Verano

Cuando aparcar en la ciudad es un placer

  • Muchos residentes de la capital y Área Metropolitana "huyen" hacia lugares de temperatura menos hostil

  • Aquellos que se quedan le ven el lado bueno al asunto por diversos motivos

Una mujer cruza Camino de Ronda

Una mujer cruza Camino de Ronda / Carlos Gil (Granada)

Por todos es más que sabido que Granada en agosto se vacía de casi todos sus habituales pobladores. Pero no sólo la capital, también su Área Metropolitana. Aunque no sea Piccadilly Circus en pleno centro de Londres, cuando se pasea por calles de la ciudad como Mesones o Puentezuelas, lo habitual durante todo el año es convertirse en un especialista fintando a transeúntes, imitando al mejor Iniesta, sin embargo, el primer sábado de este mes estival lo único que se podía esquivar eran los rayos de un sol inclemente.

Cerramos en agosto huyendo del calor y de nuestras desérticas calles en busca de un poco de aire fresco en alguna playa en la que disfrutar con la familia y amigos tras un duro año de trabajo”, afirma Sergio Domingo, que se encarga de un taller de reparación de coches en un municipio del Área Metropolitana.

La avenida de la Constitución vacía La avenida de la Constitución vacía

La avenida de la Constitución vacía / Carlos Gil (Granada)

En efecto, el verbo apropiado es huir. Los residentes de Granada huyen de la ciudad en agosto a poco que se les presenta una buena oportunidad para hacerlo. Aunque esta franja temporal del estío suela ser más plácida que el mes anterior en cuanto a temperaturas, la idea es poner pies en polvorosa cuando llegan las vacaciones.

La Dirección General de Tráfico activó hace unos días la Operación Salida de agosto. En sus previsiones se señalaba que Granada esperaba 72.000 desplazamientos. Las terrazas de los bares semivacías, la estación de autobuses no presenta su tránsito habitual, centros comerciales no tan atestados de compradores. Sólo un buen puñado de residentes y turistas, eso sí, visitantes no escasean.

Esta circunstancia tiene sus gratos pormenores, lo que es por norma general una empresa titánica como aparcar el coche, este mes se convierte en algo sorprendentemente sencillo, incluso en pleno centro de la ciudad, como es el caso de Ana Muñoz, que aunque ahora se encuentra disfrutando de sus vacaciones en Jerez de la Frontera, su ciudad de origen, los primeros días de este mes aprovechó esta ventaja para estacionar en la céntrica zona donde reside.

Una terraza vacía Una terraza vacía

Una terraza vacía / Carlos Gil (Granada)

Pero que la ciudad parezca un desierto de asfalto congratula también a algunos de los residentes como Francisca que explica que en “agosto se puede disfrutar de nuestra ciudad, pasear con tranquilidad. Tomar algo en una terraza sin esperar a que se quede una mesa vacía. Aparcar sin dar tres o cuatro vueltas. Es una gozada”.

“Trabajar en agosto está bien porque el ambiente es más relajado y parece que todo fuera más lento. De todas formas me parece fatal que la ciudad se paralice, por los horarios de verano, como por ejemplo cuando vas a sacar un libro a la biblioteca y la encuentras cerrada, por lo demás encantado porque todos lo granadinos se van a la playa, la ciudad está más vacía”, afirma un residente que no quiere dar su nombre.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios