La 'adicción' a las redes sociales dificulta la lucha contra la anorexia
Salud Pública El peligro de las nuevas tecnologías para algunas patologías
En la provincia hay unos 10.000 jóvenes afectados por trastornos de la conducta alimentaria · Las edades oscilan entre los 11 y los 42 años, aunque se ven casos puntuales de niños de 9 años ya con estos problemas
"La mente puede más que el instinto de comer". Así lo explica una madre que luchó durante años para sacar a su hija de la anorexia. Lo consiguió. Pero hasta tuvo que dejar su trabajo para rescatarla de una enfermedad mental de la que ahora se habla menos, pero que cobra fuerza de la mano de internet. Dos asociaciones han alertado de que la apología que en los últimos años se hace de la anorexia y la bulimia desde páginas webs, foros y blogs complica la lucha contra estas patologías y roza la ilegalidad.
La Asociación en Defensa de la Atención a la Anorexia Nerviosa y la Bulimia (Adaner) tiene contabilizados en la provincia unos 10.000 casos de jóvenes con trastornos de la conducta alimentaria entre anorexia nerviosa, bulimia, vigorexia (obsesión por el cuerpo perfecto), ortorexia o sadorexia. "Llevamos años alertando del peligro de internet y de webs que inculcan a las niñas cómo iniciarse en estos trastornos mediante juegos, concursos y con consejos rápidos de cómo comer, vomitar o engañar a los padres", explica el presidente de Adaner Granada, Eduardo Oblaré.
La advertencia de este fenómeno la lanzó la asociación Adicciones Digitales: "Nuestros hijos y sobre todo nuestras hijas tienen un acceso muy fácil a las webs que les enseñan a ser anoréxicos y bulímicos. Cada vez hay más. Crecen como setas. En ellas, los adolescentes aprenden cómo perder peso lo más rápidamente posible. Les enseñan a vomitar, a hacer lo que sea para no engordar y lograr una extrema delgadez, engañando a los padres. Estos pobres incautos muchas veces no se enteran hasta que es demasiado tarde".
Carmen, nombre ficticio, atajó el problema a tiempo. Un día su hija se desmayó en la calle por la debilidad que tenía. La madre ignoraba el episodio y también lo que pasaba por la mente de la adolescente que entonces tenía 18 años. Un amigo de la chica le contó lo ocurrido a la mujer. Incluso le relató que cuando le dieron una coca-cola para que recuperara los niveles de azúcar la chica preguntó: "¿Será light?". Pese a que la mujer conoció el problema de su hija en una fase inicial y que se dedicó de lleno a ayudarla, la joven tardó un año y medio en superar la anorexia.
Adaner ha acudido en muchas ocasiones a la asociación Protégeles para denunciar estas páginas y según sus datos ya se han cerrado en los últimos años más de 1.800. Con las webs, el proceso es más fácil; pero con los blogs es más difícil. "El problema es que hay un vacío legal y cuando cierras una página a los pocos días se abre con otro nombre, por lo que hay que tener mucho cuidado e informar a los jóvenes de los riesgos. Nosotros, en campañas educativas, hemos informado a más de 4.500 jóvenes de la provincia sobre este riesgo".
El calvario de las familias no es poco. Una enferma en una fase más avanzada de la patología puede, con suerte, tardar cuatro años en superarla. En los casos más graves, los ingresos en el hospital son frecuentes. Además, muchas de estas chicas debido a su debilidad dejan de tener la regla lo que, a su vez, les impide ser madres. La abrumadora mayoría de las enfermas (en torno al 90%) son mujeres. En Adaner, hay anoréxicas y bulímicas de entre 11 y 42 años. Pero Oblaré advierte de que también ven casos puntuales de menores de 9 años que presentan ya estos problemas.
Adaner lleva años pidiendo unidades específicas de atención a estas patologías ya que ahora, para ingresos, se acude a las unidades de salud mental, un espacio poco adecuado para estas niñas.
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