Varias familias piden que se les reubique ante el temor a un vecino

Más de 200 personas del barrio se han reunido en una plataforma para pedir ayuda a las autoridades y conseguir que se ingrese al hombre en un centro especializado

La fachada ha tenido que ser apuntalada porque peligra la estructura del edificio.
Sara G. Mendoza / Granada

30 de diciembre 2008 - 01:00

La situación de los vecinos de la calle Norte de la Chana empieza a adquirir tintes dramáticos. Incapaces de conciliar el sueño y atemorizados por un vecino violento y con peligrosas actitudes, le han pedido al Ayuntamiento que les busque un lugar alternativo donde vivir mientras consiguen una orden judicial para desalojar al hombre.

La última intervención de la Policía tuvo lugar en la noche del 28 al 29 de diciembre. La inocentada que recibieron los vecinos de este pequeño bloque fue la amenaza de muerte para una madre y su hijo de 30 años, vecinos del piso superior, después de que arrancara literalmente el marco de la entrada de la vivienda e intentara entrar en la casa bajo amenazas e insultos.

Más de 200 vecinos se han unido en una plataforma de recogida de firmas para pedir a las autoridades que les ayuden a solucionar este problema con el que conviven desde hace ya tres meses. Este vecino "les hace la vida imposible", como afirma Carmen Vilchez, puesto que ha destrozado su vivienda y ha puesto en peligro el resto de la estructura del edificio al derribar varios muros de carga.

Las hogueras y golpes son ya habituales en el día a día de este bloque en el que sólo quedan dos familias ya que el resto han abandonado sus casas ante el desarrollo de los sucesos. Los vecinos que quedan han presentado una petición de realojo al Ayuntamiento pero no han recibido respuesta.

Desde el día 25 tienen que llamar a la policía dos o tres veces al día porque el individuo hace hogueras. El 28, a las 10 horas estaba "toda la calle llena de humo", avisaron a los bomberos y a la policía pero "la policía ya no quiere venir, porque se ven impotentes, ya que dicen que para desajolarlo hace falta una orden judicial", explica Carmen Vilchez, quien se siente "desamparada por la justicia", ya que "en el juzgado nos mandan a denunciar a la comisaría y en la policía nos dicen que son los jueces los que deciden".

El martes, 23, el hombre fue desalojado por orden directa de la Gerencia de Urbanismo y trasladado al albergue para indigentes de Santa Paula, pero la Noche Buena ya estaba en la vivienda provocando golpes en las paredes y nuevas hogueras. Nuevamente fue expulsado por la policía local, pero a día de hoy sigue viviendo en ese edificio en unas condiciones insalubres, rodeado de animales, de escombros y basura, en una casa abierta a la intemperie y provocando la inseguridad en sus vecinos. "Tenemos el mismo peligro que el que lleva una bomba encima", declaró esta vecina, ya que como afirma, tiene garrafas de gasolina y pueden "salir ardiendo todos los vecinos".

Pero las estridencias de este individuo, desde la madrugada del día 28 al 29 ya no se limitan a su vivienda, sino que se ha lanzado a deteriorar las viviendas vecinas y a poner en peligro la integridad física de los habitantes de su bloque.

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