La acusada de asesinar a su novia en Granada asegura no saber porqué lo hizo ya que había consumido cocaína

Tribunales

En el arranque del juicio, la joven ha reconocido los hechos entre lágrimas y ha explicado que todo comenzó cuando la víctima decidió irse de casa

Ha sido recibida entre gritos de asesina por el entorno de quien fuera su pareja

La acusada de asesinar a su novia asegura no saber porqué lo hizo ya que había consumido cocaína / G. H.
M. N.

13 de febrero 2023 - 14:36

La joven acusada de asesinar a golpes y puñaladas a la que era su novia, una joven de 18 años, ha asegurado que la discusión comenzó porque había decidido abandonar la relación y que no sabe cómo la mató porque había consumido cocaína, aunque nunca pensó en hacerle daño.

Durante la primera sesión del juicio, que se celebra desde este lunes, con jurado popular, en la Audiencia de Granada, la acusada ha reconocido entre lágrimas que acabó con la vida de la que era su novia, con la que mantenía una relación desde hacía dos años antes y a la que asestó unos cuarenta golpes y puñaladas el 11 de abril de 2021.

La procesada, que tenía entonces 36 años, ha asegurado que todo comenzó porque le dijo a la víctima que se iba a marchar de casa por una convivencia marcada por los enfrentamientos con la familia de la joven, que llegó a denunciar a la acusada.

"La familia no quería que estuviera conmigo pero tampoco una hija tortillera. Su madre me denunció y yo le dije que me quería ir", ha explicado la acusada, que ha dicho que después de ese enfrentamiento ella durmió en una zona del cortijo que compartían en Motril y la víctima en otra.

Según su relato, el enfrentamiento se produjo un día y siguió la mañana siguiente cuando la víctima, Marina, estaba fregando los platos.

"Se acercó con un cuchillo y reaccioné. No sé lo que pensé, solo reaccioné. No sé si ella me hubiera hecho algo pero le quité el cuchillo y la apuñalé. No sé cuántas fueron, no sé dónde le di, no sé nada", ha declarado la procesada, que se enfrenta a una petición de 17 años de cárcel por parte de la Fiscalía.

La acusada ha relatado que la víctima intentó pedir ayuda al vecino, momento en el que ella le tapó la boca, le dio una patada que la tiró al suelo y ahí siguió dándole puñaladas.

"Cuando vi sangre paré, me levanté, le eché una sábana y me fui a la escalera. No se movía", ha añadido la acusada, que limpió la escena del crimen, se duchó y pidió ayuda a un amigo, también acusado, y que tiene una discapacidad mental.

"Es irónico porque yo siempre la he querido proteger de su familia", ha apuntado la acusada, que tiró el arma a un contenedor, se desprendió de algunas pertenencias de la víctima y quiso aparentar que ella se marchaba de Motril.

"Quiero estar lo más lejos posible de mi familia"

La acusada ha reconocido que intentó cubrir las huellas y mandó mensajes al compañero y al dueño de la farmacia en la que la víctima estaba haciendo prácticas desde el teléfono de Marina para que pareciese que las dos se iban de manera voluntaria a Málaga.

Según se recoge en el escrito al que ha tenido acceso este periódico, la acusada, haciéndose pasar por la víctima informó a su jefe que no iba a poder ir a trabajar y que al día siguiente se marcharía a Málaga porque a su pareja le había salido trabajo allí. Ante los intentos del dueño de formalizar la renuncia al trabajo, la condenada se excusó con la urgencia del traslado, asegurando que volvería para arreglar las cosas.

También, en un momento dado de la conversación entre la condenada, haciéndose pasar por la víctima, y el jefe de esta última, argumentó problemas con su familia como el motivo también de la urgencia para marcharse. "Estoy mal con mi familia y quiero estar lo más lejos posible de ellos, han pasado muchas cosas que prefiero no contar", escribió la acusada.

La acusada trató de cubrir las huellas

La acusada ha reconocido que intentó cubrir las huellas. En ese proceso, movió el cadáver al dormitorio, dejó la moto en casa de una vecina y habló con familiares que le recomendaron que se entregase a la policía, aunque ella estuvo buscando un lugar en el que enterrar o esconder el cuerpo de la que fue su pareja.

"No sabía qué hacer, estaba dando vueltas sin sentido", ha reconocido la procesada, que confesó los hechos un día después ante la Policía Nacional de Motril.

"Lo decidí porque ella no se merecía esto, quería que tuviera un entierro digno y yo pagar por lo que había hecho", ha aclarado la procesada, que pensó fugarse del país, suicidarse y ocultar el cadáver, entre otras opciones.

"Nunca planeé asesinarla, nunca se me pasó algo así por la cabeza. Yo nunca quise acabar con su vida ni con la de nadie", ha reiterado la acusada a preguntas de la acusación particular, que representa a la madre de Marina y que ejerce el letrado Jesús Huertas.

Ha apuntado además que los dos días de discusión había consumido cocaína, "un gramo o algo más", que combinó con los ansiolíticos, un consumo que "me alteraba".

"Me arrepentí en el momento en el que me di cuenta. La intención nunca fue hacerle daño", ha subrayado la acusada, que ha dicho que está arrepentida desde el primer día y que ha intentado suicidarse.

La acusación particular pide prisión permanente revisable

La acusación particular ha solicitado una condena a prisión permanente revisable para la acusada por la "brutal" agresión y por provocar un "gran sufrimiento" a la víctima, mientras la defensa ha solicitado la libertad por una eximente completa de alteración mental transitoria.

Los familiares y allegado de la víctima han recibido a la acusada al grito de "asesina" y han exigido justicia con una condena alta.

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