Granada

Volver a las aulas pasados los 40

  • La prueba de acceso para mayores de 25 años se amplía con dos tramos nuevos: los mayores de 40 y los de 45 años · La crisis económica incrementa el número de aspirantes a los seminarios de orientación

"Señora, ¿qué es un nombre?", preguntaba esta semana el catedrático de Lengua Castellana Emilio J. García Wiedemann a una mujer que estaba apretujada en una de las 180 bancas del aula de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Granada. Sin duda, la institución no había previsto la avalancha de gente que este año ha decidido cambiar de vida de una vez por todas y presentarse a la única prueba de acceso para mayores que organiza la UGR.

Más de 200 personas acudieron el miércoles al seminario de orientación de Lengua Castellana, una de las tres materias comunes de las que tendrán que examinarse el 16 de abril. Aunque todos son mayores de 25 años, por primera vez se han establecido tres tramos para la prueba de acceso a la Universidad: mayores de 25, de 40 y de 45 años. Y cada categoría tendrá una prueba diferente.

Hoy se abre el plazo de inscripción (hasta el viernes 26 de marzo) para los mayores que deseen entrar el próximo curso en la Universidad. Una oportunidad que sólo se presenta una vez al año.

El año pasado fueron 492 los aspirantes que realizaron las pruebas de acceso para mayores de 25 años, de los cuales aprobaron un 68% (335 en total).

Tras un decreto hecho público en 2008 se concretó con dos pruebas más los tramos de edad de esta población al entenderse que la formación de los aspirantes a partir de los 40 es muy distinta.

Es el caso de María del Carmen González, que se prepara para la prueba de acceso para mayores de 45 años. Es auxiliar de enfermería y quiere cursar el título de Enfermería o de Asistente Social. "Tengo ganas de promocionarme -dice González-. Hace años, con los niños, no tuve tiempo para estudiar una carrera, pero ahora que son mayores he decidido intentarlo". Esta inquietud es la que moviliza a la mayor parte de los mayores, pero son muchos los que se encuentran en tierra de nadie. No tienen la selectividad, tampoco un título de Formación Profesional de ciclo superior y la necesidad apremia más para un colectivo que es descartado sistemáticamente de las pocas ofertas de trabajo que circulan hoy en día. Hay que darles más facilidades y en este tipo de pruebas se ha recogido esta premisa. En vez de cinco exámenes como los que tienen que cursar los mayores de 25 años, los de 45 sólo tendrán que examinarse de dos, las comunes.

"A la prueba de mayores de 45 años sólo pueden optar los que no tienen ninguna otra vía de acceso a la Universidad", advierte el coordinador de las pruebas en la UGR, Ceferino Ruiz.

El otro tramo de edad que se introduce por primera vez es el de mayores de 40 años, que permite cursar una carrera acorde a la experiencia laboral desempeñada y que sólo necesita una acreditación de la Seguridad Social (1,25 puntos por cada año de trabajo) y superar una entrevista. El plazo para presentar las solicitudes será el mismo que el resto de convocados, del 22 al 26 de marzo.

Estas convocatorias suponen una buena oportunidad para que los inmigrantes asentados en la provincia puedan adquirir una formación superior. Es el caso de María Magdalena, una misionera keniana de la compañía Cristo Sacerdote que lleva unos años viviendo en España y aspira a cursar Magisterio. "Cuando cumplí 18 años no pude hacer la carrera porque otros hermanos iban antes que yo y mi familia no tenía dinero para formarnos a todos", dice. O el caso de Lucía que llegó hace ya siete años a Granada y regenta un restaurante con su marido pero desea sacarse el grado de Economía.

La mayoría de los adultos que están a la espera de dar el salto a la Universidad por primera vez en su vida están preparándose las pruebas con algún tipo de ayuda. Bien una academia o un profesor particular. Es el caso de José, que espera conseguir una de las 5 ó 6 plazas que hay guardadas para el cupo de mayores de 25 años en Fisioterapia, una de las carreras con mayor nota de corte en Granada. Él ha optado por un profesor particular para las materias más duras y está convencido de aprobar. Cada cupo tiene entre un 1% y un 3% de plazas reservadas en cada carrera, lo que significa que en muchas de ellas sólo entrarán los que mejor nota saquen en los exámenes.

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