En noviembre de 1917 contrajeron matrimonio el torero mejicano Rodolfo Gaona y la joven de 21 años María del Carmen Ruiz Moragas, hija del que fuera Gobernador Civil de Granada, en ceremonia oficiada por el padre Arcoya. Así consta en la documentación de la entonces parroquia de Nuestra Señora de las Angustias. Hasta aquí la cosa no tendría mayor importancia si no fuera por la serie de curiosas circunstancias que rodeaban a los contrayentes y que nada tienen que ver con un romántico y castizo enlace entre jóvenes enamorados: el torero y la actriz.

Cuando Rodolfo Gaona vino a Granada era ya torero de fama, joven y muy atractivo al llevar en su rostro la exótica mezcla de padre español y madre india; Gaona era conocido como el Indio de León y alternaba en los ruedos nada menos que con Ignacio Sánchez Megías y Joselito El Gallo. Toda la prensa se hizo eco de la inesperada llegada del famoso torero a nuestra estación de ferrocarril procedente de Madrid, cuando Granada tenía tren; venía acompañado de su madre, su cuadrilla, su apoderado y su amigo Pérez Tabernero, marqués de Llen.

Fue una boda de postín para una relación efímera y de tapadera

Carmen Ruiz Moragas, Carmela, era entonces una joven y bella actriz encaprichada con el torero con el que se dice tuvo relaciones en 1916 en un hotel de Lima. Pero fue al año siguiente y en Granada donde se concertó el casamiento meteórico de la bella dama con el mejicano. Boda interesada para ocultar el secreto a voces de que la tal Carmela ya se veía con el mujeriego rey Alfonso XIII, aunque no era la única señora a la que el monarca visitaba. Los reyes, ya se sabe. La boda fue a las dos de la tarde y el banquete en el Hotel Washington. No tenemos constancia de que asistieran los padres de ella, puesto que los padrinos fueron la madre de Gaona y el Marqués de Llen. Pero sí vemos al padre de Carmen, Leandro Ruiz, en la larga lista de invitados al convite.

Carmen Moragas empezó su carrera artística nada menos que en la Compañía de María Guerrero (entonces Guerrero-Mendoza) y su fama como actriz estaba tan consagrada como la de Gaona en el mundo taurino. Pero en nada se parecían; ella era mujer culta, hablaba Francés e Inglés y por su profesión estaba muy cercana al mundo de las Letras y la Cultura; y para colmo aborrecía la fiesta taurina. Todo el mundo conocía sus relaciones con el rey y lógicamente enseguida aparecieron los rumores y los chistes de taberna en los que no faltaban las continuas alusiones humillantes al torero y a su vocación por los astados.

Entre rumores, cuernos y cachondeos aquel matrimonio ante las Angustias y en la que estuvo representado el cacique granadino Natalio Rivas, perejil de todas las salsas, duró tres meses. La prensa hablaba de que el templo estaba abarrotado, de que ella lucía un capital en joyas y hasta de que hubo dos fotógrafos nada menos, Juan Vandel venido expresamente de Madrid y el granadino Torres Molina.

Boda de postín para una relación efímera y de tapadera. Carmen Moragas, La Borbona, nombre que le puso Rafael Alberti, aunque era republicana, no soportaba los malos tratos ni los rumores callejeros; se decía incluso que Gaona "cortaba orejas y se quedaba con los rabos" mientras ella tenía más su cabeza en Alfonso, del que tuvo dos hijos; uno de ellos fue Leandro Alfonso de Borbón; aunque también del rey se apartó para unirse luego con el poeta Juan Chabás, hasta que murió en Madrid el 11 de junio de 1936 con tan solo 38 años. Rodolfo Gaona sin embargo murió en 1975 con 87 años y una calle granadina lleva su nombre en el antiguo barrio de los toreros. Ya la Virgen de Las Angustias no vería otra importante boda de un torero hasta que en 2001 se casara el malagueño Javier Conde con la cantaora Estrella Morente. En este matrimonio parece de momento que las angustias son menores.