, terraza y jardines, que facilita la entrada a aquellas personas que se sienten un tanto remisas por entrar a un hotel de gran categoría; otra sería la puesta en marcha de la museización del Parador, que mediante placas informativas en español e inglés permite conocer las numerosas historias que guardan estas piedras.
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