La abogacía de Granada llora la muerte del letrado Fernando Mir

La abogacía granadina despide a una de sus figuras más sólidas, queridas y longevas. Fernando Mir Gómez, jurista de referencia, colegiado de honor y maestro del Derecho Procesal, ha fallecido este jueves, 11 de diciembre, y su muerte ha generado gran conmoción en el Colegio de Abogados de Granada y en varias generaciones de letrados que lo consideran un padre jurídico y un ejemplo profesional.

Nacido en Granada el 2 de octubre de 1936, en la Carretera de la Sierra, Mir inició sus estudios en el Colegio de San José y Santa Filomena, continuó el Bachillerato en La Inmaculada de los Hermanos Maristas y se licenció en Derecho por la Universidad de Granada en 1959. El 24 de enero de 1961 se incorporó al Colegio de Abogados de Granada (del que sería uno de los colegiados más antiguos) y también ejerció en el Colegio de Almería entre 1993 y 2000.

Comenzó como pasante del letrado Matías Cortés Martín y en 2009 fundó Mir Abogados junto a dos de sus hijos, Fernando y Antonio, continuadores de la saga familiar. Por su parte, María Angustias y Jesús, completan un núcleo familiar marcado por la tradición jurídica. Su esposa, María Angustias, ya fallecida, fue un sostén central en esa trayectoria.

Su ejercicio profesional, que se prolongó más de sesenta años, ha dejado huella por su versatilidad técnica y su enorme solvencia. Aunque fue considerado “un mítico procesalista”, en palabras de Javier López García de la Serrana, destacó también en Derecho Civil, Mercantil, Laboral, Farmacéutico y Administrativo. Fue, además, pionero en Arbitraje y Mediación.

A su labor profesional sumó una intensa actividad docente como profesor ayudante y adjunto interino de Derecho Procesal en la Universidad de Granada, formador en cursos de prácticas jurídicas durante más de una década, y docente en instituciones como el Colegio de Abogados de Ceuta, el Instituto de Ciencias de la Empresa o el Instituto de Estudios Fiscales. Su voz también fue habitual en jornadas, congresos y foros especializados.

La dimensión de su carrera se extendió también al ámbito institucional, puesto que ocupó durante más de cuatro décadas los cargos de vicesecretario y secretario general de la Cámara de Comercio de Granada, fue secretario del Consejo Andaluz de Cámaras, del Instituto de Cultura Hispánica, consejero de la Caja General de Ahorros y miembro activo de asociaciones jurídicas y económicas de referencia.

Su prestigio se vio reconocido con el Botón de Oro del Colegio de Abogados, el II Premio Afán de Rivera, la Medalla de Plata de la Cámara de Comercio, así como una destacada presencia en el Grupo Especializado de Abogados Senior y una continuada colaboración con Cruz Roja.

Más allá de su extensa carrera profesional, quienes lo conocieron han destacado a este diario su carácter. “Fernando es un referente del prestigio y la sabiduría jurídica de Granada”, afirma el decano, Leandro Cabrera, que mantenía con él una relación personal estrecha. “Con la toga puesta era durísimo, un oponente formidable, pero fuera de ella era un hombre bueno, cariñoso, de una bonomía excepcional. Su pérdida es irreparable”.

Por su parte, López de la Serrana asegura que “tenía una trayectoria espectacular y una capacidad de seducción impresionante. Buscaba siempre el acuerdo, el bien común. Enfrentarse a él te hacía temblar las canillas”. Recuerda además su vínculo personal, incidiendo en que “éramos los dos únicos colegiados de honor. Me quedo huérfano. Para mí era como un padre”.

El funeral tendrá lugar este viernes a las 19:00 horas en el Tanatorio de San José, en el cementerio de Granada.

Asimismo, según ha comunicado el decano Leandro Cabrera, el Colegio de Abogados de Granada preparará un homenaje oficial para reconocer su figura y legado.

Con la muerte de Fernando Mir se va un servidor de las instituciones granadinas y un abogado cuya humanidad ha dejado huella en los tribunales granadinos.