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El 70% de las agresiones a sanitarios en Granada se producen a mujeres

Imagen de archivo de una concentración contra las agresiones sanitarias

Imagen de archivo de una concentración contra las agresiones sanitarias / G. H. (Granada)

En las últimas semanas, las agresiones a sanitarios y a personal de estos centros se han visto incrementados tanto en Granada como en Andalucía. Una situación que demuestra el desamparo que sufre este grupo profesional, pero que no afecta por igual a todos. Y es que son más las mujeres que reciben este tipo de actos que los hombres.

Según datos del Sindicato Médico de Granada (SIMEG) consultados por este periódico, en el primer semestre de 2022, se habían contabilizado un total de 85 agresiones a personal sanitario, es decir, a toda persona que trabaje en un centro de salud, ambulatorio, u hospital en la provincia. Y de esta cifra, el 70% de las agresiones fueron a mujeres.

Estos datos son similares a los recogidos por a Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía, que denuncia que el 71,5% de las agresiones las registran las mujeres; frente a 28,5% que se registran en hombres. Sin embargo, cuando se ponderan las agresiones basándonos en la plantilla de hombres y mujeres, la tasa es muy similar, 9,9 en mujeres y 10,17 en hombres.

"Todas las categorías profesionales en un centro sanitario sufren esta lacra de la sociedad, pero si tenemos que definir un perfil concreto, sería el de mujer entre 45 y 65 años, trabajando en Atención Primaria como enfermera o médica y cuya agresión se produce en consulta médica, lejos del resto de la gente", ha relatado a Granada Hoy la secretaria general de SIMEG, Carmen Serrano.

En cuanto al perfil del agresor, desde el sindicato se destaca que, en la mayoría de las ocasiones, esta la inflige un hombre, paciente o usuario del centro sanitario, siendo la mayoría de ellas no físicas, es decir insultos, descalificaciones, vejaciones o agravios. Estas acciones suelen ser consecuencia, a criterio de quien agrede, de demandas no satisfechas en cuanto a tratamiento, atención sin cita o exigencia de trámites administrativos.

Sobre el perfil del agresor, Salud añade que casi un 26% del total presentaba algún trastorno psicológico, deterioro cognitivo, o circunstancias análogas. El 65,3% las cometen el propio paciente o usuario y el 34,69% restante un acompañante.

Y ante esto, la directriz es clara: tolerancia cero. "Ante cualquier tipo de agresión es fundamental. No se deben banalizar las agresiones verbales, cualquier falta de respeto es una agresión".

"Se sienten desprotegidas totalmente. La intimidad de una consulta finalmente se acaba convirtiendo en una ratonera de la que a veces tienen que salir como pueden, y es algo difícil de revertir, porque entran muchos factores en juego", han analizado desde el sindicato, desde el que han recordado que, ante cualquier discrepancia, desacuerdo, no entendimiento o discusión, "la agresión no es la solución".

El SAS registró en 2021 un total de 1.208 agresiones a personal sanitario en toda Andalucía, cifra que creció respecto a 2020, cuando se produjeron 1.042. Pero en este 2022, según las cifras del Sindicato Médico, serán más, pues solo en los seis primeros meses del año se habían contabilizado en el total de las ocho provincias 898 casos. "Si los números no engañan, acabaremos el año con más de 1.540, cifra superior a la del peor año, que fue 2019 con 1.507 ataques".

Según los datos registrados por la Junta de Andalucía en 2021, de las más de 1.200 agresiones, el 59,1% se produjeron en Atención Primaria y el 40,9% en Atención Hospitalaria. En cuanto a los lugares concretos, el 24,25% se cometen en la consulta médica, el 17,14% en admisión, el 13,58% en urgencias y el 10,76% en la habitación del paciente.

Medidas concretas

Desde el SIMEG han vuelto a demandar a la Consejería de Salud que tome medidas para tratar de evitar que estas situaciones se sigan repitiendo en los centros sanitarios y que el personal pueda realizar su trabajo sin miedo a sufrir consecuencias físicas o psicológicas.

El presidente del Sindicato Médico de Granada, Francisco Javier Cantalejo, ha declarado a este periódico que piden a la administración "más medidas y más intervención, aparte de poner carteles disuasorios en los centros sanitarios".

"Queremos que Salud se persone como acusación en los juicios por agresiones, o más seguridad y guardas jurados, empezando por los centros más conflictivos, que están sobradamente identificados. Pedimos más medidas disuasorias porque si no, las compañeras se sienten doblemente agredidas: cuando se les agrede, y cuando no se las defiende", ha argumentado.

Para ello, desde SIMEG creen que es preciso tomar medidas urgentes que pongan en valor el trabajo de todos los profesionales que velan por la salud de la población. "De nada sirve que hagamos protocolos y planes de prevención si luego no se materializan en actuaciones decididas que desanimen a los potenciales agresores", han denunciado.

"No pretendemos hacer un análisis de los motivos que nos han llevado a esta situación, se han hecho muchos y muy bien argumentados, solo queremos soluciones efectivas. Hay cauces alternativos para solucionar los problemas que surjan entre profesionales y pacientes que deben darse a conocer", han recordado Cantalejo y Serano.

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