El ex alcalde de Castril dice que los gastos en taxis están "justificados y amortizados"
Asegura que la auditoría no tiene efectos jurídicos porque no cuenta con el aval de la secretaria
El ex alcalde socialista de Castril, José Juan López Ródenas -más conocido como Juan Mar-, aseguró ayer que los datos de la auditoria externa encargada por el actual equipo de Gobierno sobre su gestión al frente del Ayuntamiento entre los años 2008 y 2011 responde únicamente a una "campaña bien orquestada" de desprestigio para "desacreditar y menoscabar" su honor y dignidad como responsable político. En declaraciones a Granada Hoy, el ex alcalde insistió en que, además, la información contenida en la auditoría "no tiene efectos jurídicos ni validez por sí misma", ya que no está avalada por la secretaria de Intervención del Ayuntamiento, que es "quien ostenta la titularidad del control interno" de la Corporación. Mar, que aseguró que no conoce el contenido de la auditoria más que por la información aparecida en este periódico, acusó al actual equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Castril de trabajar "sin descanso" para buscar irregularidades en su gestión y "conseguir por los medios que fuere lo que no han conseguido en las urnas". Es más, Mar asegura que lo que motiva esta auditoría y la filtración de sus conclusiones es la "animadversión personal" del actual alcalde, el independiente Miguel Pérez.
El ex alcalde de Castril insistió en que la auditoría está llena de "insidias, falsedades" y "medias verdades" en el mejor de los casos. Como ejemplo, Juan Mar señaló que los gastos en taxis -que la auditoría cifra en 47.246 euros entre el 1 de enero de 2008 y el 11 de junio de 2011- son el equivalente a las dietas por kilometraje y manutención de la mayoría de los alcaldes y concejales. "Como yo no tengo vehículo propio ni carnet de conducir, siempre he hecho mis desplazamientos en un transporte público, es decir, en un auto taxi del pueblo". Mar asegura que no considera que los 13.400 euros anuales en transporte sean un gasto "excesivo o escandaloso", más aún por los logros alcanzados gracias a esos viajes. "La cuestión no es lo mucho o lo poco que he viajado, ni lo que han costado mis desplazamientos, la cuestión es el fruto de esos viajes y gestiones realizadas con ellos para el Ayuntamiento", apunta el ex alcalde, que concluye que "a juzgar por la gestión realizada en los nueve años al frente del Consistorio motrileño", esos desembolsos en transporte están "más que justificados y amortizados".
En lo referente al gasto del Ayuntamiento en llamadas a teléfonos eróticos, que la auditoria cifra en 3.000 euros, Juan Mar recuerda que durante sus años de gestión "hubo un problema con un teléfono de un concejal y no fue voluntario, fue una de tantas estafas". Aunque el ex alcalde asegura que "duda" de que la cantidad fuera tan elevada como señala el informe de la auditora externa, explica que en cualquier caso los responsables municipales apreciaron que el concejal "no era responsable más que de contestar un sms trampa", por lo que se reclamó a Movistar para intentar recuperar el dinero. "No fue un uso indebido y le podía haber pasado a cualquiera".
Sobre el resto de las conclusiones de la auditoría -la gestión del programa de infravivienda, la declaración incorrecta del IVA correspondiente al servicio de agua potable, gastos excesivos en obras municipales o desvío de la inversión en inmuebles a otros gastos-, el ex alcalde asegura que son "una retahíla de insidias y falsedades malintencionadas".
En el caso del programa de infravivienda, Juan Mar aseguró que las acusaciones de la auditoría "mete en el mismo saco" a los trabajadores del Ayuntamiento, ya que en un programa como este "trabajan todos" y es imposible que el alcalde pueda beneficiar a un familiar directo. "Un proceso de rehabilitación autonómico tiene una tramitación enorme", indica Mar.
El ex alcalde explica que esta campaña de descrédito no le pilla por sorpresa. "A lo largo de mi etapa como alcalde de Castril se me ha acusado de infinidad de delitos y corruptelas, sin más base que la infamia y con el único objetivo de la búsqueda de mi descrédito político y personal". Juan Mar recuerda que ya le acusaron ante la Fiscalía de hacer obras en un cortijo de su propiedad con maquinaria y personal del Ayuntamiento, "proceso que fue archivada"; que denunciaron que había arreglado una nave de su propiedad con fondos municipales, un caso que también fue archivado; y que se le ha acusado "falsamente" de montar una red de facturas falsas para su enriquecimiento personal.
"Esto es una estrategia de difama que algo queda. La intención del cuatripartito fue desalojarme del Ayuntamiento y no dudaron de utilizar todos los medios para hacerlo, y ahora quieren asegurarse de que no vuelva a presentarme", explica. Mar asegura que el actual alcalde "tendrá que explicar por qué ha hecho públicos los datos y resultados de una auditoría encargada por él, sin que la secretaria interventora la haya avalado y sin que el pleno de la corporación haya tenido conocimiento de la misma para su estudio y aprobación". De hecho, el ex alcalde apunta que el Grupo Socialista Municipal de Castril y él mismo tomarán "cuantas medidas estén a su alcance para que se aclaré quién y cómo ha filtrado estas insidias".
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