Los alumnos de la UGR, unos 'sin papeles' con la matrícula on line

Las colas para hacer la matrícula en la Universidad de Granada quedaron en el olvido. Una de las mayores evoluciones en materia administrativa es que el alumno no tenga que presentar ningún tipo de documento en papel a la hora de hacer efectiva su matrícula. En su lugar, el estudiante tiene la posibilidad de ingresar en la plataforma digital de la UGR, el campus virtual, y adjuntar ahí su solicitud con los PDF generados tras escanear los documentos que le son requeridos. De esta forma, "el alumno ahorra tiempo y dinero". Así lo explicó Lourdes Sevilla; su generación será la última promoción de licenciados de Medicina que salga de la Facultad, y ellos también vivieron la etapa en que había que presentarse en la Facultad con los papeles en mano, algo que, según expresa, "ya es historia".

Además, para quienes no están familiarizados al 100% con las nuevas tecnologías y los trámites vía on line, esta institución creó las llamadas 'becas de ayuda a la automatrícula'. Se trata de unas subvenciones que el Vicerrectorado de Estudiantes concede a 13 jóvenes, quienes se comprometen a asesorar a los estudiantes vía telefónica en las salas habilitadas para tal efecto sobre la realización de su automatrícula. El horario de atención es de 09:00 a 22:00 horas, de lunes a viernes, en turnos de 5 horas. Acudir a ellos para preguntar dudas de cualquier tipo es posible desde el pasado 14 de julio y hasta el próximo 26 de septiembre. A cambio, estos alumnos recibirán una dotación de 750 euros.

Anabel Gómez Ríos es una de las becadas. Esta joven de 21 años cursa el doble grado de Ingeniería Informática y Matemáticas y asegura que decidió solicitar la beca porque "de todos modos iba a pasar el verano aquí" y el dinero le venía "muy bien".

Con el fin de que estén completamente capacitados para desempeñar esta labor informativa, los 13 jóvenes recibieron una formación específica que versó en torno a la aplicación informática mediante la cual se hace la automatrícula, y "fue útil porque este año había algunas cosas nuevas", concreta Gómez, tras explicar cuáles son las dudas más frecuentes de los alumnos que hasta la fecha han acudido a ella: "están indecisos a la hora de especificar en su matrícula si son o no becarios ya que el plazo para solicitar una beca en la mayoría de los casos se abre después y aún no saben si se la van a conceder". Otras preguntas habituales se refieren a asignaturas y créditos optativos o a la forma de pago.

La joven confirmó que las "avalanchas" se producen al abrirse un plazo de matriculación, esto es, durante los meses de julio y septiembre; "esos días es colgar una llamada y coger otra".

El balance que hace Anabel de estos meses es muy positivo: "la gente suele ser muy amable y he coincidido con un grupo de compañeros que hacen agradable el estar allí". Quizás la única pega es que "hay quienes llaman preguntando cosas de las que nosotros no tenemos información y no podemos facilitársela".