Las alertas por fuerte viento carecen de plan preventivo

Las actuaciones se limitan a solventar los incidentes que el temporal causa en la provincia

Noelia M. Estebané / Granada

27 de enero 2009 - 07:11

El pasado sábado murieron cuatro niños en Sant Boi (Barcelona) al desplomarse literalmente el centro deportivo donde se encontraban por la acción de las fuertes rachas de viento. Estos trágicos sucesos llevan a pensar hasta qué punto podría repetirse el incidente en Granada y si la provincia está preparada.

En este sentido, la actuación de los Cuerpos de Emergencia se limita a permanecer atentos a cualquier incidente y, en caso de que ocurra éste, acudir a solucionarlo, según informan desde Protección Civil, encargada de dar cuenta a Bomberos, Policía Local y ayuntamientos sobre las alertas climatológicas. Asimismo, el operativo también incluye el aviso a la ciudadanía a través de los medios de comunicación.

Sin embargo, la provincia no cuenta con un plan preventivo que permita eliminar situaciones de riesgo, como débiles ramas de árboles, tendidos eléctricos o edificios en mal estado.

Ahora bien, no hay que ser alarmistas pues Granada, salvo casos excepcionales, no es una provincia especialmente vulnerable a las fuertes rachas de viento. Así, en lo que va de año, la Agencia Estatal de Meteorología sólo ha activado en escasas ocasiones la alerta naranja por viento, mientras que el nivel rojo nunca ha afectado a la provincia. "En Granada se ha estudiado muy poco el viento desde el punto de vista meteorológico, precisamente porque es una zona donde no da demasiados problemas", explica la profesora del Departamento de Física Aplicada de la UGR, María Jesús Esteban.

Además, aunque no exista un protocolo de actuación preventiva en caso de alerta, otras intervenciones municipales reducen el riesgo de posibles incidentes. En este sentido, el concejal de Mantenimiento del Ayuntamiento de Granada, Vicente Aguilera, sostiene que con la campaña de poda se talan las ramas o árboles que pudieran desprenderse fortuitamente.

Del mismo modo, el equipo de gobierno granadino dispone de un plan de ruinas, a través del cual se obliga a los propietarios a revisar y adecuar los inmuebles a las exigencias de seguridad; todas las instalaciones propias reciben revisiones periódicas; y los andamios están construidos teóricamente para soportar las inclemencias meteorológicas, según apunta el edil de Participación y Seguridad Ciudadana, Eduardo Moral.

/ Noelia M. Estebané / Granada

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