El Covid marca el pensamiento económico del momento, pero hay inversores con capacidad económica que están mirando con vistas a medio y largo plazo. Así, pese a la debacle turística que supone la pandemia, hay empresarios que valoran las posibilidades inmobiliarias y turísticas de futuro de Granada y su margen hotelero. La prueba de ello es la compra por parte de un inversor privado nacional del Hotel Abba Granada, el gran complejo de cuatro estrellas de Avenida de la Constitución cuya propiedad cambia de manos aunque se desconoce el nombre de la persona o entidad que ha adquirido por nueve millones de euros el hotel.

La consultora especializada en el mercado inmobiliario Catella ha asesorado a Servihabitat y Gramina, que conforman el fondo privado estadounidense Lone Star, para la venta de este hotel por nueve millones al inversor nacional privado que se ha interesado por esta propiedad.

Por el momento, se desconocen los intereses empresariales del nuevo propietario y su apuesta turística, pero el hotel en principio seguiría con la enseña de la cadena internacional Abba que abrió este hotel en 2009 y años después lo vendieron al citado fondo de Lone Star.

Carlos López, socio de Catella, explica que "a pesar de la incertidumbre global que vivimos en la actualidad que vivimos en la actualidad como consecuencia de la crisis del Covid-19, el sector inmobiliario español sigue generando apetito en los inversores nacionales e internacionales".

Por su parte, Javier Bravo, responsable del departamento de hoteles en Catella, Javier Bravo, asegura que "este tipo de operaciones reflejan el continuo movimiento que está viviendo el mercado transaccional hotelero en nuestro país".

El histórico edificio del número 21 de la Avenida de la Constitución, conocido como el inmueble de los antiguos sindicatos entre la zona de la estación de trenes y el centro constituye una perita en dulce para un inversor con capacidad. Además, es un alojamiento de cuatro estrellas en una ciudad con 82 hoteles y que tras la llegada del AVE hace poco más de un año tiene bastante margen de mejora en el turismo

La cadena Abba, que abrió las puertas del hotel hace más de una década en noviembre 2009 tras años de obras de remodelación en un inmueble que había albergado a los sindicatos durante muchísimos años tuvo que poner a la venta su hotel en el año 2012 con el objetivo de generar ingresos pese a que ha seguido gestionando la estancia hasta la fecha.

Abba es una cadena internacional que dispone de hoteles en las principales ciudades del país y además tiene varios establecimientos repartidos por capitales europeas punteras. En Granada abrieron sus puertas en plena crisis pero, por ahora, se ha mantenido como uno de los cuatro estrellas que ofrece la planta hotelera de la ciudad

Este establecimiento hotelero cuenta con 136 habitaciones y además entre sus fortalezas están que tiene tanto un espacio de restauración como otro para destinar a eventos. Igualmente, juega un papel importantísimo las vistas que ofrece a la Alhambra y al centro de la ciudad este alto edificio en la emblemática Avenida de la Constitución. A pocos minutos de Gran Vía es una opción muy demandada por turistas de fines de semana y puentes.

Iguamente, juega a su favor el tener el AVE al lado y su ventaja comunicativa como hotel especializado en el segmento MICE (congresos, eventos y reuniones) además de que se encuentra también muy cerca de las principales zonas universitarias de la ciudad de la Alhambra.

En los últimos años, el Hotel Abba Granada tuvo un conflicto laboral con las kellys (camareras de piso) que plantaron batalla a los despidos y tuvieron que ser readmitidas por vulneración de sus derechos. Un colectivo que en los últimos años sigue ganando fuerza y clamando contra su complicada situación en el sector de la hostelería.

Las 'kellys' del Hotel Abba Granada, durante el conflicto laboral en 2018