Ángel Ibarra se jubila: dejará el cargo de director del Consorcio IFMIF Dones a principios de diciembre

Califica sus cuatro años en el cargo como "emocionantes e intensos" y recuerda especialmente el primer comité de gestión porque "suponía poner en marcha el proyecto con carácter internacional"

Ángel Ibarra, director del Consorcio IFMIF Dones: "La prioridad es empezar a echar hormigón"

Ángel Ibarra, director del Consorcio IFMIF Dones España.
Ángel Ibarra, director del Consorcio IFMIF Dones España. / G. H.
Pablo Quílez

21 de octubre 2025 - 06:03

El director del Consorcio IFMIF Dones España desde su creación hace cuatro años y uno de los principales responsables de que el acelerador de partículas vaya a instalarse en Escúzar, Ángel Ibarra, ha anunciado que el próximo 9 de diciembre dejará el cargo. Madrileño y doctor en Física, le ha llegado el momento de jubilarse a sus 68 años. El paso que está a punto de dar en su vida es algo que "llevaba tiempo dándole vueltas por muchas razones y creo que ya es hora".

Tomada la decisión, Ibarra aún no tiene del todo claro si tenía ganas de retirarse o se queda con ganas de seguir. "Depende del día pienso una cosa u otra. Por un lado, tengo ya mis achaquillos y, por otro, me gusta el proyecto al que me parece que aún puedo contribuir, aunque desde hace ya tiempo que lo tenía claro, que ha llegado la hora", reconoce. Además, subraya que se va tranquilo porque "empieza a haber equipo y gente que puede asumir la responsabilidad y sacar el trabajo adelante". "Me imagino que el día que dé un paso al lado será despidiéndome y acordándome de todo lo que hemos trabajado por este proyecto. Supongo que habrá un poco de nostalgia y de expectación de a ver lo que viene ahora", remarca el aún director del Consorcio.

Dos palabras le bastan a Ibarra para sintetizar los cuatro años como máximo responsable del IFMIF Dones España: "Emocionantes e intensos". Más le ha costado en señalar el momento que más va a recordar cuando deje el cargo. Tras pensárselo durante unos segundos, dice que "yo diría que en marzo de 2023, cuando se celebró el primer comité de gestión". Al respecto explica que "creo que ese fue el momento más intenso, por decirlo de alguna manera, porque suponía poner en marcha el proyecto con carácter internacional. Pienso que ese momento quizá es el más significativo, aunque sin duda hay otros también".

De su estancia en Granada se queda también con "el cariño de la gente del equipo" y afirma que tiene la impresión de "he dejado o estoy dejando un buen sabor de boca en el proyecto". Insiste al subrayar que "es que es una satisfacción muy grande que te aprecien porque de alguna manera, a pesar de que ha habido mucho trabajo y de que en el día a día hay que ser exigentes y meter presión a la gente, da la impresión de que lo han entendido y que me tengan un cierto aprecio es casi lo que más satisfacción me produce".

Asimismo, Ibarra declara que dejará el cargo con la sensación de haber cumplido: "Sólo el hecho de que el proyecto se haya puesto en marcha y que esté consolidado aquí en Granada es misión cumplida, aunque está claro que queda muchísimo trabajo por hacer y que habrá muchísimos problemas en el futuro, pero estoy seguro de que esto es totalmente irreversible". "El hecho de que hayamos conseguido de que en España se esté poniendo en marcha una instalación científica de una gran relevancia supone, efectivamente, una sensación de misión cumplida", recalca.

El todavía director del Consorcio, a casi dos meses de su despedida deja claro que aprecia el apoyo recibido a nivel local, nacional e internacional. "Me da la impresión de que todo el mundo reconoce que gracias a todos se está poniendo en marcha este proyecto, que era algo que se consideraba necesario, pero que nunca se conseguía arrancar", afirma Ibarra, que hace hincapié en que "por encima de todo eso está la satisfacción de haber conseguido sacar adelante esto entre todos porque si no hubiera sido entre todos, por más que yo me hubiera empeñado, no hubiéramos conseguido nada".

Sonríe Ibarra cuando se le recuerda que su marcha podría compararse con el episodio del Antiguo Testamento en el que Moisés guio al pueblo de Israel en una larga travesía por el desierto para luego no poder entrar en la tierra prometida. “Algo así, algo así”, dice que es la sensación que va a tener cuando vea desde la barrera la puesta en marcha del acelerador de partículas en Escúzar mediada la próxima década. No obstante, concluye señalando que “doy por supuesto que voy a seguir viniendo por Granada y espero que me pidan consejo para algunas cosas”. Es por esto que tiene claro que “no es una despedida radical porque no es dar un paso atrás, más bien es dar un paso al lado para ceder la responsabilidad”.

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