"Es el año que más calor estoy pasando": Granada desafía al frío con disfraces y zapatillas de correr

Dicen que todo es posible en Granada, por eso esta tarde quien se bajase del Metro en la estación de Alcázar Genil lo haría junto a una familia de cavernícolas. Ya fuera de la estación, en Camino Ronda, a lo pocos metros le adelantaría un runner vestido de Papá Noel. Todos iban, eso sí, al mismo lugar, el Paseo del Violón, donde se reunirían con otros personajes inverosímiles, como Minions, Donald Trump, la Gioconda o toda la saga de Pokemon para participar en una nueva edición de la Carrera de Disfraces de la capital, que desafío a la lluvia y al frío a base de kilómetros, como aseguraba Carmen, unas de las corredoras disfrazada, junto a sus primos, de león chino.

De hecho el frío fue el principal inconveniente de una prueba en la que la lluvia respetó su celebración, pese a que el cielo amenazó lluvia hasta minutos antes del pistoletazo de salida, pero una vez los corredores en marcha, se dio un pequeño descanso para volver a llover durante la entrega de premios.

Ante la duda, eso sí, los corredores se protegieron de la lluvia en los alrededores del Palacio de Congresos, para ultimar los detalles y esperar por si finalmente se cancelaba la prueba. Allí estaba, por ejemplo, Joaquín Antequera, que con los niños de un instituto de Las Gabias ultimaba su disfraz colectivo Los Tesla, que habían tenido que sacarse el distintivo mediaombiental para poder entrar en la ZBE para participar. El equipo finalmente se llevaría uno de los premios en la categoría de “El más enchufado”, pero como reconocía el propio Antequera “vamos más buscando pasarlo bien que competir”.

No fueron los únicos que se pegaron a la realidad, hoy han corrido por las calles del centro desde los policías que trataron de descubrir al ladrón del Louvre, hasta la capitalidad cultural, que se llevó un premio por parte del jurado por defender, con zapatillas de correr la candidatura de Granada para 2031.

Menos complicación tuvieron David y Javi, que participaban por primera vez después de ver el "buen ambiente" del año anterior. Disfrazados como un plátano, reconocen que no lo pensaron mucho, se presentaron en los alrededores del Paseo del Violón para ponerse a prueba. Un tocayo del primero, David Jiménez, no se veía muy convencido para correr toda la prueba, pero con su disfraz de elfo, básicamente un jersey decorado que le ayudó a protegerse del frío, salió a correr junto a su familia.

Pero una carrera es una carrera y había quien sí buscaba competir, como es el caso de José Álvarez y Diego Varela, quien comenzaron corriendo con un grupo mayor, por diversión, pero terminaron “picándose” al ver que el pelotón empezaba a dividirse y decidieron apretar el paso, dejando a sus amigos atrás, algo lógico, lo competitivo no los modales, para una pareja que acumula en sus piernas varias pruebas similares.

También se picaron, entre ellos, Fer y Juanjo, que al llegar a la meta decidían quién tenía la mejor marca, pese a haber llegado a la vez, si quien lleva un año entrenando o quien ya tiene una edad.

Ninguno de ellos se alzó con la medalla, que este año recayó en categoría femenina, en Vera Ramos, que se llevó el bronce; María Isabel Mata, segunda, y Ainhoa Ruiz, ganadora de su categoría este 2025. En la categoría masculina, al podio subieron David Guillén, en tercer lugar; Simón Maestre y Javier Linares, como segundo y primero respectivamente.