Hace años que moverse en coche por zonas urbanas cada vez es más complicado. Atascos, vías restringidas, contaminación… Estos son algunos de los problemas con los que los conductores granadinos se encuentra día tras días, pero si a ellos se suma ahora el elevado coste de la gasolina y el gasoil no resulta extraño que cada vez sean más los que opten por esa "movilidad sostenible" por la que tanto apuestan desde las instituciones. Y sí, aunque el Metro es una de las principales opciones, su limitación a la hora de poder acceder a muchos puntos de la ciudad o el Área Metropolitana ha hecho que cada vez sean más los que optan por la bicicleta como opción de desplazamiento. Sin embargo, aún queda mucho por trabajar en aras de mejorar las vías de circulación para los ciclistas granadinos, pues este estilo saludable de movilidad no está exento de los accidentes. Tanto es así que Granada cerró 2020 como la provincia española con más fallecidos a 30 días del siniestro.

Durante el año 2020, el famoso año de la pandemia y de los cierres perimetrales, Andalucía registró en 2020 cerca de un millar de siniestros al pedal con heridos, de los que 16 resultaron en muertes a los 30 días del accidente. De ellos, 84 tuvieron lugar en la provincia granadina, tornándose cinco de ellos en fallecidos. Esta fue la cifra más alta, no solo de los últimos años en Granada, sino de toda Andalucía y también de todo el país. Así se detrae de los datos ofrecidos por el Gobierno Central en respuesta a una pregunta planteada por el Grupo Parlamentario Socialista en el Congreso de los Diputados.

Una ciclista granadina en uno de los carriles bici que existen en la capital.

Aunque a diferencia de lo que ocurre en el global de la comunidad andaluza, donde la estadística de siniestralidad a la bicicleta entre 2018 y 2020 refleja un creciente, aunque leve, aumento de los accidentes a pedales (de los 917 notificados en 2018 se pasó a 934 en 2020 en Andalucía), en Granada, donde estos tres años dejaron más de 300 siniestros, la tendencia ha sido contraria, aunque no en mortalidad. Tanto es así que la provincia ha pasado de repetir la misma cifra durante dos años seguidos, la de 110 siniestros en 2018 y 2019, a caer un 23,64% en el año 2020, donde se registraron 84. Sin embargo, de ellos, casi el 6% acabaron en muertes (cinco). Esto supone, además, que el número de víctimas mortales se ha multiplicado en solo un año, pues mientras que en 2018 no hubo que lamentar ningún fallecimiento, en 2019 hubo dos, para llegar en 2020 a los cinco anteriormente mencionados.

La importancia de incrementar la seguridad

Si bien es cierto que en Granada se han incrementado, más aún durante el año de la pandemia, medidas para favorecer la movilidad sostenible y el paso de bicicletas, como por ejemplo el carril 30, lo cierto es que aún queda un largo camino por recorrer en materia de seguridad vial. Y es que, por lo general, los ciclistas comparten espacio en vías urbanas e interurbanas con patinetes, motos, coches… Y el resto de vehículos a motor.

Un ciclista ocupa la acera porque un peatón anda por el carril bici.

Además de ello, en las zonas urbanas o interurbanas en las que existe el carril bici, no resulta extraño que en más de una ocasión haya algún obstáculo puntual que obligue al ciclista a tener que circular por la calzada ante la imposibilidad de paso. Cabe recordar la obra que hubo de hacerse en uno de los carriles bicis del área metropolitana, donde una farola estaba instalada en mitad del mismo, así como la ocupación de peatones de estos carriles e incluso de vehículos que usan la misma para parar de forma puntual.

Esto, entre otras cuestiones, habría sido una de las variables que habría influido en que el número de accidentes en vías urbanas en Granada se viera incrementado en solo un año en más de un 40%. Asimismo, cabe destacar la importancia del uso del casco par evitar una mayor gravedad en los siniestros en bicicleta.

La accidentalidad granadina sobre ruedas

Durante el año 2018, periodo en el que no hubo que lamentar ninguna víctima mortal, de los 110 accidentes que hubo en Granada, 67 fueron en vías interurbanas, de los que siete de los accidentados tuvieron que ser ingresados en el hospital, y 42 en urbanas, de los cuales uno resultó hospitalizado. Así, la cifra de 60 no hospitalizados tras el siniestro en vía interurbana hizo que Granada fuera la novena provincia de España y primera de Andalucía con mayor número de accidentados de este tipo. Mientras que a tenor de los siete hospitalizados tras accidentarse en este tipo de vías hicieron que la provincia fuese la número 11 del país y la primera andaluza, junto a Almería, con más siniestros con heridos hospitalizados.

Un patinete eléctrico por el carril bici.

En el año 2019, Granada registró la misma cifra de siniestros que el anterior (110), pero sí que tuvo dos víctimas mortales: una en vía interurbana y otra en urbana. Durante este periodo hubo un descenso de la siniestralidad en zonas interurbanas (hubo 51 accidentes), pero subió en más de un 40% en la urbana (se registraron 59). En este sentido, 46 de los accidentados en vía interurbana no precisaron de ingreso hospitalario, siendo, pese a ello, la segunda provincia andaluza con mayor número de heridos y la número 12 del país; mientras que cinco sí lo necesitaron. En cuanto a vías urbanas, 55 no revistieron de gravedad, frente a 4 que sí fueron ingresados en el hospital.

El año 2020 las cifras totales de siniestros en bicicleta bajaron, pero si se tiene en cuenta que Granada vivió dos meses de confinamiento total, la estadística no reflejaría tanta mejoría como debiera, pues el número de accidentes solo cayó un 23,64% y el de fallecidos se multiplicó. Así, en este año se registraron 84 siniestros, de los que 45 fueron en vía interurbana y 39 en urbana. De los primeros, tan solo uno precisó de ser ingresado en el hospital, mientras que de los accidentados en urbana lo hicieron dos. La peor parte del 2020 se reflejó en cuanto a fallecimientos, pues cinco personas perdieron la vida durante el accidente o a los 30 días de haberlo tenido a consecuencia de las heridas sufridas durante el mismo en vías interurbanas.