Granada

Violencia de Género Granada: El acusado de intentar matar a su expareja en Triunfo, condenado a 11 años de cárcel

  • Debe indemnizar a la víctima en 495.566 euros y no podrá acercarse ni comunicarse con ella durante doce años

La víctima siendo introducida en la ambulancia por efectivos sanitarios tras la agresión.

La víctima siendo introducida en la ambulancia por efectivos sanitarios tras la agresión. / Carlos Gil

La Audiencia de Granada ha condenado a once años de prisión a un hombre por intentar matar de quince puñaladas a su expareja en mayo de 2019. La Sección Segunda, según recoge la sentencia a la que ha tenido acceso Efe, considera que concurren las circunstancias agravantes de parentesco y género y condena además a Antonio S.P. a la medida de libertad vigilada durante siete años una vez finalizada la pena de cárcel. También deberá indemnizar en 495.566 euros a la víctima, a la que no podrá acercarse ni comunicarse durante doce años.

La sentencia declara probado que el condenado había mantenido una relación sentimental durante aproximadamente tres meses con la víctima, que puso fin por los motivos que consideró oportunos, algo que él no aceptó de buen grado.

El 16 de mayo de 2019, días después de haber finalizado la relación, sobre las 20:45 horas el procesado se dirigió a la zona de los Jardines del Triunfo de Granada, sabiendo que ella residía en una casa de acogida situada en las inmediaciones y que, en ese momento, podría estar allí al haber terminado su jornada laboral.

Se encontró con ella cerca de los jardines, en donde se hallaba en compañía de un varón, de una amiga que residía también en la casa de acogida y de las tres hijas menores de esta última. Tras intercambiar unas palabras, Antonio le pidió que lo acompañara para hablar más reservadamente sobre la situación generada tras la ruptura de la pareja y, cuando se estaban alejando de las otras personas, el procesado inopinadamente y sin que pudiese evitarlo, le dio un golpe en el rostro de intensidad tal que le fracturó la mandíbula, provocando que la mujer cayera al suelo.

Al tratar de incorporarse, estando todavía aturdida por el golpe, el procesado, con ánimo de acabar con la vida de la mujer, le dio una cuchillada en el abdomen con una navaja. Como tuvo dificultad para extraer la navaja del cuerpo de la víctima, llevó a cabo varios maniobras verticales y horizontales a tal fin y, cuando logró sacarla, le volvió a asestar varios navajazos.

Después se acercó a una fuente para lavarse las manos y fue perseguido por agentes de la Policía alertados de lo que estaba sucediendo, que lograron detenerlo en las inmediaciones del Arco de Elvira. Las heridas causadas a la mujer, localizadas en partes del cuerpo que albergan órganos vitales, le habrían ocasionado la muerte de no haber sido asistida.

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