Granada

Los apartamentos alegales se llevan ya un 11% del 'pastel' turístico de Granada

  • Los usuarios de estos alojamientos generaron en 2014 un gasto superior a los 78 millones de euros La estancia media duplica a la de los hoteles

En una ciudad como Granada, siempre ha habido apartamentos turísticos. La extensa oferta hotelera no ha impedido que cualquier propietario con una vivienda bien situada, sobre todo en el Albaicín o el centro histórico, la pusiera en alquiler para los miles de turistas que desembarcan a diario en la capital. Sin embargo, no ha sido hasta hace unos años, al amparo de internet y de plataformas de reservas como Airbnb o Trivago, cuando el mercado de los apartamentos turísticos clandestinos -porque no figuran en ningún registro y sobre ellos no se ejerce ningún tipo de control- ha experimentado un boom que está cambiando las normas de todo el sector.

Los apartamentos vacacionales -o clandestinos, o alegales, o viviendas turísticas, según quién los mencione- se encuentran a la espera de regulación, pero eso no ha impedido que ganen terreno a un ritmo sin precedentes. No es una cuestión sólo de oferta, por supuesto. Son miles los turistas que apuestan por este tipo de alojamientos, bien por el precio -los empresarios 'legales' hablan de competencia desleal precisamente por la diferencia abismal entre los costes que asumen ellos y los que conllevan una vivienda turística-, por la comodidad, o por la autonomía que ofrecen a sus usuarios. Según el estudio elaborado por la Federación Española de Asociaciones de Viviendas y Apartamentos Turísticos (Fevitur) y facilitado por la Asociación de Viviendas Vacacionales de Andalucía, Apartsur, a lo largo del año 2014 un total de 200.804 viajeros optaron por alojarse en viviendas vacacionales durante su estancia en Granada. Esto significa que el sector de los apartamentos alegales acapara ya un 11% de la clientela turística de Granada. Y esta cifra, apunta el estudio, continúa al alza. Aunque en este caso no hay datos provincializados, el informe de Fevitur (que analiza la situación de los apartamentos turísticos en Barcelona, Madrid, Valencia, Mallorca, Calpe, San Sebastián y Granada), apunta que en el último año se ha experimentado un crecimiento del 21% de la demanda a nivel nacional, mientras que en el terreno internacional el avance ha sido de casi un 30%.

Las viviendas turísticas han llegado para quedarse. Ante esa realidad, la Federación Provincial de Empresas de Hostelería y Turismo de Granada ha constituido una mesa contra la competencia desleal, en la que reclaman, entre otras cosas, una regulación autonómica que establezca las mismas reglas del juego para las viviendas turísticas que para los alojamientos reglados, que tienen que hacer frente a muchas obligaciones legales, económicas y fiscales.

El sector necesita regulación, porque a la vista está que hay oferta y demanda suficiente como para tenerlo en cuenta. Apartsur asegura que el mercado de las viviendas vacacionales genera un importante movimiento económico que quizá no llegaría a Granada de no ser por esta opción de alojamiento, muy extendida en el extranjero. El informe apunta, de hecho, que el 20% de los usuarios de apartamentos turísticos alegales "no iría a un destino que no dispusiera de viviendas en alquiler vacacional", y advierte de que eso podría suponer la pérdida de muchos cientos de euros.

Los cálculos de Fevitur indican que los turistas que llegan a Granada y se alojan en viviendas vacacionales generan un gasto total de 78 millones de euros, de los que 21,4 se destinan al alojamiento y 56,6 al gasto en comida, transporte y actividades de ocio.

En concreto, las estimaciones del informe indican que el gasto promedio por reserva alcanza los 1.230 euros, entre alojamiento (319,8 euros por una estancia media de 4,5 noches) y gastos varios (910,2 euros entre una media de 3,5 personas alojadas en cada apartamento, lo que equivale a un gasto medio de 281,9 euros por viajero). La conclusión a la que llega Fevitur es que el de los apartamentos vacacionales es un tipo de turismo que beneficia al conjunto del sector, no sólo a los propietarios de las viviendas.

Así, el gasto total que hacen estos viajeros, sin contar con el propio alojamiento, se dividiría en 73 euros de media para salir a comer o cenar fuera; 62 euros para realizar actividades varias como museos, monumentos o conciertos; 46 euros en comida para cocinar en el alojamiento; 30 euros en transporte; 30 euros en regalos y souvenirs; 23 euros en salir de copas; 13 en ropa, calzado o complementos; y 4 euros en productos de higiene y limpieza. Estos datos llevan a Fevitur a concluir que los turistas que se alojan en apartamentos alegales gastan un 34% de su presupuesto en comercios de proximidad; un 33% en grandes cadenas y centros comerciales; y otro 33% en museos y monumentos. De ahí que el informe hable del "reparto social" de este tipo de turismo.

También de que los apartamentos vacacionales consiguen mejorar uno de los indicadores más importantes para el sector: las pernoctaciones. Según los cálculos del informe de Fevitur aportado por la Asociación de Viviendas Vacacionales de Andalucía, la estancia media de los visitante que optan por los apartamentos es de 4,5 noches, una cifra que duplica la de los alojamientos tradicionales. Los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística indican que en 2014 la estancia media de los viajeros que optaron por establecimientos hoteleros de la capital no superó las 1,83 noches, lo que significa que los apartamentos vacacionales generan más del doble de pernoctaciones. También supera esta cifra la media de los apartamentos turísticos legales, los que están registrados como tal y funcionan como cualquier otra empresa del sector. En ese caso, cada uno de los viajeros pasó en Granada 3,05 noches, lo que supone que el sector alegal consigue retener a los viajeros un 47,5% más de tiempo que el reglado.

El perfil del viajero que opta por estos alojamientos también es revelador. Al contrario de lo que podría pensarse en un primer momento, se trata de un turista de mediana edad, en torno a los 50 años, y en un 74% de los casos procede del extranjero. Por el momento, el turista nacional sigue prefiriendo las opciones reguladas, ya que sólo un 26% de los clientes de los apartamentos turísticos alegales procede de otras provincias españolas.

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