El coste que la Universidad de Granada (UGR) tiene que asumir por la formación de cada alumno que obtiene un título de grado está por encima de la media de las universidades españolas, que es de 35.995 euros. Con 42.272 de coste promedio, esta institución se encuentra entre las que más carga económica tienen que afrontar para formar a sus estudiantes durante todo el proceso.

El coste para la UGR de cada alumno no está solo relacionado con su propia estructura de gasto, si no que también influye el periodo total de estudios y la tasa de éxito. Pues si los estudiantes tienen que emplear más años y más convocatorias para aprobar, los costes aumentan.

Aunque la media está en esos 42.272 euros, hay una distribución muy desigual en función del grado estudiado por los alumnos. Así, los títulos de Ciencias casi triplican a los de la rama Jurídica, por ejemplo. Los grados científicios son los que suponen mayor coste para la UGR, que tiene que afrontar un promedio de 76.832 euros por cada alumno que completa sus estudios.

En el otro extremo están los titulados en grados de Ciencias Sociales y Jurídicas (28.186 euros), que pese a tener el promedio de coste más bajo en la UGR, también están por encima de la media de las universidades españolas (25.307).

La segunda área donde los titulados suponen menor coste es la de Ciencias de la Salud (29.148 euros), y le siguen los de las Ingenierías y Arquitectura (30.466 euros). En ambos casos las cifras están por debajo de la media nacional.

Los títulos que más se aproximan (y aún así están muy lejos) al alto coste de los grados científicos son los de Artes y Humanidades, cuyos alumnos suponen un gasto total de 46.729 euros al final de su formación.

Estos datos forman parte del último informe publicado por el Tribunal de Cuentas de Fiscalización de las Universidades Públicas, que corresponde a datos del año 2012. Dice el Tribunal que "ninguna universidad envió los costes correspondientes a las diversas titulaciones o ramas de conocimiento al no disponer de una contabilidad analítica", como deberían para poder "evaluar la gestión de los recursos públicos". De modo que los resultados aportados son fruto de unos cálculos realizados por el Tribunal en función a los datos económicos aportados por las universidades. El organismo fiscalizador considera que el coste de prestación del servicio es el "parámetro desde el que se hace descansar todo el sistema", pues sirve para fijar los precios públicos, según los últimos cambios legislativos.

En el caso de la UGR, el coste total de la enseñanza (tomando como base el año 2012) es de 303 millones de euros. Un 15% de este dinero, casi 48 millones de euros entra a las arcas universitarias a través de los precios públicos pagados directamente por alumnos. Otros 15 millones son también precios públicos, pero pagados por el Ministerio a través de las becas.

La media nacional de ese índice de cobertura (el porcentaje del coste que pagan los alumnos) está en un 13%, así que la UGR supera la media nacional.

Uno de los motivos a los que se puede atribuir el alto coste de las titulaciones es el del personal. Pero la plantilla (en números) a priori no está sobredimensionada en relación a la dimensión de la UGR en número de alumnos y titulaciones. Es la quinta universidad de España con más docentes e investigadores pero ocupa la tercera posición en el número de plazas académicas de nuevo ingreso ofertadas. La mayoría, 7.394, corresponden a la rama de Ciencias Sociales y Jurídicas (la segunda con más oferta en España en este área). La rama donde menos actividad tiene la UGR es la de Ingenierías y Arquitectura, pues es la 12ª de España en plazas ofertadas y dedica a ella la menor parte de su personal (460 docentes e investigadores, frente a los 1.134 de Sociales y Jurídicas o los 764 de Ciencias. En esta área científica, la UGR es la segunda universidad española con más personal dedicado, algo que puede justificar en parte el alto coste que se repercute a estas carreras.