Vinos singulares en el corazón de Granada

Aunque con la bajada de temperaturas no pensemos tanto en los blancos, la verdad es que los que son fermentados en barrica, si bien tienen la frescura característica de las variedades blancas, su paso por barrica de roble le aporta cuerpo y estructura, y sensaciones más cálidas que las de un blanco joven. Además, son ideales para maridar con carnes blancas (cerdo, pollo…), con setas -y estamos en temporada-, al igual que con un puré de castañas -ahora es el momento- que acompañe, por ejemplo, un buen codillo.

Uno de los blancos de este tipo que ofrece Legado Andalusí es de la Denominación de Origen Rueda, Yllera Verdejo Fermentado en Barrica Vendimia Nocturna. La vendimia nocturna se practica cada vez más en toda España para aprovechar las horas frescas de la noche evitando así que la uva recién cortada se caliente con el sol y obteniendo así una uva de calidad excepcional a la llegada a la bodega. Este vino mantiene los aromas varietales de la verdejo como el hinojo, envueltos en matices de vainilla, especias y finos tostados.

Otro blanco fermentado en barrica que podrán disfrutar esta semana es el Baldor, de Bodegas Castiblanque, un vino de la variedad Chardonnay, una de las "grandes damas francesas" afincada en tierras manchegas. Este vino, aunque tiene un argumento central basado en el roble, manifiesta aromas amielados, de fruta madura (manzana, membrillo) y especias que aportan complejidad. Suave al tacto, con presencia de las sensaciones tostadas y avainilladas y un paso cremoso.

Pero si prefieren un tinto, Legado Andalusí les hace tres propuestas tan diferentes como exquisitas.

Una de ellas nos llega desde La Rioja, Viña Alberdi Crianza, de Bodegas Rioja Alta, elaborado al 100% con uva Tempranillo. Procede de viñedos en las zonas más elevadas de las fincas de la bodega. En nariz se presenta intenso, con un gran protagonismo de fruta madura junto un fondo de notas provenientes de la crianza en barrica: cacao, vainilla, caramelo, y ahumados.

En boca es un vino equilibrado y sedoso. Muestra una agradable acidez y unos taninos suaves y redondos. Recuerdos de mermeladas de fresa, cacao y vainilla. De final fresco y envolvente es un vino que invita a seguir bebiendo y que destaca por su amplia versatilidad gastronómica.

El segundo tinto que proponen nos lleva a Castilla León, a la Denominación de Origen Ribera del Duero: Melior Roble, de Bodegas Matarromera, un icono de la zona. Elaborado, evidentemente con Tinta el País, en fase visual muestra una importante capa de tonos cardenal oscuro y morados propios de su juventud. En nariz se percibe una notable complejidad de frutas rojas maduras de la gama de la fresa y la frambuesa, bien ensamblados con especiados de su crianza, destacando aromas café, regaliz y vainilla. En boca tiene un cuerpo voluminoso e intenso, y a la vez alegre y fresco. Notable paso, con importantes taninos dulces. Importantes sensaciones frutales, entre toques de madera limpia, con final largo y persistente.

Y cruzando de oeste a este la península nos podemos deleitar con un extraordinario vino de la Denominación de Origen Penedès: Atrium de Bodegas Torres. Elaborado con la variedad Merlot, otra gran dama francesa, en este caso tinta, que se adorna con la esencia mediterránea de esas tierras catalanas y los toques especiados y ligeramente tostados que le aportan su paso por madera. Realmente meritoria expresión de la uva merlot, de manos de una bodega pionera en el cultivo de esta variedad en nuestro país.

Y para acompañar a estos vinos, la exquisita oferta gastronómica de este establecimiento ubicado en la Plaza de Bib-Rambla, en pleno centro de Granada. Jamones y embutidos ibéricos de gran calidad, setas a la plancha con virutas de jamón, flamenquines caseros, lomo de orza, codillo, rabo de toro o chuletillas de cordero lechal entre otras especialidades.