La concentración de los grupos animalistas que ha tenido lugar hoy en Albolote, frente a la explanada donde está instalado el circo Roma Dola, se ha saldado con dos agresiones, una verbal y otra física y una denuncia por amenazas interpuesta ante la Guardia Civil.

Según Natanael Blanco, presidente de Fegrapa y Amigos de los Animales -convocantes de la concentración– ha sido uno de los que ha sufrido los enfrentamientos con los trabajadores del circo. Blanco explica que ha interpuesto una denuncia por amenazas ante la Guardia Civil tras recibir amenazas por parte de uno de los circenses que se le ha “encarado” y le ha instado a esperarle a que acabara la función “haciendo un gesto de pincharme”, completa.

La segunda de las supuestas agresiones, explica el animalista, ha sido contra una compañera que al entrar al recinto a hacer fotografías “la han sacado a empujones” golpeándole en el costado para luego “escupirle en la cara”. Ella a priori no va a presentar denuncia dado que, asegura Blanco, tiene miedo.

La concentración que ha tenido lugar desde las 16:30 de la tarde y ha congregado, según estimaciones de los convocantes a 50 personas, salvo por estos incidentes, “se ha desarrollado con normalidad”, explica Elena Mayorga de Pacma, pese a que al principio “el ambiente estaba caldeado” e incluso “los trabajadores del circo han llegado a amenazar” a los animalistas en repetidas ocasiones.

Sobre el estado de los animales, Mayorga confirma la denuncia en redes sociales que interpuso ayer Pacma a través de un vídeo en el que se podía ver a un camello atado a una farola con un largo de cuerda que no le permitía moverse ni tumbarse. “Este circo tiene un largo historial”, explica Mayorga que asegura que por ejemplo, los leones están “envejecidos” y “viven en una jaula minúscula”. Por ello, para el próximo sábado ya han convocado una nueva concentración contra los malos tratos a animales en los circos en el mismo lugar. 

Según el Ayuntamiento, y tal como adelantaba Granada Hoy, tanto técnicos de Medio Ambiente como Policía Local fueron en varias ocasiones a revisar el estado de los animales así como los informes y comprobantes del Seprona y los veterinarios, que concluyeron que todo estaba en orden y se ajustaba a la legalidad.

Por su parte, desde Pacma, alegan que no debió permitirse la entrada al circo, pero al tratarse de un terreno privado, el Ayuntamiento no pudo impedirlo.